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4824 Words
—Esta es la llave su habitación. Me entregó la tarjeta de acceso y pasó de largo hasta el elevador, lo seguí casi a dos o tres pasos tras de él. Una notificación me hizo mirar la tableta. El solo ver de quién era la notificación me hizo quedar en blanco. Sabía que Andras era importante pero no que se internaba en la boca del lobo. —Señor, ¿Quiere confirmar su cita con Viktoria Empire para hoy a las diez? —entré al elevador y este esperó a qué se cerrarán las puertas. —Primero, siempre es prioridad un Empire y la prioridad sobre todos ellos es Viktoria Empire, grábate eso, segundo, sí, claro que sí, la pregunta es necia, Tercero, tu vendrás, así que arréglate. — Al escuchar esas palabras pude sentir un micro infarto ocurrir en mi pecho, no tengo ropa de gala para ver a la reina. — por tu expresión supongo que no tienes nada de buen aspecto. Odiar se quedaba corto para lo que sentía en ese momento. —Vete a tu habitación y espera a que yo te llame, no confío en que tengas buen gusto. —Ante tal afirmación lo miré de pies a cabeza. —¿Acaso escogerá usted por mi? —¿Debo confiar en que lo harás tú sola? —Si. Usted es mi jefe, no mi pareja. Así que lo haré yo, gracias. Me di la vuelta para irme. Que idiota era. —Ten en cuenta que esto no es una reunión cualquiera, quisiera seguir conservando mi dignidad ante ella. —Ante sus cortantes palabras no pude hacer más que contener mi enojo, suspiré y Me giré a verlo. —¿Qué tengo que ver yo en eso? —este, aún en el umbral de la puerta, arqueó una ceja y me miró directamente. —no pareces alguien capaz de no hacer comentarios aleatorios en una cena de la que depende mi cabeza. No tardé nada en descubrir ese comentario hecho por tu tercer jefe hace menos de dos años. —…diablos…— no se te ocurra probar licor. Te lo advierto. Tras esta advertencia entró a su habitación y azotó la puerta tras de sí. Estaba consciente de que la palabra de un Empire hace más peso que la palabra de casi cualquier persona. Pero no lo iba a avergonzar de esa manera… Necesitaba ese trabajo… Así como necesitaba romper su perfecta nariz para que se callara de una puta vez, era demasiado odioso, molesto, patán. Me recordaba al café, amargo, pero lo necesito para vivir… No en el sentido que piensan. Miré los números de las puertas, ninguno tenía el de mi tarjeta… Me mantuve con la mente en blanco por un par de segundos hasta que todo se conectó en mi mente. Al notarlo respiré profundo y volví al elevador. Ese hijo de las mil putas me dejó un piso debajo de él. ¡Un jodido piso! Se que en realidad no es nada, pero era un gesto odioso de su parte hacerme subir con él cada que necesitara algo sin siquiera decirme nada de antemano. Me metí en la ducha solo para calmarme, necesitaba paciencia para buscar en mi ropa algo que pudiera usar para una cena o lo que fuera eso. Tal vez, como es algo de negocios como dice él, pueda usar algo de lo que ya tengo. Dios, primer día y ya quiero empujarlo al vacío. — Veamos que hay por aquí. Encontré mi vestido azul oscuro, es discreto, formal y bastante lindo, es a los hombros y de manga a los codos, es de corte a la rodilla, pero no sé ve mal. Con el peinado, el maquillaje, los zarcillos, el collar y los zapatos correctos, se vería elegante. Miré el vestido y pensé un poco, ¿Cómo irá vestida ella? Digo, desde que obtuvo la presidencia de Hexagon, se le veía mucho en trajes, juro que es una completa gloria verla, ¿Cuánto costará uno de esos outfits que usa?, Más de lo que podía costear de seguro, ahora que lo pienso su ropa era generalmente discreta, bastante elegante y siempre tenía ese aire de superioridad, también parecía ser muy distante y fría. Creo que cualquiera quería ser como ella. Para tener casi cuarenta años y estar divorciada se mantenía como el día en que tomo la presidencia. Bueno, obviamente el dinero hace magia con todos, aunque, ella no pareciera del tipo de persona vanidosa… bueno, no lo se. Y como mi jefe era un limón, no podía preguntarle nada así sea por curiosidad. Escuché el timbre de uno de los celulares que tenía, levanté ambos y el que sonaba era el que me dejó Andras. Acabé de retocar mi delineador y Salí con la tableta en mano. Suspiré y entre en el elevador mientras atendía la llamada. —¿Ya estás lista? — Preguntó con impaciencia en su fría voz. —Estoy bajando. Cuando llegué me dirigí a la salida del vestíbulo del hotel. Me quedé en blanco cuando lo vi, era un clásico traje de saco y pantalón n***o, camisa blanca y corbata roja, pero él, era el problema. Lucía genuinamente preocupado y puede que nervioso o al menos eso era lo que su mirada me decía por segundos. El viaje fue silencioso. Lucía intranquilo en sus movimientos, al mirar su rostro de reojo parecía completamente sereno. Quien sabe, este sujeto esconde bien sus emociones, pero, esa mirada prepotente está inquieta, no ha dejado de revisa su celular. Suspiró aliviado al observar su celular, parecía ser una buena noticia. —Al fin una buena noticia. — le miré en silencio, al menos me había visto con menos indiferencia que antes, supongo que debía de ser algo realmente bueno. — ¿Qué? — pregunté, lo cual pareció asustarlo ligeramente parecía que no estaba acostumbrado a la curiosidad de nadie ya que además de esta reacción pareció pensar en su respuesta por un par de segundos. — Tal parece que no solo estará presente Viktoria, sino también Bastian Bryukanov, Evan Müller, Hefesto Raptis, Lucius Empire, Ascar Saxena y Marcelo Balastro, así que, estoy consciente de que, si todo va bien, a lo mejor, no, definitivamente podré hacer muchos cambios necesarios en la empresa. Además, si no mal recuerdo tal vez tengas con quien hablar — dijo la última parte mirándome de reojo mientras aun sostenía su celular. — véale el lado bueno, mientras mejor esté la relación con ellos, el sueldo de todos aumentara en proporción al trabajo que se haga, ¿no es eso lo que importa? … Ok… tuve que procesar la información. Así que lo que este demonio acaba de decirme es básicamente que tendré cerca a la representación física y multimillonaria de los 7 pecados capitales… Definitivamente si hablo de mas no vería la luz del amanecer, ay dios, protégeme de mi misma. —Mientras no hables de más, no hay nada por lo que debas preocuparte. — lo hacía a propósito… No se porque ni como lo sé ¡pero sí que él lo hacía a propósito! Suspiré intentando evitar el pensar en lo obvio, a pesar de su odiosa amargura y forma tan odiosa de decir todo, tenía razón, mientras no hable de mas estaremos bien, y podría tener mas dinero en mi cuenta sin que este déspota demoniaco tenga que decirme que hice o no mal. Sería mas trabajo si es que se haría cargo de asegurar todo lo que hay en la red de esas empresas, que de pequeño no tenía nada, pero, técnicamente a mas trabajo, mayor ingreso en la empresa, lo que sería mas dinero, y por ende, un jugoso aumento también. — ¿Y según usted que debería “evitar”? — dudó un poco, me miró y solo se rio entre dientes. — Conociendo a tu tipo de gente, supongo que solo deberías respirar y ya, pero, tomando el tema enserio, evita a toda costa todo lo que involucre farándula, evita eso y si en algún momento alguno de ellos menciona eso, Viktoria no es demasiado paciente, no puedes comparar que lo hagan ellos a que lo hagas tú. Con Bastian es mas que todo no hablar de su vida o lo que salga en los programas de chismes; a Evan Müller seguramente ya lo conoces, Si no quieres que te apuñale con la mirada por el resto de tu vida cada que lo veas, que será bastante seguido, te aconsejo que no toques nada referente a su madre, ese caso fue muy sonado incluso hoy en día; con Hefesto dudo mucho que te dirija la palabra; lo mas probable es que Lucius sea el que mas o menos pueda llegar a decirte algo, es bastante curioso, pero el veneno que puede llevar en sus palabras, es algo que tienes que evitar a todo momento; con Ascar mejor no lo mires mucho, tal vez esté de mejor humor por que ahora tiene una hija, pero, no es probable que sea amable, y con Marcelo… mejor no digas nada, Marcelo no tiene la misma actitud que su apariencia demuestra. — Esta bien, si me hablan debía de contestar con respeto… es lo único que pude sacar de esas instrucciones, pero dudo mucho que al menos uno de ellos no me mire como una alimaña. — ¿Qué es lo que sabe de ellos? — Me preguntó con sus ojos verdes directamente clavados en los míos, realmente poseía la cualidad de una mirada que intimidaba a quien fuese. Me lo pensé un poco antes de responder: — Lo que todos saben en general, de Viktoria Empire que es la hija menor de Alexander Empire; que es una mujer imponente y tiene muchas medallas por servicio militar tras graduarse de la Seven Stars, al igual que los otros seis; también que su único esposo nunca tuvo intenciones de nada con ella y al divorciarse creyó que tendría la mitad de la empresa y declaró que ella era frígida y demás cosas que solo lo hicieron quedar mal. De Evan Müller, que tiene cuatro hermanos, dos hermanas y dos hermanos… todos menores; que a su madre la secuestraron por cinco años; también graduado de la Seven Stars; es arquitecto como su padre. De Hefesto Raptis que es hijo del general de artillería Giorgio Raptis; ocupa su lugar como diseñador de armas en la empresa Exium el cual hace mucho se graduó en física pura y también hizo un postgrado en aeronáutica. De Marcelo Balastro, no se mucho mas allá de que es hermanastro de Gianluca Ramazzotti; que es un impresionante diseñador de interiores; suele ser muy amigable y eso. De Ascar Saxena sí que no se nada mas allá de que es un inversionista sin falla alguna; dueño de la línea de hoteles, spa y resort con el premio de cinco diamantes durante ocho años seguidos, uno por cada uno de sus hoteles. De Bastian Bryukanov que es como usted, se encarga de la seguridad a nivel informático y además de que empezó con la producción de un sistema que dicen: “el mismo asegura que será mejor que Windows, Android y iOS juntos”. — Este me miró directamente con lo ultimo. — Sería una idiotez que Bastian dijera eso a nivel publico, olvida que eso podría llegar a pasar, con lo demás tiene un conocimiento básico, pero es un peligro para mi que menciones la mayor parte de eso. Así que, se lo pondré simple, si le dirigen la palabra les contesta, sino, no. — volvió a mirar su celular. — ¿Tampoco nada de la Seven Stars? — pregunté ingenua, a lo cual el levantó la mirada. — Depende. — Respondió a lo cual respiré hondo y empecé a jugar con mis dedos con algo de disimulo. — Usted sabe que como todos en la Seven Stars hasta a los graduados le ponen algún apodo y ellos fueron los lideres de sus grupos… mucha gente aun recuerda eso.— Pareció entender a lo que me refería. — Les gusta presumir eso, así que seria tu única oportunidad de abrí la boca sin arruinar todo. — suspiré, un poco menos tensa. Si bien admiro esos logros, ya que yo ni con mucha ayuda pude pasar el primer examen físico, honestamente lo envidiaba y los admiraba a todos. Debieron ser increíbles en esa época. Sentía que el auto se detenía así que bajé, seguido de mi bajó Andras, miré el lugar, la entrada era enorme y magnifica, tenía una apariencia realmente majestuosa y parecía que se desarrollaba una especie de fiesta tras la misma. Elena. Lindo nombre para un lugar tan impresionante. Seguí a Andras unos pocos pasos atrás mientras nos adentrábamos en ese impresionante lugar… y allí lo noté… ese era el mismo hotel en donde desperté esa mañana, apreté los labios y traté de mantenerme tranquila, digo, “¿es imposible que me encuentre al mismo tipo que dejé solo en la habitación en el mañana cierto?” Si, era imposible, algo en mi cabeza hizo clic, me sentía bastante estúpida, era uno de la misma línea de hoteles, pero no el mismo, tonta que soy, ni siquiera estamos en el mismo país, a veces creo que me dejaron caer cuando era niña, suspiré tranquila y seguí tras Andras. La fiesta era bastante tranquila, mucha gente charlando entre si, una música bastante calmada y los camareros sirviendo las bebidas. Podía ver varios vestidos elaborados y hermosos, alrededor, la decoración era muy bonita y el olor a perfume costoso era muy abundante. Ladeé mi cabeza para ver que había al frente, Andras estaba siendo guiado por uno de los mozos al piso de arriba, subimos por las escaleras y el ambiente se hacía mas tranquilo, hasta que la música cambio por completo nos abrieron las puertas a un gran salón donde había pocas personas, pero me interesaba quienes estaban allí, no era como los esperaba ver… bueno, osea si lo había imaginado así, pero, no esperaba que así fuera, digo, parecen la mafia. La mesa era amplia y redonda ellos parecían estar jugando cartas, Viktoria Empire estaba vestida de n***o, supuse que era un vestido, era a los hombros y de escote recto, manga larga y ajustado, tenia el cabello hecho una trenza cola de pescado ajustada que caía por su hombro, el collar dorado en su cuello resaltaba del oscuro vestido de lo que parecía ser seda, con un corpiño ajustado. Por su derecha se encontraba Evan Müller, utilizaba una camisa negra, había dejado el saco sobre la silla donde estaba sentado, sus ojos color rubí estaban fijos en sus cartas, tenia un anillo en el anular de la mano derecha, con la que sostenía un vaso corto de vidrio n***o. Junto a este estaba Bastian, era fácil reconocerlo por ese cabello rojo intenso con una coleta, supuse que era real el chisme de que una de sus millares de amantes le había cortado el cabello, no tardaron en encontrarla, no se por que, pero ese hombre ama tener el cabello largo, solo veía su perfil, este si estaba vestido de forma diferente, tenia una camisa roja, una corbata negra y casualmente, hablando de mafiosos a la antigua, esos tirantes que no recuerdo haber visto a nadie en este siglo usarlos, solo los he visto en películas. Junto a él se encontraba una silla vacía seguida de Ascar, cabello n***o ojos color olivo, un perfecto perfil egipcio, vestía tal cual estaba vestido Andras. Luego Marcelo que si bien lucia impecable y tranquilo, por alguna razón, quiso llevar hasta sombrero sobre su bonito cabello rubio. Seguido de él estaba Lucius que hizo lo mismo, pero con u sombrero blanco en lugar de gris y n***o. Por último, al lado izquierdo de Viktoria estaba Hefesto Raptis quien solo tenia un suéter n***o de cuello alto, el saco estaba sobre el espaldar de su silla, tenia una cara de perro amarrado que nadie puede ignorar y solo faltaba llenar esa silla vacía, Andras se sentó tranquilo llamando la atención de todos solo con su presencia. —Hasta que te dignas a llegar, creí que ya no vendrías, estábamos considerando decirle a Tamara que ocupara tu lugar…— Nunca creí que podría escuchar en vivo y en directo la voz de Hefesto Raptis, es mejor de lo que la televisión deja apreciar. Miré discretamente alrededor y me di cuenta de que Andras me hizo señas, me acerqué y básicamente me presentó ya que yo no tenia palabras para empezar a hablar… Ellos se quedaron hablando de negocios mientras jugaban cartas y yo acabé sentada junto a otros asistentes que habían venido a la fiesta de abajo junto con ellos ya que era costumbre. Además de que servía de mucho si había que reconocer el rostro de alguien y su jefe no lo recordaba, su trabajo era disimuladamente decirle quien era para refrescar la a memoria o si era alguien que había ascendido a un puesto de poder alto muy recientemente. Ellos tenían que saberlo todo de esas personas, el trabajo no era realmente como creía. Louis era el asistente de Viktoria, pensé que tenía más o menos mi edad, pero no, resultó incluso ser mayor que Viktoria, parecía apreciarla mucho, es el que mas habló. Pero eso le resta tensión al ambiente con los demás que están muy en lo suyo, parecían ser como sus jefes, competitivos… Las copas iban y venían, y, tras un rato, los que debían estar mas consientes, apenas llegaron a un acuerdo, acabaron viendo estrellas entre copas. Ya veo porque debían estar en una sala privada, era mas fácil para ellos estar en confianza y hacer sus tonterías… ya saben, ser (supongo yo) ellos mismos. Evan y Hefesto no se separaban de Viktoria, mientras ella hablaba con Andras; Bastian por su lado estaba pelando con Lucius por que no le devolvió su reloj hace unos diez años y Marcelo junto con Ascar estaban jugando piedra, papel y tijera para ver quien se quedaría con el último trago de gin-tonic en el vaso. —Ay dios, ahí va de nuevo. —Miré a Louis, quien solo suspiraba con una sonrisa burlona en sus labios. — ¿Quién o qué? — me gusta el chisme. Este me miró y señaló con la mirada en la dirección de Viktoria. Mientras Evan y Hefesto discutían entre si tal parece que se llevan mal cuando están ebrios o algo así, Andras estaba con Viktoria, no podía creer lo que veía, parecía otra persona, mejor dicho, era otra persona, ese no era el Andras amargado y displicente que conocí esa mañana, ese era casi un niño enamorado, tenía los ojos relucientes y una amplia sonrisa en sus labios, ese hombre no era mi jefe, me lo habían cambiado y no me di cuenta. Parecía que tenía algún plan con Viktoria porque quien sabe que estaba diciéndole ya que ella no parecía poder dejar de reír. —Cierra la boca que te tiraran una moneda. — no me había dado cuenta. —¿Qué paso con mi jefe? —pregunte bastante asombrada, Louis solo rio y volvió a señalar a Andras. —Lo mismo de siempre, intentando quien sabe que con Viktoria, tiene casi once años en lo mismo, desde que yo recuerdo Andras a estado prendado de ella, ¿y quien no?, los Empire tiene un encanto muy raro y un magnetismo casi maldito. — “¿¡pero este sujeto no es casado!?” pensé. Seguido de lo cual hablé. —¿¡Pero Andras no es casado!? — Louis asintió. — No le temé a nada por ella, claro está que la idea de separación de bienes y el contrato prenupcial que Andras y Úrsula firmaron antes de casarse no fue ni mas ni menos que asegurando el terreno por si tenia oportunidad con ella. Pobrecito, hará fila eternamente. En ese momento recuerdo haber deseado que así fuera, ese hombre no parecía real con esa belleza. — No creo, Andras parece hacer buena pareja con ella. Louis se encogió de hombros en respuesta. — es complicado, ya Viktoria tiene a alguien mas en mente. — Me sorprendí bastante. Supongo que debe ser uno de ellos. — y creo que a él le corresponde de igual manera. — ouh… No pude evitar sentirme mal por los sentimientos de mi jefe. Pero supongo que así es la vida. Luego de algunos minutos les dejaron bastante agua para calmarlos, y volvieron a una naturaleza medianamente aceptable y más… profesional … supongo. Viktoria le entregó el maso de cartas a Andras. Este… ¿cómo lo puedo explicar?, este hombre tenía talento con las manos a niveles insospechados, la manera en que manejaba el maso de cartas es demasiado hábil, las empezó a repartir mientras seguían hablando. —¿Cómo haces eso? — Le preguntó Bastián mirando sus cartas. —Mucho me temo que no tengo una respuesta concreta para eso, supongo que es talento y ya —Se encogió de hombros y siguió jugando con tres cartas entre sus dedos. Yo seguí mirándolo como idiota tratando de entender como lo hacía. —Creo que es tu único talento — Andras suspiró y le aventó una carta como si de una daga se tratase, rompiendo la liga de su cabello. Bastian le miró mal, y sacó otra liga de su bolsillo. —¿Para que más?, Es mejor tener uno y usarlo bien que cien y no saber cómo usarlos — Se dio cuenta que lo estaba mirando así que fingí estar hablando con Louis. —¿Qué se supone que tomas? —este levantó la mirada y miró su vaso. —Té de durazno. — ¿Quién toma eso en medio de una fiesta, de noche y rodeado de licores caros a tu disposición? —¿No había algo de tu gusto?.—este sujeto era el asistente de Viktoria Empire… y tanto él como ella parecían ser los que no tomaban. —Estoy a cargo de una mujer de más de dos metros, en tacones, con un vestido costoso y delicado, que tiene más presencia pública que el papa y si respira ya la prensa lo publica, en un segundo piso, abajo hay gente, ¿Crees que me arriesgaré a qué por mi culpa se caiga?, No solo por ella si no por mi… es más pesada que Yo, si me caigo me dolerá, pero si ese llega a caer escaleras abajo el que muere soy yo —…y por muy raro que suene… Tenía mucho sentido, por su estatura debía tener al menos, como mínimo, más de noventa kilos o noventa kilos. —buen punto — dije encogiéndome de hombros y seguí con mi trago mientras el disfrutaba de su té. —Además, mañana tengo medio día de trabajo. —…estoy muy segura de que Andras me hará trabajar el doble. —¿Cómo es tener a la Gran Devastadora como jefa? — Ante mi pregunta este me miró y luego de reojo unos segundos a Viktoria, pareció pensárselo. — Bueno, profesionalmente es muy exigen… lo interrumpí. —No no no, no entiende mi pregunta, olvida lo profesional, ¿Como es ella, como es tenerla como jefa, que sé siente estar junto a un titán de su calibre?.— Tras rectificarme el pareció pensar con mas calma.— Impresionantemente... simple, es directa, bastante fácil de comprender, abierta a cualquiera que esté dispuesto a aprender, sabe un poco de todo, pero, es increíblemente curiosa, si algo desconocido está presente la primera en meter la nariz es ella, le gusta mucho inventar, con lo que sea, es bastante tímida, sensible y muy honesta, parece insensible pero solo es directa, también es complicado hacerla enojar…aunque si se aburre con facilidad, en lo personal, bueno, sería alguien muy, pero muy perfeccionista, ella misma arregla los modelos de sus autos así tenga que desarmarlos tornillo por tornillo, es muy difícil engañarla, es… solo es imposible, una vez un mecánico novato usó aceite sintético en lugar de semisintético y el motor sonaba extraño, no era un ruido muy notorio pero parecía un ligera vibración más como el ronroneo de un gato. Ella y el mecánico de turno, que hacía la última revisión fueron los únicos que se dieron cuenta.— …”¿Son distintos para cada tipo de auto?, ¿No es lo mismo?” pensé.—No tiene preferencias a nivel general, pero, si eres mecánico por convicción es muy probable que te contrate más rápido que a un asistente común, digo, trabaja con autos, es obvio que el asistente también debe tener al menos un mínimo conocimiento, pero, es gracioso, como ahora ha llegado gente un poco rara, sobre todo en estos días llegó una mujer diciendo que las pruebas para la parte de ensamblaje eran muy complicadas.—parecía querer reírse.— directamente bajó con ella, para aclarar: la prueba es básicamente saber el uso de la maquinaria y por supuesto, como algo muy importante, saber cómo se ensambla y confirma un motor, de cualquier modelo, eso no importa, estoy seguro de que no esperaba ver a la jefa que estaba a más de 100pisos por encima del taller, armar uno por si misma, fue interesante ver cómo jamás volvió, también hay algunos que por ser “ Especiales”, dicen, merecer un trato preferencial. —había oído de eso. — Sí, si escuché de eso, también del problema que tuvo con eso de que tiene que incluir a un 50% más de mujeres en la empresa, la prensa no pudo contra ella, parece darle igual la opinión pública. — ambos nos reímos un poco de eso. — Le da igual, Viktoria es alguien interesante, puedo decir que es como una mezcla de niña y mujer, como un extraño hermano mayor y una hermana menor que le gusta hacer lo que quiere solo porque puede. A veces se torna irritable y si no está de humor es bastante torpe y distraída, pero es muy raro, suele intentar controlarse la mayor parte del tiempo, es muy orgullosa, arrogante y callada. Pero tiene una linda sonrisa. — Le miré mientras me mordía el labio y estreché los ojos. Esa carita yo la reconocía. —¿Es tu jefa o tu sueño preferido? —Este solo sonrió y me miró. — Tal vez. —ohhhh si, amor secreto. —Cuando pasas tanto tiempo con alguien es inevitable tomarle cariño o cierto aprecio, puede decirse que me agrada mucho mí jefa, supongo…— siguió con su té. —Es muy linda. —Dije viendo esa encantadora sonrisa. —Si, bastante. — Parecía alguien con quien quisiera trabajar…— Andras se ha ilusionado con Viktoria por años, creo que por eso se reúsa a aceptar un no. —en verdad eso sonaba como algo que un tonto enamorado haría. —Era gracioso como el destino se empeñaba en mantener a esos ocho juntos, siete que si se graduaron juntos y Ascar que no parecía tener algo mejor que hacer cuando se les unió en la universidad. Bueno, no es de sorprender. — se dio cuenta de que lo miraba atentamente. —Bueno, si lo piensas son un equipo extraño por dónde lo veas, la cuna de la codicia, pero también alguien leal, (Señala a Viktoria), el orgullo en carne viva y un protector nato (Hefesto), la Rabia pura, y alguien bastante paternal por naturaleza,(Evan), Manipulador y venenoso, también tiene un lado pasivo y muy pegajoso, (Lucius), es muy odioso cuando le place serlo, pero tan cariñoso que da jaqueca, (Marcelo), alguien arrogante, imponente y muy insensible cuando quiere, pero es un romántico empedernido que no consigue a quien darle flores sin razón aparente.(Bastian), Ascar solo es odioso, pero Ama a sus hijos. Pero, Andras oh no, Andras es un laberinto viviente, es contradictorio en sus emociones con respecto a lo que dice y siempre es opuesto a lo que hace, es raro, muy difícil de tratar, pero, como todos, tiene por defecto una debilidad con vida, Viktoria para el significa mucho, no se porque, pero, significa mucho, puedo asegurar que la quiere más que a sí mismo, digo, vino aquí solo por ella, y eso que mañana es su aniversario de bodas, si eso no es un te amo, no se que lo sea. Andras sí que era raro, seguía en lo suyo, pero, esa mirada no se iría a ningún lado mientras estuviéramos allí. Honestamente,me desagrada un poco el hecho de que nadie diga nada acerca de que está casado y mire de esa manera a Viktoria. Es un poco hipócrita de mi parte decirlo pero, bueno, yo nunca estuve casada y pensé en alguien más
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