Capítulo 8 parte 2

1070 Words
– …¿Estás diciendo que cada uno debe ser la niñera de un alma divina? – Sí, Kaelus. Seremos los cuidadores de ellas. Kaelus guardó silencio intentando asimilar lo que le decían. De cierta forma lo entendía. Él como guerrero tenía que cuidar no solo su zona, sino que era el encargado de comunicaciones en nuestra empresa. No solo de una sola línea sino de todo el conglomerado por lo que su trabajo aumentaba y tenía a mucha gente bajo él a la que dirigía. Sería pesado no solo para él sino para todos tener que además cuidar a una humana y el malestar se hizo presente cuando Héctor habló. – ¿Cuidar? ¿yo? Já, Caesar ¿perdiste la cabeza o algo parecido? Espero tengas presente que todos estamos ocupados, en especial yo. Te recuerdo que la línea de la salud no descansa, no puedo perder mi tiempo cuidando a alguien cuando tengo cosas más importantes que hacer. Héctor era el compañero de Kaelus, cuyo dios era Apolo y quien era el director general de la línea de salud también estaba ocupado con lo suyo. Ellos dos estaban a cargo de California y vivían exactamente en San Francisco. Si bien eran compañeros, ninguno de los dos hablaba más de una hora, no lo necesitaban porque funcionaban bastante bien de esa forma. – Concuerdo con Héctor, no estoy dispuesto a cuidar de nadie. Soy experto en las comunicaciones, tengo que centrarme en comunicar, no en ser niñera. – A mi no me importaría cuidar de alguien. – Adrián, tu no te cuidas a ti mismo, no puedo pensar en que cuidarás de alguien más. Todos comenzaron a discutir y yo solo quería volver a mi cama. Entendía que algunos no estuvieran de acuerdo, yo mismo no estaba muy seguro de hacerme cargo de alguien más que no fuera Adrián. Pero ¿era necesario estar discutiendo como niños? Un toque hizo que nuestra discusión bajara un poco, aunque no todos callaron, cuando al fin se abrió la puerta, todos guardaron silencio. Frente a nosotros estaba el compañero que una vez no pudimos rescatar. Raelus estaba de pie frente a nosotros cubriendo casi toda la puerta, era idéntico a Kaelus, pero había algo que claramente los diferenciaba aparte del cabello claramente rapado de Raelus. En Kaelus se notaba el vacío, no había sentimientos, en cambio, en Raelus había tormento, una dureza que antes no había lo que me hizo preguntar qué clase de tortura sufrió todos estos años encerrados, también se notaba la mezcla de sentimientos de la conmoción, la sorpresa. Un carraspeo femenino y muy curioso hizo que la conmoción de Raelus se perdiera, lentamente se hizo a un lado y entonces mi respiración se cortó, mi corazón latió rápido, como si hubiera corrido miles de kilómetros. Una despampanante pelirroja vestida con un conjunto verde, esos leggins moldeaban perfectamente sus caderas anchas y piernas rellenas, su polo a tiras dejaba un escote que me hacía querer bajar un poco más para poder admirar esas tetas redondas y grandes, me preguntaba si por atrás se vería tan bien como de frente. Me entraron unas ganas enormes de darle vuelta y verlo por mí mismo. Tenía una melena corta y tan roja como el fuego que moría por tocar ¿tal vez si me acercaba lo suficiente podría rozar un poco de su cabello? Un ruido sordo hizo que mis pensamientos se cortaran. La silla en la que estaba sentado Caesar fue a parar al suelo, sus brazos puestos sobre la mesa como si con eso le diera un impulso extra para poder acercarse si era necesario. Cuando volví mi vista hacia donde él estaba viendo, capté todo. Estuve tan concentrado en la mujer pelirroja que no me di cuenta que una muy embarazada Nora se encontraba a su lado. Nuestro líder se intentó acercar a Nora, pero ella se escondió rápidamente tras Raelus quien no dudó en ponerse frente a la humana. Fruncí el ceño, pero guardé silencio, en cambio, fue un Caesar confundido quien habló. – Pero ¿qué…? – Caesar, soy consciente que tú, Damián y Adrián deben conocer muy bien a Nora puesto que la trajeron en un inicio en contra de su voluntad y luego se encargaron de protegerla, pero he de decir que como guerrero es mi deber protegerla de todo y de todos y eso incluye si alguno de ustedes pone en tela de juicio su moral o buenas costumbres. Nora y Rubí han pasado por muchas cosas y lo que menos se quiere aquí es que ellas se sientan incomodas con nosotros que somos quienes deben velar por su bienestar. Así que espero todos nos comportemos según las circunstancias y tengamos una buena conversación. En mi mente las palabras de Raelus volaron cuando supe el nombre de la pelirroja, Rubí. Era adecuado para alguien como ella, tenía unas ganas enormes de pronunciarlo que casi no me di cuenta cuándo fue que los que estuvieron de pie se sentaron. Normalmente esa mesa era de doce, pero como se puso se hizo espacio para las dos humanas. Intenté concentrarme, intenté anotar todas las cosas que Nora contó, desde el escape hasta el secuestro, juro que intenté ser lo más racional posible, pero la pelirroja frente a mí me lo hacía difícil. Incluso cuando Kaelus hizo preguntas a Rubí me tensé, no me gustó que él le dirigiera la palabra ¿por qué me sentía así? finalmente me calmé cuando el hermano de Raelus volvió a Nora, pero después de escuchar lo que preguntó preferí que se quedara callado por una vez. – Entonces ¿me puede decir cómo usted quedó embarazada, Nora? Dioses, ¿porqué no podía callarse? Sabía que Kaelus carecía de sentido común, pero incluso yo sabía lo que significaba ser sutil. Intenté abrir la boca para inventar algo, pero su gemelo se adelantó. – Hermano, creo que es obvio el cómo una mujer puede quedar en estado. Tu pregunta aparte de grosera no tiene sentido alguno. Raelus miró a su copia fijamente, en la habitación no se hizo ruido por unos segundos. Era la primera vez que veía una especie de ¿pelea? Entre los gemelos, aunque admitiría que hubiera sido entretenida, teníamos que parar si lo que deseábamos era avanzar con la agenda que teníamos y así podría acercarme a la pelirroja. Felizmente Marcus pareció leer mi mente porque medió entre ellos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD