Capítulo 21 parte 2

1085 Words
Eso ya lo sabía sin que Hades me lo dijera. Armas divinas. Eran las armas que antiguamente los dioses usaron en su momento de gloria. Tras la caída de su gobierno y como la esencia de los dioses fue a parar a contenedores, esas armas divinas se escondieron esperando algún día volver a ser útiles para sus dueños. Si un simple humano tocara una de esas armas, no pasaría nada, sería simplemente una herramienta sin vida, sin poder. Una cosa diferente pasaba con aquel que tenía alma divina como nosotros. Si un guerrero tocaba un arma que no era nuestro, solo nos pasaría una pequeña descarga que nos hacía sentir incómodos hasta que dejáramos de tocarla, pero la cosa cambiaba si nos atacaban con un arma divina, eso nos aseguraba la muerte, aunque fuéramos inmortales. Era peligroso. ¿cómo hacía conseguido su arma divina? Cronos parecía haber visto nuestra sorpresa, así que rio más. – ¿Sorprendidos? No me digan que vinieron aquí sin haber encontrado sus armas divinas. Eso me podría esperar de Poseidón, pero no de ti, Hades. Siempre meticuloso, siempre pensando a futuro. Pero bueno, después de hoy, no tendrán futuro para pensar porque ambos se irán al inframundo. Cronos se movió y nosotros nos preparamos. Ese maldito titán primero atacó a Adrián. Rápidamente intenté detenerlo, pero fue demasiado rápido. No sé si usó algún poder o si era su mero talento para poder pelear. Cronos me alejó con una patada y todo pasó rápido. Cronos introdujo su hoz en el estómago de Adrián. La sorpresa y shock en su mirada. – Primero acabaremos con el tonto. El pobre dios que seguía los pasos de su hermano el infiel. El que nunca tuvo pensamientos propios, pero siguió obedeciendo a su rey a pesar de saber que cometía errores. Pobre Poseidón siempre queriendo ser como alguien que no eres, morirás sin ser admirado por nadie. – ¡Aléjate de él! Me abalancé sobre él. Cronos sacó su hoz sin importarle el dolor de Adrián y lo empujó, se alejó unos pasos preparándose para el ataque. Él esquivó, golpeó y atacó sin dudarlo, aun con esa sonrisa estúpida en su rostro. – ¿Ahora quieres defenderlo? Me sorprende, después de todo él y Zeus fueron quienes te engañaron y te hicieron vivir en el inframundo. Dime ¿qué se siente ser tirado como basura cuando ya no les eres útil? – No me interesa lo que hablas, yo tengo una misión. Así que cierra la boca y pelea. – El pobre Hades, centrado en su misión, tan débil para sentir rencor, pero dispuesto a servir a quienes te traicionan. – Solo quieres perturbarme mentalmente. Cronos soltó suaves risas, contrario a mi dificultad para seguirle el ritmo, él parecía divertirse, como si estuviera jugando y no peleando por su vida. – ¿Hades te contó sobre mi juego favorito? – No hubo necesidad, lo puedo suponer. – Qué contenedor tan interesante. Lástima que seas tan inútil como tu dios. ¿En verdad piensas que tus compañeros no pueden deshacerse de ti? No debes ser tan leal cuando el mundo te puede dar la espalda. Eso es lo que le pasó a Hades, ¿por qué no te pasaría a ti? La fuerza de Cronos aumentó, sentí el peso de la hoz contra mis cuchillas. ¿En qué momento aumentó su fuerza? ¿Por qué se demoraba tanto Caesar y Raelus? Cronos volvió a reírse mientras pateaba mi estómago y me alejaba unos pasos. – ¿Preocupado porque tus compañeros no entran a escena a ayudarte? Me tensé, rápidamente miré a mi alrededor. Buscando justamente alguna señal de Raelus y Caesar ¿Qué carajo estaban haciendo? Pero pronto me di cuenta. Alrededor de nosotros había una especie de bruma que nos rodeaba. Fruncí el ceño mirando nuevamente a Cronos quien, divertido jugueteaba con la hoz en sus manos. – ¿Ya te diste cuenta? – ¿Qué hiciste? – Estás peleando con el dios del tiempo ¿De verdad piensas que no usaré mis poderes? En este espacio el tiempo no existe, es mi centro de juegos personal y tú estás en él. Mierda. Esto no iba bien, si esto seguía así, terminaría como Adrián. Hades, ¿puedo usar los poderes? – Podemos, pero como no lo hemos practicado adecuadamente, no sé en qué cantidad podrías usarlos. No importa cual, necesito algo ¡ya! Hades no dijo nada, solo sentí que de mi cuerpo entero era engullido por la oscuridad. Todo ese espacio de juego de Cronos también se llenó de pura sombra y oscuridad. Con eso podía esconderme y atacar sin que él se diera cuenta. Al menos con eso tendría oportunidad de salir vivo de ahí. – Ah, la umbraquinesis. ¿Solo heredaste ese nivel de poder? Es una lástima. No dije nada, para esto necesitaba guardar silencio. – ¿Intentando no ser notado? Eso está bien. Es una lástima, si fuera un buen padre me enternecería, pero ambos sabemos que ni yo soy buen padre ni ustedes buenos hijos. En especial tú, mi hijo mayor, la primera decepción. ¿Sabías que cuando supe que Rea estaba embarazada lo primero que quise fue decapitar a ese bastardo que se formaba en su vientre? – … No dije nada, en silencio saqué unos pequeños cuchillos de mi bolsa en silencio. Me moví lentamente en medio de las sombras, en silencio, la oscuridad me consume, la oscuridad y yo somos uno, nadie nos nota. Con eso lancé unas cuantas cuchillas, pero Cronos las esquivó todas, aun riendo, como si estuviera danzando, como si esto no fuera una batalla. ¿acaso ese hombre era más fuerte que todos nosotros? Me frustré, pero me negué a dar alguna señal. – Recuerdo claramente cuándo naciste, supe de inmediato que no serías normal, no lloraste, no hiciste ni un ruido, incluso cuando te engullí no hiciste ni un sonido, solo me diste esa mirada llena de vacío. Ahí me di cuenta lo lúgubre que era tu alma. ¿y sabes qué es lo mejor? Tus hermanos también lo vieron y aprovecharon esas ansias tuyas por querer pertenecer que te engañaron y te encadenaron a un lugar tan lúgubre como tú. Oye…¿Estás bien? – …Ya estoy acostumbrado, no te preocupes. Algo se removió en mi interior, ¿tal vez era porque la vida de Hades se pareció a la mía? Algo parecido a la pena rodeó mi corazón ¿Cuánto había sufrido? – No vayas por ahí. Estoy bien.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD