Mirarla de nuevo le causó satisfacción, había gastado una importante suma de dinero, pero incluso viajando a América no hubiera podido escapar de él. Le había durado casi un mes y medio y eso para un hombre tan poderoso como Kerem había sido demasiado tiempo, una semana habría sido lo justo para él.
Berat había recorrido junto con la “Suru” todo Abu Dabi, si ella hubiera usado tarjetas a su nombre hubiera sido más sencillo pero no lo hizo y eso les robó un mes de búsqueda. Habían gastado casi cuatro millones de euros en ubicarla, pero no importaba, era una nimiedad para la enorme fortuna del “Mudur” turco. No había mirado un miedo mayor en los ojos de alguien como el pánico que presenció aquella noche en los ojos de su esposa.
Tomó su navaja y entonces la enterró en su cuello mientras
