Luces neón, gritos, olores desagradables es lo único que siento al entrar al bar. Todo parece tan normal que no parece que se oculta el gran secreto justo detrás de sus espaldas.
La barra esta llena de gente, pero puedo ver a una chica morena y cabello corto mirándome con desagrado; repasa su mirada a Blackwell y lo mira de una manera inexplicable. Como su todo. Frunzo el ceño al de inmediato y este aumenta el agarre en mi cintura.
Veo la puerta, aquellos mismos gorilas que me les escabullí ahora no son capaces de verme, a diferencia de las otras veces esta desierto; no hay cuerpos, no hay olor a metal. Todo parece desierto.
Eso hasta que salen un grupo de gente para recibirnos, todos tienen mascaras que ocultan su rostro; Aquiles se coloca del otro lado sacando su pistola al igual que los hombres de Blackwell.
— La trajiste para que honremos que te coges a una mujer, que sensato Dagger — Murmura el de la mascarilla de calavera para que todos se rían en conjunto, quiero retroceder pero se que el agarre de Blackwell no me dejaría.
— La traje para que vean su rostro, no es secreto que Stefano esta detrás de ella aun así cuando es mi pareja; y es la dueña de nuestro bar. ¿Estarán en contra de su jefa?.
— Nada nos dice que no nos delatara con la policía — Ahora un rubio se alza para mirarme amenazadoramente.
— Yo decidí entrar, en el momento que Blackwell y yo formalizamos nuestra relacion; tendrán las maneras de buscar información para saber que es verdad — Hablo por primera vez con voz autoritaria; puedo fijarme en la leve mirada de Blackwell y las miradas sorprendidas de todos.
Muchos solo asienten, pero hay un grupo junto con el de mascarilla de calavera y el rubio que sacan sus armas.
— Stefano nos prometió aun mas seguridad que tus hombres nos pueden dar, solo debemos llevársela — El rubio habla con burlesca, y Blackwell quita el agarre de mi cintura dejándome un síntoma de despreocupación.
— Evelina, mírame — Blackwell demanda en el momento que agarra mi espalda para que quede pegada a su cuerpo, solo puedo ver sus ojos ahora de un tono amarillo que nunca había visto; escucho disparos detrás de mi, pero no puedo dejar de mirarlo. Y estoy segura que no me gustara lo que vea.
— Si alguien esta de parte de Stefano, morirá; solo yo los protejo — Blackwell vocifera con un tono de voz nunca escuchado, un líder.
En un momento, retiran los siete cuerpos para que todos hagan lo que suponen que hagan. Blackwell es entretenido por preguntas sobre futuros negocios y yo voy en busca de un buen trago. Los hombres de Blackwell no me pierden de vista.
Me siento en uno de las taburetes del bar, el bar de este lado que solo tienen whiskey y algún vino caro.
— Quiero una bebida dulce — Le digo a una chica que no tomo mucho en cuenta, solo puedo entretenerme en ver la espalda de Blackwell.
— La nueva atracción del jefe Dagger, si que eres bonita y... Inocente — La morena de cabello corto prepara la bebida antes pedida mientras me mira con un tono de burla.
— Supongo entonces que sabes que soy la jefa, podría sacarte de allí por tus palabras.
— El jefe Dagger no lo permitirá, sabes cuando las niñas inocentes como tu duermen... Las chicas malas se divierten — Termina de decir para colocar la bebida, la miro sin creerlo y solo niego la cabeza.
— Dices conocer a Dagger, pero ni siquiera sabes como llego aquí o ese secreto que todos saben y por eso es el mas temido...
— No caeré en tus jueguitos.
— Dirígete al hospital Florence de la av.87; sabrás la verdad y como me gozo cada noche de tu pareja, nunca podrás satisfacerlo porque entonces deberías morir.
— Piérdete, mujerzuela — Una voz se une a nuestra conversación, la morena solo tuerce los dedos y me dispongo a mirar el dueño de la voz. Alto y delgado con rasgos nada distintivos me miran con melancolía.
— Supongo que valió la pena venir a conocer a la jefa; soy Jace Grace y seré tu salvación cuando esto te supere — Habla animadamente en el momento que agarra mi mano y deja un pequeño papel.
— Solo debes dejar sonar tres veces, y te sacare de esta mierda — Sentencia para desaparecer de mi campo de visión.
— Blackwell te espera arriba — Aquiles aparece con una mirada incomoda; pero en este momento no me apetece nada.
Subir esas escaleras y verlo en aquel sillón donde casi me matan no es de mi agrado y mucho menos pensar en como cogen esa camarera y el.
— Me iré de viaje, Aquiles estará contigo; no seas pesada.
— Claro, de igual forma solo soy una niña inocente, ¿Para que esforzarse? — Termino de hablar para que Blackwell me mire como si estuviera loca. Pero soy salvada por unos hombres que quieren hablarle.
Bajo rápidamente, y siendo perseguida por Aquiles. Tengo suficiente de esta mierda. A parte de que un psicópata me quiere matar ahora soy la cuernuda.
— El coge con alguien, hice la mayor vergüenza — Habla dejándome caer en el asiento; veo como Aquiles intenta decir algo pero simplemente se queda callado.
— El solo busca...
— Lo mejor para mi, ya me se ese dialogo
Llegamos a la casa y solo me adentro a mi habitación.
Puedo verme en el espejo, una Ivy totalmente cambiada; con un gran vestido y mirada vacía. Me quito todo con tanta fuerza que rompo los tacones haciendo que me lastime el tobillo.
Maldigo levemente alto y en ese momento entra Blackwell mirando hacia todos lados hasta reparar en mi.
— Sal — Pido ferozmente pero el me ignora para hacerme sentar en la cama; veo su cabello peinado a rodillas de mi y puedo imaginarme como esa perra se lo jala, debería hacer eso yo.
¡Que carajos! ¡Estoy loca!.
— No quiero devolverme en mitad de este viaje, es... Importante.
— Vas a buscar mas perras, ¿Qué importante hay de eso? — Cruzo mis brazos para tapar mi escote y este me mira claramente enojado dispuesto a salir.
Puedo verle salir ferozmente de la habitación, sus músculos tensados me hacen saber que esta muy enojado y yo quedo en mi lugar.
Miro al techo esperando que el sueño venga a mi; mis pensamiento son un caos haciendo que tape mis oídos aunque es inútil. Puedo saber que estoy teniendo un ataque de pánico; mi sudoración, el aire que me falta.
Las lagrimas empiezan a salir, me pongo de pie ignorando el dolor en el tobillo; y me dirijo al baño. Me siento en el escusado para coger mi pecho y intentar respirar.
"Sálvame Ivy" la voz de Chloe me descompone haciendo que caiga al piso; cojo mi cabello con fuerza, pido ayuda para que todo calme; solo puedo sentir oscuridad, frio y miseria.
Hasta que unas manos calientes tocan mis muñecas haciendo que un deja vu se haga presente.
Solo puedo escuchar su voz a la lejanía, haciéndose cada vez mas y mas fuerte.
— Evelina, recuerdas lo que te pedí esta noche; mírame — Exclama con fuerza para entonces encontrarme con sus ojos que me miran como siempre lo hacen, sin emoción.
Me fijo en su mirada, me fijo en como mis uñas están encajadas en mi pecho y ahora puedo sentir el dolor del agarre. Blackwell fija su mirada y se echa a un lado. De un rápido movimiento me quedo sentada en sus piernas, trato de quitar la vista pero el no lo permite.
— Cuando sientas eso, solo piensa en lo mucho que me odias.
Oh créeme Blackwell, lo ultimo que hago es odiarte.
— Siempre los he tenido, siempre pienso que puedo lidiar con ellos pero...
— Te consumen cada vez mas... No eres la única que lidia con sus monstruos internos.
— ¿Te da miedo morir? — Pregunto al aire.
— No le tengo miedo a nada.
— Sabias que tus ojos cambian de color, cuando estas enojado son rojos; y cuando estas... ¿Normal?, son amarillo, así como el sol. Mis ojos son color caca pero los tuyos son bonitos — Tapo mi boca por la cursilería que acabo de decir.
Genial, quede como una estúpida. De nuevo.
— Hablo demasiado cuando estoy nerviosa, yo... Me callare.
— No, habla todo lo que quieras... Tu voz es calma —. Su voz es bastante gentil a comparación de todo este tiempo, su mirada es suave; sus ojos me miran con atención y su boca.
Estoy mirando su boca. El esta mirando la mía. Ayuda. 3312.
Acerca su rostro para dejarla a un solo movimiento, aguanto la respiración cuando cierra los ojos pero simplemente hace eso al abrirlos sus ojos vuelven a estar en su toque Dagger y frunzo el ceño.
— Confía en Aquiles, debes confiar en Aquiles solamente, ni siquiera en mi.
— ¿Te iras por mucho tiempo? — Pregunto cuando esta apunto de salir.
— No lo se, depende cuanto me tarde en matar a Stefano.
Y así sin mas sale dejándome boquiabierta. Si encuentran a Stefano no habría amenazas; puedo empezar de cero.
Con esa pequeña esperanza puedo quedarme dormida con el olor implementado de Blackwell en mi cuerpo.
A la mañana siguiente, la casa se siente aun mas sola; miro a todos lados esperando ver a Aquiles pero no hay rastros de el. Me siento en el pequeño comedor con vista al bosque para desayunar, cuando siento la puerta principal abrirse agarro un cuchillo del almacén.
El torso desnudo de Aquiles me recibe seguido del rostro de el bastante sorprendido.
— ¡Vaya!, la pequeña Ivy sabe como defenderse — Bromea cuando bebe una botella de agua como si no hubiera un mañana.
— Blackwell se fue mas temprano de lo normal, así que solo seremos los dos; tengo maratón de Harry Potter y dos kilos de helado — Ofrece alzando sus cejas repetidas veces, solo asiento y espero a su regreso.
Como es de esperado, la mañana transcurre tranquila; Aquiles se sabe todos los diálogos de Harry Potter y come mucho helado.
— Supongo que no dormirás también en mi habitación — Pregunto para que Aquiles mire al techo con intriga.
— "No puedes dejarla sola, si alguien la encuentra; te matare y te cortare en pedazos" — Imita la voz de Blackwell en un tono grueso muy exagerado. Me rio a carcajadas mientras el me mira con entusiasmo.
— Esta es la primera vez que te veo sonreír, sonreír de verdad — Vocifera sorprendido haciendo que lo empuje juguetonamente.
En ese momento su teléfono suena, va hacia la cocina y luego tira maldiciones repetidas veces.
— Debo ir al bar, no puedes irte; si no me matara Blackwell — Me pide mientras busca algo con rapidez.
— No tengo a donde ir de todas formas.
— Vendré rápido; hay policías tratando de investigar el lugar. Solo quédate a allí — Termina de decir para salir por la entrada principal.
Por un momento me quedo mirando la película, pero recuerdo las palabras de la morena; el hospital esta bastante retirado pero se donde tienen dinero; y esta es mi única oportunidad. Después de todo, se que nunca podre escapar de Blackwell Dagger.
Me cambio rápido y busco en el cuarto de Blackwell efectico; para encontrarme con un fajo de dinero y sonreír como en las películas. Tengo que salir por la entrada de atrás y atravesar el pequeño bosque para encontrar la carretera. Como si estuviera todo de mi lado pasa justamente un taxi que me mira con curiosidad.
— Para el hospital Florence de la av.87 — Le pido al señor regordete y pistacho.
Puedo verme alejada de la casa, puedo ver como voy en busca de respuestas que ni siquiera se si seré capaz de lidiar.
— Llegamos, señorita — Avisa para pagarle y bajarme del auto.
"Hospital psiquiátrico Florence".
Oh jodida mierda.