Capítulo 38. ¿Me dirás que él te lo hace mejor que yo? Vamos, no juegues conmigo porque sabes que no es así. —Alis. Despierto en mi habitación; mi abuelo me toma la mano mientras veo a mi tía examinarme. —Ahí está mi princesa, ¿cómo te sientes? —Mi abuelo me besa la mano y yo solo quiero llorar. —Tengo sueño, estoy muy cansada, ¿podrían dejarme dormir? —Claro que sí, cariño, pero antes quiero que comas, estás más delgada y además muy pálida. —Me pasa una bandeja con comida y yo me como lo que trae para mí; no puedo evitar sentirme incómoda por sus miradas. —Alis, ¿tienes algo que contarle a tu abuelo? —¿Qué quieres decir, baba? —¿Eliot? ¿Qué pasa con él? —¿Podemos hablar mañana? Me duele la cabeza. —Está bien, pero mañana hablaremos. —Me da un beso y sale dejándome con mi tía

