Una Fantasía

1197 Words
Narra Natalia Independientemente de lo que haya respondido sentía que él tenía el control de mi vida, con tan solo oírlo hablar. Desconozco la fuerza que tuve frente a él, pero puedo asegurar que si me hubiera quedado un poco más junto a él perdería el control de mis piernas también. —Conejita —me río sola mientras caminaba a la estación de autobuses. Obviamente no es algo positivo lo que provoca en mí, pero a veces tenemos sentimientos involuntarios cuando nos sentimos atraídos y no podemos hacer nada que dejarnos llevar hasta volvernos ciegos y sí, a mí me cegó con tanta fantasía que tuve con él, mientras él me provocaba con la mirada yo me imaginaba una vida a su lado, pero como dije antes "UNA FANTASÍA". —¿Y qué hay de malo Natalia?, en serio deberías alegrarte así le demostrarás de manera directa a ese idiota de tu ex jefe que las mujeres somos más de lo que los tipos como él se creen que no somos. Como le explico a Maria que el problema no es el sino yo, que me siento débil con tan solo pensar en su nombre. —Además me gusta ese tal Aguilar, creo que puso las cartas sobre la mesa al pedirle explicaciones sobre tu despido. Suelto un suspiro al recordar ese momento. —Pienso que es mentira, tú sabes muy bien que me deje el alma para que Nicolás Taylor se sintiera satisfecho con mi trabajo. —Lo sé, pero ¿cuál sería el motivo entonces? —No lo sé, pero lo averiguaré, aunque me deje las manos en esa búsqueda. Esto es una nueva oportunidad. Maria me mira con preocupación. —Natalia, ten cuidado no entres en la boca del lobo. Las cosas se complicarán de alguna manera, lo sé, pero necesito saber que se le está pasando por la cabeza a Taylor porque sé que ese ofrecimiento de conseguirme trabajo en otro lugar no es por el simple hecho de que trabajaré con su amigo, sino que hay algo más detrás de todo eso. —¿Puedo pasar?—pregunté después de tocar la puerta de mi nuevo jefe. La noche pasó a cámara lenta, apenas pude dormir pensando el Taylor, despertó en mí todo eso que guardaba bajo el resentimiento de su despido, pero luego al pensar en cómo me agarro la mano y sus labios a unos centímetros de mí es algo que me eriza la piel con tal solo pensarlo. —Por favor—añadió él muy amable. Tome asiento frente a él y entonces empieza a explicarme sobre las condiciones del contrato, pero esta vez no tenía esa mirada que me dio ayer en la entrevista. —Srta. Williams, este es su contrato, revísalo y luego me lo regresa firmado, por cierto hay una clausura refiriéndose a lo de asistente personal, donde te indica los viajes de negocios, el trabajo fuera de la oficina, eventos entre otras la asistencia a fiestas de la empresa como mi acompañante. Preste atención mientras ese delicioso aroma se coló por mis fosas nasales, no sé que perfume es, pero me estoy viciando por completo a ese olor. Leí con determinación por un rato y después firme segura y muy decidida, necesitaba trabajar. —Perfecto Srta. Williams—dijo él cuando se lo entregué.—Ahora necesito que llame a la secretaria de Nicolás y le comentes que mañana a las diez es la nueva reunión con los nuevos inversores. —No entiendo. ¿El Sr. Taylor y usted trabajan juntos?. Me volví a sentir intimidada por su mirada azul, Aguilar me intimida al mirarme cosa que Taylor no despierta en mí. —Aparte de amigos, Nicolás y yo somos socios empresariales. Joder ahora sí que me había metido en la boca del lobo, por eso no quería que yo trabajara con su amigo. —¿Algún problema?. —No sabía Sr., por lo contrario no aceptaría trabajar con usted— bajé la mirada.—Discúlpeme, no quiero sentirme incómoda en el trabajo y muchos menos que el día de mañana me notifiquen que fui nuevamente despedida. —Usted trabaja para mí y no para Taylor, soy el único jefe que va a tener, y sobre lo de sentirse incómoda, no se preocupe que eso no sucederá porque Nicolás sabe que yo no me ando con tonterías. Asentí tímidamente y después conteste con dificultad "enseguida le llamaré". Narra Aguilar ¿Qué puedes hacer si la persona que tanto transmitió en tu vida regresa de nuevo?. Perdí la noción del tiempo cuando me informaron de la entrevista de una posible asistente y secretaria llamada Natalia Williams  estaba citada a las 11:45. Nunca había hecho una entrevista de trabajo para nadie, ya que para eso tengo personal que se ocupa de ello, pero cuando escuche ese nombre y apellido todo en mi dejo de funcionar, y cuando la vi entrar a mi oficina no podía dejar de mirarla y pensar que es la misma persona que veía en la escuela con mi hermana por parte de madre es algo que me hace sentir esos sentimientos que pensé que dejaron de existir. Fueron amigas  y siempre que podía visitaba a mi madre lo hacía con la ilusión de verla a ella.  La contemplaba de lejos, sonreía al verla jugar con mi hermana menor, hasta que un día mi padre decidió mandarme a los Estados Unidos a estudiar lo cual causó no volver a saber de ella. Pero eso no significa que quedó en el pasado, porque ella fue mi primer amor y el más sincero. Nunca la toque, nunca le hable ni siquiera me deje ver y en parte me arrepiento. Incluso no tengo el mismo apellido que mi hermana para que me pudiera relacionar con ella. Cuando volví después de años mi hermana me dijo que se marchó con su familia y no volví a saber de ella hasta el día de hoy donde es toda una mujer bellísima. Flashback —Siempre te gano Nico, deja de insistir— digo después de ganarle una vez al baloncesto. —Llegará el día en el que te ganaré. —Ya, sueña brother. Nuestras respiraciones estaban agitadas. —Mateo, sé que no debo pedirte este favor pero lo necesito. —Solo pide y si está a mi alcance cuenta con ello. —No contrates a Natalia Williams. Me puse de pie al oír lo que me estaba pidiendo. —¿Por qué?, ¿qué tanto interés tienes en ella?—alce la voz. —Tú me conoces bien y sabes como soy, pero con esa mujer siento que todo se me va a salir de control, tú ya me entiendes. Entre cierro los ojos esperando que me dé una explicación contundente. —Joder Mateo, me la quiero follar a todas horas. Todo en mí ardió en llamas. —¿Te estás escuchando?—Grité.—¿Por qué la despediste?. Este me miraba confuso. —Mi padre me escuchó hablar con Julio, donde le decía que iba a pasar momentos increíbles con la que era la secretaria de mi padre y en ese momento mía y entonces me ordenó que la despidiera, prácticamente mi padre la salvó de mis brazos, pero ahora que la encontré como tu empleada, todo volvió a surgir y esas ganas de poseerla son evidentes. Cerré los ojos para calmar las ganas que tenía de romperle el rostro al que consideraba mi amigo. —Si quieres mantener nuestra sociedad como hasta ahora, más te vale que la dejes en paz, ella trabaja para mí y no voy a permitir que la uses para saciar tus deseos enfermizos en poseer a la que se te ponga delante. —No sabía que te interesaba tanto. —Mi único interés es que mis empleados se sientan cómodos al trabajar conmigo. ESTÁS AVISADO. Fin de flashback
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