Capítulo 5

1999 Words
Victoire Jussieu Para nadie es un secreto que las fiestas que yo organizo son las mejores, sin embargo el día de hoy planeo hacer una aún mejor de las que normalmente hago, lo primero será irnos a la casa de la playa, por lo cual le pido a Logan que envíe invitaciones, tanto personas nuevas como los mismo que siempre invitamos, haremos esto en grande. La única diferencia es que hoy tengo que invitar a la persona que menos quiero ver en el mundo, porque ahora es nada más y nada menos que mi socio, no me quedan muchas opciones. El odio entre nosotros surgió hace mucho tiempo, sin embargo dejamos de intentar asesinar al otro para que la vida no se nos fuera en ello, sin embargo ahora me estresa tenerlo cerca, porque de una u otra manera lo necesito así como el a mi. Ese es el problema de las alianzas en la mafia, no se puede confiar en nadie, solo hay que fingir que lo hacemos y seguir con la vida como si no pasara nada, en el caso de que estos molesten solo queda matarlos para que no perjudique a nadie. Así son las cosas aquí, por lo que en cada una de mis fiestas me encargo de que haya seguridad máxima, no puede pasar nada parecido a lo que pasó en el aniversario de la organización de Leonard, eso fue un desastre y una demostración más de que ellos no son los mejores. Durante años ha luchado para ser el mejor, lo que aún no ha notado es que el numero uno no debe demostrar nada, nuestras acciones hablan más de mil palabras y mi éxito lo hace por si solo. Es por ello que hoy no me preocupo en absoluto, durante el resto de la mañana y parte de la tarde me dedico a relajarme, disfrutar de un buen masaje y por supuesto, una buena siesta, debo estar tranquila para manejar todo con calma en la noche. A veces se presentan situaciones donde tengo que ayudar a Logan con alguna chica o simplemente estar atenta con las bebidas para que la policía de la costa no tenga nada que reclamar, dado que en este tipo de fiestas siempre hay algún vendedor de drogas que intenta repartir su mercancía en la fiesta. Sin embargo yo no permito eso, tráfico armas pero odio las drogas, no soporto que las consuman o vendan en mi presencia, es por ello que estoy cien por ciento concentrada en la seguridad, la mayoría de mis hombres van con nosotros. Me levanto de la cama soñolienta al escuchar la alarma que puse para las cinco de la tarde, la playa no está tan cerca por lo que debemos salir al menos a las seis. Camino con dirección al baño para tomar un baño, una vez adentro lleno la bañera con agua y esencias. Media hora después salgo del baño envuelta en una toalla, me pongo un traje de baño color azul rey y arriba de este un vestido blanco pegado al cuerpo, mis ojos se mueven por mi figura frente al espejo y me siento satisfecha con el resultado, me gusta el vestido, solo me faltan los zapatos. Me muevo por el armario y tomo unos tacones del mismo color del traje de baño, tomo un pequeño bolso y una pistola para luego salir de la habitación, no me maquillo en absoluto dado que es una fiesta en la playa, seria un total desperdicio de tiempo ponerme maquillaje cuando posiblemente termine dentro del agua. Hago resonar mis tacones por los pasillos y observo divertida como los guardias se ponen más derechos de lo que estaban, al llegar al piso de abajo ubico a Logan hablando por teléfono con alguien, una sonrisa de enamorado curva sus labios lo que me hace sentir una curiosidad muy intensa, nunca he visto a Logan enamorado, o bueno, no desde hace tres años. Por lo que me pongo recelosa cuando una mujer logra cautivar su atención, no porque esté interesada en mi amigo, sino porque sé cuanto sufrió y busco protegerlo a toda costa. Porque si hay algo que duele es la decepción y el saber que eres nada para la persona que lo es todo. No quiero que mi mejor amigo vuelva a pasar por ello, yo mucho menos. He aprendido que eso es lo que nos hace cambiar, porque para cada persona la recepción del dolor es diferente, unos solo aprenden de ellos para luego seguir adelante, otros se vuelven tan auto protectores que terminan olvidando donde dejaron la llave de su corazón. —Es hora de irnos—interrumpo de forma seria. Los ojos de mi amigo se desvían hacia mi y noto como se despide lo más rápido que puede antes de colgar. Su expresión ha cambiado por completo y se que no pretende decirme nada, tampoco pienso preguntar, su vida amorosa no es su problema, tampoco la mía es el suyo. Me dirijo hacia el exterior de la casa donde ya Logan ha mandado a preparar los autos, subo a un deportivo junto a mi amigo quien se sube de copiloto en silencio. —Espero sepas lo que haces, quiero que te cuides—menciono después de quince minutos de un tenso silencio. —No estoy haciendo nada malo—se excusa y yo suspiro. —Eso no es lo que dije, no voy a meterme en tu vida, solo te pido que tengas cuidado, te aprecio lo suficiente como para advertirte.—termino y el asiente sabiendo que viniendo de mi esa es la mayor muestra de cariño que puede recibir, debe entender que yo solo quiero cuidarlo, que nadie pueda hacerle daño como antes lo hicieron. Dejo el tema hasta allí dado que el no parece querer hablar al respecto, se que cuando se sienta seguro lo hará, así que no me preocupo. Luego de dos horas de viaje por fin llegamos a la casa de la playa donde ya esta todo listo para la fiesta, gracias a Dios los padres de logan tienen muchos empleados además que me aman y no tienen problema con prestarme su casa para mis fiestas. No es la primera que hago aquí. Dejo el auto estacionado en el garaje de la casa y arreglo un poco mi cabello antes de salir, ya hay muchas personas, no tantas para llenar la casa pero ya se nota que hay una fiesta aquí, me engancho al brazo de Logan quien busca a alguien entre la gente, parece nervioso por lo que me extraño al instante. —¿Buscas a alguien?—pregunto haciendo que pegue un salto. —Puede ser. —Sabes que puedes confiar en mi ¿Verdad? Soy tu mejor amiga, no voy a juzgarte—aclaro y el suspira. —Es una chica que conocí hace dos meses, se llama Emily. —¿Como la conociste?—interrogo tomando una bebida que me ofrece el barman. Le regalo un guiño junto a una sonrisa que recibe gustoso. —Fui a buscar a Lena a la universidad y la vi saliendo, le pedí su numero. Río sin poder evitarlo y en cierta parte siento un alivio al saber que no es una chica de este mundo, no la conoció en un bar ni en una fiesta, eso es un gran alivio para mi dado que si quieres conseguir a una buena chica, no la conseguirás en estos lugares. Yo no soy una buena chica y lo admito, mi historial criminal ya debe estar repleto, sin contar que no tengo una relación desde hace años, por lo menos no una por amor, porque una relación no necesariamente necesita tener un título, sin embargo en estos años ha sido sumamente difícil para mi tener algún vínculo emocional con alguien fuera de mi familia y Logan, nadie ha logrado cautivar mi atención al punto de que deje involucrar mis sentimientos. —Ahí esta—dice el mirando a alguien a la distancia. ¿Que hace una chica universitaria en esta fiesta? Primeramente. —¿Tu la invitaste?—pregunto y el asiente curvando una sonrisa. Ya lo perdimos. Dirijo mis ojos hacia la chica quien debo admitir es preciosa, tiene el cabello n***o hasta un poco más arriba de los hombros, sus ojos verdes miran el lugar con indiferencia, trae puestos unos tacones que la hacen ver aún más alta de lo que es y no lleva nada de maquillaje. Nos acercamos a ella hasta captar su atención y me suelto del brazo de Logan para que pueda ligar en paz, este me observa con el ceño fruncido al ver que me voy por otro camino sin embargo me ha pasado que las chicas al verme no quieren coquetear con logan pensando que es mi pareja o algo parecido, algo que no es cierto. Camino hasta estar en la barra donde le pido al barman otro trago suave, no quiero emborracharme, debo estar consciente para cuidar de Logan y de las personas en general. Luego de tomar mi bebida me dirijo a la parte de afuera donde está la parte más linda de la fiesta, fuera de la casa esta lleno de luces resaltando entre la oscuridad de la noche, mis ojos se dirigen al cielo donde sonrío sintiendo las lágrimas llenar mis ojos. Bajo la mirada unos minutos y al levantarla examino el ambiente, las personas parecen disfrutar la fiesta con alegría, no hay ninguna pelea y parece todo perfecto, tal cual como me gusta. También me gustan los desastres pero no a plenas ocho de la noche. Camino por la arena después de quitarme los tacones hasta llegar a la orilla del mar, muevo mis pies sintiendo una paz envolverme sin embargo la nostalgia me llena de pies a cabeza, la luna combinada con el sonido de las olas me trae tantos recuerdos que si pudiera borraría para que no duela, porque a veces hay recuerdos hermosos que duelen, pequeños vídeos en nuestras mentes que se repiten y te preguntas ¿Cuando pasará esto? No se la repuesta a esas preguntas, tampoco entiendo a las persona que dicen "algún día te reiras de ello" Algún día, pero... ¿Cuando llegará ese día? Suelto un pesado suspiro tratando de no seguir pensando en ello, me quito el vestido y me voy metiendo poco a poco en el agua tibia de la playa, una vez adentro me zambullo por completo mojando mi cabello. Me quedo un buen rato dentro del agua relajandome y disfrutando del buen ambiente que hay, no deben pasar las nueve de la noche cuando vuelvo a la casa, busco a Logan con la mirada y lo encuentro en el mismo lugar charlando con la misma chica. Sonrio levemente sabiendo lo feliz que debe estar y me dirijo a su habitación para cambiarme el traje de baño por ropa interior. Minutos después vuelvo a la fiesta, esta vez con un vestido n***o brillante de tirantes, este me llega hasta la mitad del muslo y lo uso acompañado con unos tacones negros. Dejo mi cabello rubio suelto y me dirijo a la barra donde pido mi tercera bebida de la noche. No suelo beber de más en estas fiestas, en las que hago en mi casa lo hago con gusto porque allí tengo aún mas seguridad, pero aquí esta la policía aún mas cerca y no puedo inventar. Lo único bueno es que la fiesta marcha bien. O bueno, marchaba. Mis ojos se desvían hacia la puerta principal al escuchar que alguien ha llegado y no es tanto que alguien ha llegado porque en toda la noche llegan personas sin parar, sino el impacto que causa su presencia, y el disgusto que me causa a mi. Observo su cabellera castaña brillante pasando entre las personas quienes se apartan, por muy borrachos que puedan estar algunos todos conocen al famoso Nard. Si, yo envié la invitación. Pero no sabía que tendría las agallas de aparecerse.
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