Entre el amor y la guerra

Capitulo 63

Victoire Jussieu

Han pasado alrededor de tres o cuatro horas desde que estoy aquí, la verdad no lo sé, solo se que ya me estoy desesperando, no se que pueden hacerle a mi familia o incluso a Leonard conmigo encerrada, fácilmente pueden matarlo y poner una excusa de que ellos no fueron, conozco a los policías, después de todo nosotros somos los malos y nadie les echaría la culpa a ellos.

Me muevo de un lado a otro en la habitación sin saber que hacer, no puedo dormir, no quiero arriesgarme a encontrar a Wells en la cama al despertar, o peor aún, que intente hacer algo conmigo cuando ahora ya no es de mi interés.

Es estresante el hecho de conocerlo, de saber que fue parte de mi pasado y que yo no pude hacer nada, que después de tanto volvió y vino a causar desastre en mi vida, porque no vino a más nada, eso es lo único que ha sabido hacer desde que llegó, no lo vi venir, claro está, mucho menos pensé que me perseguiría por un año antes de actuar.

Eso me demuestra la mente psicópata que tiene, arrastró a Celeste con el, la pobre sigue encerrada en una habitación, ya por lo menos se va adaptando a la idea de que yo no tengo fuerza de voluntad para hacerle algo, por lo menos no ahora cuando todo está demasiado reciente, puede que después de que salga de aquí decida darle la libertad que tanto desea, después de todo aquí o salimos vivos nosotros o Wells, ambos no.

Si llego a salir por mis medios el no saldrá vivo, eso es seguro.

Por lo que lo más probable es que no tenga que temer nada y pueda soltarla, no va a traicionarme con un cadáver, además de que no seguiría trabajando conmigo, supongo que buscará otro empleo o vivirá con el sueldo que ganaba conmigo, después de todo es una millonada.

Suspiro pasándome las manos por la cara y me acerco a la puerta, me siento apoyando la espalda en ella sin poder evitar poner mi oreja allí, no se escucha nada, ni un paso, ni una voz, nada.

Me han dejado aquí sola, o talvez éste en otra habitación, aunque eso no me preocuparía, si viene seria otra cosa, no me quiero imaginar de que es capaz ese loco si me niego a hacer lo que quiere.

Por ahora lo mejor es que esté bien lejos, mientras pienso en que hacer, nada me asegura de que mi familia esté a salvo, pero tampoco que esté en peligro, así que eso me da cancha abierta para poder intentar escapar apenas Wells venga, después de todo es de noche, el idiota debe estar durmiendo.

Levanto la mirada buscando un reloj en la habitación y noto que son las once y media, han pasado tres horas desde que nos fuimos del bar, lo único que espero es que los chicos no me estén buscando, no quiero que nadie salga herido, si tengo que estar aquí mucho tiempo no me importa con tal de que ellos no se expongan.

Además de que no hay forma de que sepan dónde estoy, solo que rastreen la matrícula de Wells si llegaron a verla, o su teléfono o...

Cierro los ojos recordando un pequeño detalle.

Michael.

El es el único que puede encontrarme así esté en el mismísimo infierno, dado que en mi brazo tengo insertado un chip rastreador con el que no importa donde esté, el puede saber mi ubicación exacta, si los chicos son inteligentes lo buscarán a el, si lo hicieron posiblemente me den ganas de matarlo cuando me rescaten, es muy arriesgado que vengan con todos estos guardias cubriendo la zona, aún más si vienen mañana, no creo que sean tan imprudentes como para venir de noche, conociendome, sabrán que no me dejaría de nadie, ni siquiera de Wells, el no puede tocarme ni un cabello sin que le doble el cuello, por la simple razón de que sé muchas técnicas para defenderme, gracias a Nard principalmente.

Cierro los ojos un buen rato aunque trato de permanecer atenta siento que el sueño me va venciendo, no puedo quedarme dormida, tengo que estar alerta por si Wells aparece, aunque lo dudo mucho.

Como si me escuchara el idiota los pasos apresurados se hacen presentes, me levanto con el ceño fruncido dado que son varios, no solo el suyo, parecen muy apurados

Me siento en la cama fingiendo que no ha pasado nada y veo como abre la puerta de golpe buscándome con la mirada, arqueo las cejas en su dirección pero el se acerca a mi tomandome del brazo, tomo el suyo y se lo doblo confusa por su repentino ataque pero al escuchar los autos que llegan afuera lo entiendo.

Han venido por mi, lo que me temía.

—Vamonos antes que entren.

—¿Que te hace pensar que te haré caso?—pregunto alejandome de el mientras se acerca a mi, pero entonces levanta un arma, la mía me la quitó apenas llegamos, estupido no es.

Me quedo quieta sabiendo que es capaz de dispararme, sirvo más sana que herida.

Lo dejo sujetarme del brazo para luego caminar fuera de la habitación, damos la vuelta a la casa mientras el me sujeta bruscamente, su enojo puede percibirse por donde lo veas, en situaciones donde yo estuviera armada y con mejores ánimos no estaría alarmada, pero en este caso donde no se que esperar ni tengo muchas opciones para defenderme prefiero quedarme quieta.

Escucho la puerta principal abrirse y me alivia saber que no le dará tiempo de llegar a ningún lado, sin embargo mi alivio se acaba cuando empiezan los disparos y la pelea.

Durante todo ese tiempo nosotros vamos avanzando hacia la puerta principal pero entonces veo que alguien sujeta a Nard poniendo un arma en su cabeza, Wells sonríe y mi corazón se detiene por unos segundos en los que no tengo la más mínima idea de que hacer.