Entre la oscuridad.

Nacimiento. En la sala de un hospital había una mujer a punto de dar a luz, aunque estaba sola muy sola. Enfermera, –Señora déjese que quitar las vias y deje que el suero baje— Joven, —¡No entiendes esto!, no debe nacer es malo, este bebé— Obstetra, —Señora deje de hablar estupideces, solo es una bebe y tendrá a una niña— Doctor, —Buenas noches señora Jenny Quiroz, ¡BASTA YA!— —Deje de arrancar así las vías o tendré que hacerla dormir— —Para que no se haga daño usted o a la pequeña— Jenny, —¡NO LO HAGA!— Doctor, —Proceda y sujetarla ahora— Cuando desperté ya mi estómago estaba bajo a lado de mi cama, estaba ella tan pequeña. Enfermera, —Señora ya ha depertado— Jenny, —Ella es aquella bebé— Enfermera, —Señora, ella es su hija, ya tiene nombre para ella— Jenny, —Se vee normal, su rostro es tan angelical— Enfermera, —No entiendo como tendría que verse, es una bebé muy hermosa— —Aquí está, es su bebé, una niña—(la carga) Jenny, —¡No, la quiero!— Mujer, —¿Cómo no vas a querer a tú hija, Jenny— Jenny, —¡Mamá!!, has llegado— Mujer, —Deme a mi nieta— Enfermera, —Esta bien señora, ¿Cuál es su nombre?— Mujer, —Leticia Villanueva, ponga su nombre Diana Quiroz así se llamará— Jenny, —¡Mamá!, ella es una bebé del mal— Leticia, —Hija, sé que te violaron en tus vacaciones con Diego— —Y él te abandono, pero la bebé no es mala, hija deja de acusarla— Jenny, —¡Mamá!, no entiendes que algo me violo— Leticia, —¡Hija mía!, solo olvida y ama a tu hija bella— Mi mamá me abrazo, mientras esa bebé lloraba muy fuerte, cuando me dieron de alta a mi y a la bebé, salimos del hospital rumbo a la casa, había una monja parada en la entrada. Monja, —¡No dejes que esa bebé vaya a la oscuridad!— Jenny, —¡¿Qué dices?!— Leticia, —No soy devota, pero no moleste a mi hija— Monja, —¡LA MUERTE ESTA ATRÁS DE TI!, Y DE TU MADRE Y LOS QUE ESTARA A TU LADO—(impaciente) Hasta que la seguridad del hospital sujeto a aquella mujer así nos fuimos. Leticia, —Monja loca—(se van con su hija) Jenny, —Y si tiene razón mamá— Leticia, —Ya comienza, vamos a la casa mejor, hija— A llegar a la casa la bebé dormía muy tierno su rostro es tan pequeño y si es hermosa. Leticia, —Ya es hora de darle de comer a Diana— —Mírala es linda, toma hija abraza a tu hija, nadie merece tanto odió— Jenny, —Mamá no la odio, solo tengo miedo de ella— Mi mamá me obligó a sentarme me dio a la bebé hasta ella me hizo dar mis senos para que lacte mis pechos. Su boquita pequeña de la bebé tocó mi pezon sentía como succionaba hasta que me mordió. Jenny, —"Ay", mamá mira me mordio— Leticia, —Hija no sangra— Jenny, —Mamá ella es un monstruo, tenía antojos— —De sangre y carne cruda cuando estaba en mi vientre— Leticia, —Hija entiendo mucho y te ayudare con ella— Así pasaron los años, mi mamá me ayudó hasta que aquella niña provocó la muerte de mi madre, se había caído del balcón. Hasta que llegó la policía para que levante el cuerpo sin vida de mi mamá y también ver los hechos que sucedieron. Diana, —(llorado) Mamá alguien me llamo— Jenny, —¡CÁLLATE MONSTRUO!— Diana, —Mamá, yo no hice nada—(llorado) Policía, —Señora deje de acusar a su hija— —Los testigos dice que la niña estaba en el pasillo del edificio— Jenny, —Ellos miente— Vecina, —Esa mujer es un monstruo, a ella debe llevarla a la cárcel— Policía, —Señora, por favor retirarse— Vecina, —¡Pobre niña!— Así fueron los días hasta que está sola otra vez con ella, Diana lloraba jamás me dió la ganas de abrazarla solo la odiaban más. Estaba sola sin ayuda, mientras mis hermanos vivían lejos solo vinieron al velorio y de ahí se fueron sin ayudarme a mi. Hasta tome el viejo oficio, que es a la prostitución, traía hombres al departamento, era tan violento eso encuentros hasta ella cumplió 7 años no podía verla ella mato a mi madre que tome un palo y la golpee. Diana, —¡No, mamá!, yo no la mate a la abuela, ella me amaba— Jenny, —¡CÁLLATE MONSTRUO!— Diana, —Mamá, yo solo quiero que me quieras, por favor mamá— Jenny, —Tu eres una mala— Hasta que le rompí el brazo, me había quedado pasmada verla llorar. Jenny, —Perdóname hija—(la abrace a mi niña) Diana, —Yo te quiero mamá— Salí de aquel departamento así vestida vulgar a llegar al hospital las personas me miraba. Enfermera, —Señora por favor, ¡váyase!, este lugar es decente— Jenny, —Mi niña se rompió el brazo— Enfermera, —Mejor llevale a otro lugar— Jenny, —¡No!, acaso no es un hospital— Grite como loca hasta que llegó un joven médico que nos ayudó. Llevo a mi hija a sala de operaciones, si estaba preocupada y triste por haberla hecho daño. Cuando acabó la operación aquel joven doctor salió de haberla operado a mi hija. Joven, —Ya salió su niña— Jenny, —Gracias estaba preocupada por ella, perdone por mi apariencia— Joven, —Si me acompaña hacia mi oficina— Jenny, —Esta bien— Ahí aquel doctor comenzó a besarme el cuello y ahí bajo a mi parte íntima, me había sacado la tanga que tenia puesta toco con su lengua mi v****a hasta se desabrocho su pantalón. Jenny, —Doctor esto es malo— Joven, —Y como me vas a pagar— Jenny, —Entonces abriré mis piernas— Antes se levantó para cerrar la puerta de la oficina, pero está vez yo me arrodille para poner mi boca en su m*****o viril para succionar su parte íntima. Cada caricia que daba él se volvía loco hasta sacarle la leche y así beberlo hasta que me penetro, dimos gemidos y gemidos hasta llegar al extasis del placer, a terminar me abrazó jamás había sentido eso en ningún hombre que solo tenemos sexo. Joven, —Me llamo Tomás Reguera, sabes has tirado muy delicioso— Jenny, —Ojalá volvamos a vernos, aunque sabemos que no será— Tomás, —Al último me gusto, sabes pronto tendré mi despedida de soltero— —Puedes venir y ver jóvenes que seguro te pagarán mejor— Jenny, —Sabes que soy— Tomás, —Una prostituta, si lo sabia— Jenny, —Yo antes era policia— Tomás, —Y que te paso, cuéntame— Jenny, —Hasta me iba a casar con mi enamorado— Tomás, —Lo lamento tanto, eres bella mujer y tiene que ser buena madre— Jenny, —Gracias, ¿Cuando dará a mi hija de alta?— Tomás, —Hoy, además este hospital es caro para ti— —Podría ir a visitarte a ti y a tú hija— Así fue como vivimos en una relación clandestina los dos, y así Tomás se casó con su novia de alta sociedad, mientras paso un año, yo estaba embarazada de él, su primer hijo lo lleve en el vientre. Cuando Diana cumplió 9 años, rara vez la vi comiendo carne cruda, mientras mi bebé cumplía un año de vida a mi lado. Lo amaba tanto a mi hijo y a Tomás era un amor puro aunque lo nuestro está prohibido, estaba feliz había encontrado un trabajo de mesera y tenía una familia, aunque Diana no la ama. No podía amarla, cada vez le tenía miedo, odio hacia ella, pero a la vez quería amarla, mi hijo es mi mayor prioridad ahora. Tomás siempre venía y acabamos en la cama así que paso dos años ya tenía un trabajo decente, era tan feliz con él. Había encontrado una nueva vida, una nueva razón de vivir aunque con Diana mi hija, aunque Tomás venía a ver a su hijo, y de paso calentar la cama, pero así éramos muy felices con él y nuestro hijo, ahora siento que pronto llegará otra bendición.