Capítulo 26

1028 Words
Victoire Jussieu Hace tiempo que había olvidado lo que era arriesgar, me había vuelto tan autoprotectora que olvidé lo qu era arriesgar todo por alguien, arriesgar tu paz, arriesgar tu vida, tu forma de vivirla y muchas cosas que esa palabra trae consigo, porque cuando arriesgamos algo por alguien demostramos la gran capacidad de amar que tenemos los seres humanos, aunque no todos la tengan, la gran mayoría es capaz de dar todo por una persona, ya sea un familiar, un amigo o una pareja. Todos somos susceptible al amor y lo que este trae consigo, hace años sabia el significado de esa palabra, porque esa tenía nombre y apellido, había amado con todo mi corazón, me arriesgué tanto por esa persona y al final terminé destrozada por la misma, porque a veces esperamos demasiado, la vida real no es un cuento de hadas, aquí debemos saber que hay defectos, que hay debilidades, que hay cosas que no nos gustarán de la otra persona, sea cual sea el vínculo que tengamos con ella. Sin embargo cuando amas verdaderamente a alguien lo demás desaparece, cuando empiezas a amar cada parte de ella dándote cuenta que lo que todos llaman defectos en realidad los hacen más ellos, más llenos de vida y personalidad, allí empiezas a amar aún más, porque ya no estás intentando cambiar a la persona que supuestamente amas, estarías demostrando el amor que dices sentir por ella. Porque no todo el que te dice te amo te querrá para siempre, mucho menos el que dice amarte y no acepta todo lo que tu significas, porque la mayoría de personas alegan amar a otras pero en vez de enseñarles a mejorar, sin cambiar su esencia lo que hacen es cambiar lo que los hacen más ellos. Y lo peor de todo es que esas personas por el amor que sienten se dejan moldear como si no tuvieran su individualidad, es por ello que nunca dejé que el amor me cegara, siempre supe que eso en algún momento acabaría, no me imaginé como pero debo admitir que pudo haber sido peor. Ahora que sé la verdad es difícil ver de la misma manera a Nard, es difícil no culparme una y otra vez por no haberlo escuchado hace cinco años, por odiarlo cuando el no tuvo la culpa de nada de lo que pasó y que solo quiso salvarme. Para mi fue difícil en aquel tiempo creer que el lo hizo adrede, no podía creer que el que yo crei el amor de mi vida, además del mejor amigo de mi hermano mayor pudiera hacernos eso, pero lo hice, lo creí en mi dolor y ahora cargo con las consecuencias de ello, porque se que Leonard a pesar de no ser una persona rencorosa también sufrió, tanto ese día como en los cinco años que pasaron, nadie estuvo para considerar eso, ni siquiera sus padres porque aunque su relación es muy buena con ellos Nard siempre fue una persona cerrada, no le gusta en absoluto decir lo que siente o doblegarse ante nadie. Para el llorar frente a alguien es mostrarte débil o darle a esa persona el poder de verte en tu peor estado, por eso cuando lo vi llorar aquel día al lado del cuerpo inconciente de Sergio, antes de ambos tener que salir corriendo porque si no la policía nos atraparia, supe que le dolió, pero no noté que fue un dolor real, no hasta ahora que todo cobra sentido para mi. Ahora entiendo que a el le dolió tanto como a nosotros y que fui tan estupida como para pensar que no, me siento tan mal por querer estar cerca de el cuando fui yo la que lo hizo a un lado, no creí en su palabra y me dejé guiar por mi propio criterio, el cual me lleva a no tener vida amorosa, talvez el resto de mi vida. Porque desde que Nard salió de ella no he podido sentir nada por nadie más, es increíble la forma en la que una persona puede impactar en tu vida, para bien o para mal todos llegamos para irnos. Y el llego para hacer un tornado que destruyera todo y luego se fue, o mejor dicho, yo hice que se fuera, lo saqué de la peor forma y aún me cuestiono si las cosas debieron ser así, dicen que todo pasa por una razón pero a veces dudo que sea así, lo peor de todo es que son errores pequeños los que nos destruyen de la forma más lenta y dolorosa posible, haciéndonos saber que todo es a causa de nuestras decisiones. Porque no tenemos a nadie más que culpar que a nosotros mismos por lo que sea que nos pase, eso lo aprendí hace poco, no quiero rememorar otro suceso así para aprenderlo. Dejo mi teléfono sobre la mesa del jet, vamos en camino a Italia, Venecia, dado que hoy me reuniré con Sergio si se digna en aparecer, ruego porque así sea, la ansiedad me consume mientras repiqueteo mis dedos sobre el reposa brazos de mi asiento, mis ojos se mantienen al frente para evitar mirar a Nard quien va a mi lado con sus audífonos puestos. No ha perdido la costumbre de escuchar musica cuando se siente mal o bajo presión, es su método de escape y aunque sea muy trivial no se lo critico, todos tenemos una manera de dirigirnos, de sobrellevar las cosas tanto buenas como malas, esa es la suya y aunque la mía sea diferente no tengo nada que decir de la suya. Sin embargo a pesar de que estos días hemos estado algo tensos por la situación en la que nos encontramos, dado que no es fácil saber que una persona que lloraste por muchos años, ahora resulte viva, para ninguno es digerible la noticia y eso que ya hace tres días que lo sabemos, hemos movido cielo, tierra y mar para poder lograr comunicarnos tan siquiera con sus hackers, así que hay que aprovechar esta oportunidad al cien por ciento. Cierro mis ojos para descansar un rato durante el corto viaje y minutos después quedo completamente dormida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD