Vivir sin Ti

El fin de semana transcurría con normalidad, todas las chicas estaban locas por la idea de tener a chicos en el internado.  El día lunes Susana  y yo nos despertamos muy temprano. Susana deja caer su larga cabellera ondulada sobre su espalda. Tiene un cabello largo y n***o que la hacen lucir espectacular. Mientras yo también opta por dejarlo igual, mi cabello es corto que me llega hasta los hombros, lacio y castaño.  Ambas nos encaminamos a nuestro salón de clases. Habían varios jóvenes y señoritas de pie, sentados en los pupitres. Hablando otros queriendo tener una conquista.... Al entrar ambas buscamos un asiento cercano una de la otra. A pesar del poco tiempo transcurrido nos hemos hecho grandes amigas. Encuéntranos los últimos asientos al final del salón. Pero mientras ambas caminábamos entre los demás jóvenes sin percatarnos lo que a nuestro alrededor pasaba. Narra Fernando Gaytán:  Me encontraba  una esquina del salón leyendo un libro y que al ver entrar a dos hermosas niñas ante mi mirada quedo sorprendido  ante la belleza e inocencia que ella mostraba, mis ojos quedaron hipnotizados al ver deslumbrar la belleza de..... ella. Soy de tez blanca, cabello rubio, y ojos verdes. Quede realmente atónito ante la hermosura de sus ojos avellanedos. La maestra entró al salón e inicio las clases. Pero mi mirada no se apartaba de la imagen de esa hermosa joven, no se como pero no salía  de mis pensamientos.  Al terminar el día, corrí a buscarla, Cristina, es su nombre,  pero no pude hallarla entre tantos estudiantes. A la mañana siguiente llegue temprano al salón de clases para poder encontrarme  con sus hermosos ojos. Luego de varios minutos la vi entrar, Cristina entró por la puerta y por unos instantes nuestras miradas se cruzaron haciendo que todo a nuestro alrededor desapareciera. Sus ojos avellanados se toparon con los míos. -Cristina, Cristina decía su amiga Susana. Quien de inmediato hizo que volviera a la realidad. Solo dio una sonrisa tímida, la cual en su rostro la hacía ver mucho mas linda aún.  Las horas transcurrían dentro del salón pero por mas que intentará no podía concentrarme, Cristina y sus lindos ojos,  no podía sacarlos de mi mente ya que guardaba la tierna mirada de ella. Al salir del salón decidí acercarme hacia Susana y Cristina quienes sonrieron al verme. Hola- soy Fernando un placer conocerlas, dije extendiendo una mano mientras mi mirada buscaba la de Cristina. Ambas saludaron gustosamente, y se presentaron. Entre dientes Susana susurraba a Cristina. Pero ella solo respondía con una tímida sonrisa. Será que les agrade?