IV

2015 Words
Mi cabeza retumba, el olor a quemado; las personas quemadas en el edificio, esto se trata de mi... Yo mate a todas estas personas.  Blackwell cae de rodillas mirando el edificio, por inercia empiezo a arrastrarme hacia atrás pero entonces Aquiles se fija  en mi y le grita a Blackwell mientras que este mi mira como si fuera un pedazo de pizza con piña. Trato de levantarme pero no tengo fuerzas, sus labios se mueven repetidas veces pero no puedo entenderle nada; sus manos cogen cada lado de mi rostro y allí en ese momento caigo en una oscuridad nuevamente, excelente momento para desmayarme. Solo puedo escuchar la voz de Blackwell en la lejanía; mandando a quien sabe quien pero mi cabeza duele tanto que es imposible abrir los ojos. — Juro que si no despierta, todos morirán — Su voz fuerte y demandante hace que intente moverme; nuevamente ciento esas manos en mis muñecas.  Apenas logro abrir mis ojos levemente para ver la cara de Aquiles echa pedazo, frunzo el ceño para buscar a Blackwell que esta al otro lado mirándome como si fuera por segunda vez en el día una pizza con piña. — Solo es por la impresión; su vista y audición están bien trata de... No agitarla — Aquel medico indica haciendo que Blackwell lo mire como si quisiera matarlo. — ¡Todos fuera! — Blackwell grita haciendo en segundos quedemos completamente solos; su mirada furiosa, lo se por sus ojos cargados de fuego, literalmente.  Agarra un plato justo al lado de mi para estrellarlo en la pared del fondo, haciendo que me levante y trate de alejarme de el. El me mira con tanto odio que lo miro sin entenderlo. — Cien personas murieron, cien personas murieron solo si Stefano no te hubiera visto en la carretera mientras huías de mi; espero que sientas cada vida perdida tan fuerte que nunca puedas dormir, porque fue tu culpa; Evelina Roberts — Blackwell habla cerca de mi rostro, escupe esas palabras que me dejan en mi lugar; recuerdo los chicos que jugaban cada tarde abajo del edificio, la bebe... Las lagrimas salen, el espera que diga algo pero simplemente empiezo a llorar tapando mi rostro. Escucho como golpea la madera de la cama, pero solo puedo pensar en aquellas vidas perdidas. Fue mi culpa. Se que se sentó al lado de mi; su cuerpo, mi cuerpo lo puede sentir. Su brazo roza en mi cintura haciendo que deje de llorar pero aun sigo tapando mi rostro. Blackwell Dagger me esta abrazando y de la mas extraña manera me reconforta como nunca nadie podría hacerlo.  — Yo tengo mas sangre en manos, solo debo ponerte a salvo; solo necesito hacer eso — Susurra para que solo pueda escucharlo y lo miro. Sus ojos ahora de un color como la rosa mirándome cada centímetro; con su mano izquierda me limpia aquella ultima lagrima. — Necesitas descansar — Se levanta como si fuera una bomba, se dirige hacia la puerta dispuesto a irse pero antes se detiene. — Mañana deberás recoger las cosas en tu universidad; estamos todos en peligro — Si dijera que pude dormir seria mentira. Tuve pesadillas, una habitación tan grande hace que sienta esa oscuridad y temor como años atrás. A la mañana, Aquiles me deja una muda de ropa mientras me avisa que iremos en media hora. No he sabido nada de Blackwell, desde que mostro un acto humano; tal vez tiene alguna enfermedad con los gérmenes.  Al bajar, hay muchos hombres con pistolas haciendo que retroceda, pero Aquiles me llama para irnos. Todos se fijan en mi, pero no me miran; solo miran mis zapatos y es bastante extraño. Nos montamos en un carro totalmente normal. — Estaré en una esquina; te pondrás un micrófono y cámara; a lo que escuches o mires algo todos vendrán a sacarte... No intentes nada... — Parece muy nervioso al dejarme salir. Con total descripción veo los hombres de Blackwell tienen rodeada la universidad. Apenas entro todos me miran con pena haciendo que no sepa que ocurre. Tal vez saben lo del edificio. Voy directo hacia la oficina y la directora me abraza con tantas fuerza que me hace extrañar. — Lamento mucho lo de tu compañera Anderson... Estuvo en el momento equivocado — Habla con pena tomando mi mano, mi corazón empieza a latir con tanta fuerza; estoy por hablar pero la voz de Blackwell en el micrófono lo detiene.  — Solo asienta y termina de formalizar la salida, un movimiento mal; te dejare aquí y te pudrirás en la cárcel Roberts —  La directora me mira sin entender, pero solo asiento y ella no deja de hablar sobre que los terroristas nos mataran a todos. Al salir con mis papeles, al pasar el casillero de Chloe lo entiendo. Ella estaba en el edificio, ella me estaba esperando para que arregláramos la discusión; flores y mensajes hermosos, maquillaje. Siento que todo se detiene; las lagrimas salen poco a poco como si fuera posible y me alejo del lugar con tanta rapidez. Olvidándome mis cosas y buscando un poco de aire. Puedo ver el carro donde vine, solo faltan unos metros. Pero Tyler se interpone en mi camino con gesto dolido.  — No sabes cuanto lo siento, Ivy... De verdad me hubiera gustado que fuera todo diferente — El coge mi mano pero lo miro sin entender. Sus labios se siguen moviendo pero solo puedo ver el cuerpo de Blackwell totalmente enojado viniendo hacia nosotros. — Siempre he querido besarte, no es mejor momento pero puede ser el comienzo de algo; a Chloe le hubiera gustado — Al decir eso su rostro se acerca al mío, sus manos cogen mis hombros y lo miro con la boca abierta. Pero Blackwell se interpone; me deja a espaldas. — Tiene novio, piérdete de mi vista — Su voz nuevamente autoritaria; puedo ver a Tyler retrocediendo.  La mano de Blackwell me sostiene para meterme en la camioneta blindada, no puedo hablar, solo puedo pensar en... — Te vieron con ella Blacki, estas demente — Puedo escuchar la voz de Aquiles pero solo puedo sostener su mano con fuerza cerrando mis ojos con tanta fuerza.  Tapo mi rostro nuevamente y aguantando mis lagrimas espero llegar al lugar que estemos dirigiéndonos. Siento a alguien ponerse a mi lado; y el olor a mentas se hace presente haciéndome saber que se trata de Aquiles.  Me abraza con fuerza, hace los típicos sonidos "Shhh", hasta que puedo dejar de llorar. Levanto mi rostro y Blackwell esta mirando hacia la ventana, lo entiendo. Ver a alguien llorar es deprimente.  Llegamos a una casa totalmente normal si se trata de Blackwell. Solos nos quedamos nuevamente los tres. Intento estar un momento sola pero la presencia de Blackwell. — No te dejare sola, no cuando huiste y cien personas murieron.  — Solo quiero despedir a mi mejor amiga —. Demando y este me mira con su ceño fruncido. Pero acepta y me deja en un gran árbol.  Me pongo de rodillas, la arena se implanta en mis manos haciéndome sentir lo húmeda que esta, el aire es denso como si realmente el mundo le costara avanzar.  — Siempre dijiste que tendría un gran futuro, que tendríamos; no sabes cuanto lo lamento, siempre vivirás en mi; siempre lamentará tu trágico futuro que fue mi culpa. Recuerdas cuando, llegue a la universidad y peleaba con todos porque a todos les caía mal; tu te sentaste con tu rosa despampanante en el comedor y dijiste "Niña, seremos mejores amigas". Espere un mejor futuro para ambas, casadas; con una carrera exitosa y juntas — Lo ultimo digo sollozando, mi rostro esta totalmente rojo y no puedo hablar con fluidez. Es como estar frente a su tumba... Ni siquiera encontraron los restos.  — Escribe su nombre, así siempre vivirá su recuerdo en este árbol; te aseguro que nadie lo cortara — Aquiles me pasa una navaja con una sonrisa tierna. Su largo cabello rubio, su ahora golpeada cara me hacen saber que pasaría perfecto como un modelo... Pero esta en este mundo. — ¿Blackwell te golpeo? — Pregunto y lo veo sonreír de medio lado. — No sabe expresar sus emociones, pero... Cuando pensó por unas horas que tu estabas muerta; es la primera vez que lo veo tan... — ¿Humano? — Completo la frase para ambos sonreír levemente.  — En verdad te quiere proteger, solo no sabe como actuar con una chica; menos con una tan bonita como tu — Aquiles bromea haciendo que ruede mis ojos. Veo su nombre tallado, "Chloe Anderson"; en ese árbol con tantos años que ahora tienen el nombre de una de las mejores personas que he conocido. La paz termina al llamado de Blackwell totalmente desequilibrado Dagger haciendo que respinguemos en nuestro lugar. Al voltear esta en la entrada de la casa, con su camisa entre abierta haciendo que se vea como en un comercial de condones; tiene una bolsa en su mano izquierda y con ese toque de peligro que es totalmente ese toque. El toque Dagger.  — Te presentare como mi pareja; la jefa, Stefano no tendrá personas a su lado; vístete rápido — Dice dándome la bolsa y mirándolo sin entender. Pero ni siquiera se digna en mirarme.  Entro en una pequeña habitación para ponerse un vestido rojo ajustado; haciendo que recuerde a Chloe y lo que diría. "Te vez tan perra, me encantas".  Escucho carros llegando con velocidad así que me apuro en salir; Aquiles es el primero en reparar en mi presencia y se levantan golpeando su cabeza con una lampara.  Blackwell esta de espaldas, dando ordenes pero al voltear se queda totalmente mudo. Recorre su mirada por todo mi cuerpo haciendo que quiera que nunca pare. Pero cuando nuestras miradas se conectan vuelve el toque Dagger que odio. Me hace montarme en la camioneta; Aquiles y Blackwell están de cada lado y por inercia le doy espacio a Blackwell haciendo que Aquiles y yo estemos mas juntos. — No hablaras con nadie, no te separaras de mi; no te quedes sola, Stefano puede aparecer — Blackwell habla pasando su brazo por mi espalda y reposando en mi cintura; atrayéndome hacia el, en este punto la mitad de mi cuerpo esta encima de el. Puedo sentir su perfume envolviéndome ese que huele a hombre. Volteo mi rostro para encontrar su mirada, esa que no deja de verme; sus labios carnosos y esa pequeña cicatriz en su barbilla que no había notado. Veo como también empieza a ver cada detalle. Y deja su mirada en mi escote. Su mano va hacia allí, mi parte consciente y sana me dice que me quite; pero el lado que "Me gusta el peligro, comemos peligro" me dicen que me quede.  Su mano acomoda mi escote, su gran mano roza mis pezones haciendo que trague grueso y todo mi cuero cabelludo se levanten rápidamente.  — No inclines tu cuerpo, tus pechos se saldrán — Su voz es ronca y baja; como para que escuchemos solamente el y yo. Solo asiento y puedo ver que llegamos al "Silence Bar".  Sus hombres bajan y rodean el bar, las personas se emocionan al saber que verán al gran dueño. Si solo supieran saldrían corriendo.  Aquiles es el primero en bajar, seguido de Blackwell que habla con sus hombres. Mis manos sudan al pensar que estaré nuevamente con esos psicópatas.  La puerta se abre, y todos los presenten me miran con intriga; Blackwell no deja de verme y con su mano reposando casi en mi espalda baja me pone demasiado cerca de el. Todos las chicas me miran con envidia, y los chicos como si estuvieran a punto de tener un orgasmo.  — Cuando te diga que me mires solamente a mi; lo harás, Evelina — Su tono demandante me alerta, su rostro esta muy cerca de mi cuello. — Solo me miraras a mi; como solo yo puedo mirarte a ti — Suspiro por la sensación que manda. Y sus labios mordiéndose haciendo que abra levemente mi boca. Pensamientos sanos, Ivy. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD