Nacimiento
Capítulo 1.
Nacimiento.
Narración
A las 12 con 30 minutos de la tarde es ingresada por emergencia a la clínica del norte de Nueva York una madre que lucha por dar a luz a su bebé, quien después de una fuerte caída se dispone a nacer. La madre da todo de sí para traer al bebé al mundo; hasta su último aliento lucha dando a luz a un hermoso varón. El doctor, al ver a la madre agonizando, lucha por salvarla, haciendo todo lo posible para no perderla. Derrotado, observa al bebé que no para de llorar mientras es atendido por las enfermeras y se dispone a preparar el cuerpo de la madre. Llenándose de valor y con el corazón destrozado, se dirige a la sala de espera en busca de un familiar a quien darle la trágica noticia.
—¿Familiares de Melanie Gutiérrez? —dice sin aliento, notando la presencia de un hombre, quien dirige sus pasos así a él.
—Soy su esposo —dice un hombre alto de ojos verdes, quien en su corazón desea ver a su esposa y a su bebé, sintiéndose culpable por el trágico accidente de su esposa.
—¿Señor Gutiérrez? —dice el doctor acercándose para tocar su hombro.
—¿Sí?
—Lamento informarle que su esposa ha fallecido después de dar a luz a su bebé, lo siento mucho.
—¿Qué dice? Esto es imposible, no, Melanie, Dios, no me hagas esto, Melanie. —El hombre no lo podía creer, no podía asimilar el hecho de que la mujer que ama está sin vida en una habitación, dejando a su bebé huérfano.
El hombre destrozado cae al suelo llorando con un gran dolor que lo invade hasta los huesos; la mujer que ama con su vida acaba de fallecer, dejando en la sala de parto a un hermoso bebé, quien pesa 4 kg 200 g, con una muy buena salud.
—¿Señor Gutiérrez? —Se acerca a él una gran mujer, quien ha cuidado del bebé desde su nacimiento. —Lamento su pérdida, buenas noches, soy Annette Flores, la pediatra de su bebé, ¿quiere conocerlo?
—Sí, por supuesto, es un placer —dice secándose sus lágrimas.
Ambos se dirigen a la sala de neonatal, donde un hermoso bebé duerme gustoso, tan inocente, sin saber que su madre dio todo por traerlo al mundo. Él lo observa, llenando su corazón de una alegría indescriptible al ver a su bebé tan lleno de vida; a pesar de que en su corazón lamenta la pérdida de su esposa, no puede evitar sentir un rayo de esperanza al ver a su bebé. No estaría solo en este mundo; queda junto a él una esperanza para poder seguir.
—Harry. —Susurra aquel hombre con un gran dolor en su pecho al ver a su bebé, quien duerme plácidamente.
—¿Disculpe? ¿Me hablaba?
—Quiero registrarlo como Harry, ese es el nombre que su madre eligió para él.
—Entiendo, haré los trámites pertinentes para su registro. Por motivo de que su madre ha fallecido, yo seré su doctora y me encargaré de su alimentación y cuidados constantes. Este es mi número; cualquier duda o circunstancia, no dude en llamarme. Me temo que debo dejarlo; debo atender una emergencia. Como le dije, no dude en llamarme.
—Muchas gracias, señorita.
Desde ese momento Annette se volvió la guardiana personal de Harry; sin ningún interés, ella cuidó de él hasta que fue dado de alta. Con el dolor en su corazón se despidió de él. Ella era una mujer que acababa de divorciarse debido a que no podía tener hijos; era irónico para su vida, ya que siempre estaba rodeada de bebés y no podía tenerlos; destrozaba su mundo por completo. En ese momento ella deseaba adoptar a un bebé, pero no cumplía con los requisitos pertinentes, siendo una madre soltera sin una pareja estable. Una noche lluviosa con gran ventisca, una llamada deja a Annette en gran desesperación mientras se encontraba en su departamento de soltera en el centro de Nueva York revisando los resultados de unos exámenes médicos de uno de sus pacientes.
—Buenas noches, señorita Annette, lamento molestarla a estas horas, soy Lester, la estoy llamando porque Harry no para de temblar y está muy caliente.
—Entiendo, señor Gutiérrez, coloque al bebé compresas hasta que yo llegue; con esta tormenta no es recomendable sacar al bebé; iré de inmediato.
—Muchas gracias, lamento molestarla, no sabía a quién más acudir.
—No se preocupe, estaré ahí en pocos minutos.
Desde ese momento Annette y Harry se volvieron inseparables, tratándolo como a su propio hijo, las cosas en su vida cada vez eran peor, su consuelo siempre era la compañía de Harry quién apresar de que no era su madre la consideraba como tal, al cumplir Harry 2 años de edad la llamaba madre cosa que a Lester lo llenaba de alegría al saber que Harry recibía de Annette todo el cariño y el amor de una madre abnegada a pesar de que no fuera su verdadera madre, ella estaba dispuesta a hacer sentir a Harry un niño amado y bien cuidado removiendo en Lester sentimientos que no sabía que sentía que ya hace mucho tiempo había perdido tras la muerte de su esposa a quien amo cuido de ella hasta sus últimos momentos de vida. Una noche en una cena familiar como de costumbre la familia Flores se reúne para compartir en familia, todos están reunidos celebración la noche en calma mientras disfrutan de una agradable cena hasta que Lilian la hermana menor de Annette anuncia su embarazo de 3 meses, un golpe duro para Annette quién asimila la noticia con gran alegría como es de costumbre, para ella la felicidad de su hermana siempre era la de ella aunque la noticia la devastará estaba feliz por qué sería tía, esa noche pasada de copas vuelve a su departamento donde como de costumbre Lester lleva a Harry a ver a Annette, al ver el estado de ebriedad deja al pequeño Harry sobre su cuna que compró especialmente para cuando Harry visitara a Annette a su departamento, deja al bebé dormido en la habitación que Annette preparo para él y sale en busca de Annette quién está devastada sobre el suelo en la sala de su departamento.
—¿Qué te pasa? —¿Qué te llevó a ese estado lamentable? —dice ayudándola a levantarse del suelo donde permanecía llorando con gran desesperación.
—No puedo ser madre y ahora mi hermana traerá al mundo a un bebé sin problema alguno; no puedo entender por qué la vida es tan injusta conmigo. ¿Acaso hice algo malo que tengo que pagar de esta forma tan cruel? ¿Arrebatando de mí, mi más grande sueño?
—Tú no has hecho nada, simplemente la vida es injusta en algunos casos, son cosas que pasan, no te sientas mal, Harry te ama como a su madre y sé que tú lo amas de igual manera; a veces pienso que quizás todo esto tuvo que pasar para que tú entraras en nuestras vidas. Annette se deja llevar por su impulso al ver al hombre guapo frente a ella, quien acaricia sus mejillas con cariño, dándole el apoyo que tanto necesita. Se deja llevar por sus copas de más, arrojándose a sus brazos; lo besa con tanta intensidad que Lester no puede resistir sus besos. Sintiendo vergüenza, baja la cabeza sin poder mirarlo.
—Lo siento, fue un error, lo lamento tanto. —Dice muy avergonzada.
Lester sin pensarlo la toma entre sus brazos haciéndola suya dándole comienzo a una historia de amor increíble, la noche del baby shower de Lilian la familia estaba muy feliz al enterarse de que Lilian traería al mundo a una saludable bebita que llenando la vida de todos con gran alegría, aprovechando el momento de felicidad Annette anuncia su compromiso con Lester haciendo a todos en la familia los más felices al ver a las dos herederas con sus vidas realizadas dando a así la bienvenida formal a Lester y a Harry quienes se convirtieron en el centro de atención de la familia Flores, Harry fue reconocido como hijo de Annette quién lo registro años después como suyo, todos amaban sin dudar a Harry y con la llegada de Abril la hija de Lilian la familia se sentía dichosa de poder disfrutar de los dos pequeños, Annette acostumbraba a llevar a Harry a la mansión Flores todos los fines de semana después de la boda de Annette con Lester las familias empezaron a unir fuerzas en el ámbito laboral llevando acabó una asociación que beneficiaria a los herederos que para ello serían Harry y los hijos de Lilian.
Al cumplir Harry 4 años Lilian anuncia su nuevo embarazo quedándose en casa para cuidar de Harry y Abril mientras Annette se encontraba de viajes de negocios a California con Lester para abrir una clínica donde Annette sería la directora y dueña del lugar, al volver el proyecto le lleva 2 años para llevarse acabó donde en una reunión familiar anuncia su mudanza a la ciudad dejando a todos en una gran tristeza, Harry le encantaba visitar a la nueva integrante de la familia Alicia quién se convirtió en la adoración de todos al ser el vivo retrato de su a abuela materna con sus hermosos ojos verdes y su piel blanca junto a sus hermosos cachetes y labios rojos como la mora, una belleza como ninguna otra, llevando a Abril a sentir celos de su hermana por ser la querida de todos bajándola de su trono. La mudanza de Annette afectó a Harry, quien estaba apegado a su tía Lilian y a sus primas. Despidiéndose de todos, se mudan a California, donde su nueva vida comienza.
A medida que los jóvenes iban creciendo y el trabajo los abrumaba las reuniones familiares se volvieron a 3 por año y luego a 2 y de la nada ya no se veían, Harry olvido a las chicas y las chicas parecían no conocer a Harry, tenían en la mente que eran primos y que los unía un gran lazo familiar, pero la distancia se hizo presente llevándolos por caminos diferentes, con el paso de los años los planes de un reencuentro estaban latentes, pero las circunstancias de la vida los mantenía separados hasta que un gran proyecto de negocios se le presenta a Harry quién ya es todo un hombre de 24 años, exitoso con un gran futuro por delante, además de ser el joven empresario más acaudalado de la ciudad, un hombre tan guapo que ninguna mujer podría resistirse a sus encantos volviéndolo un hombre de solo aventuras, sin ningún compromiso alguno disfrutando de las infinitas bellezas que lo abordan.
—Harry—
—Vamos, Harry, hazlo por tu familia, hijo, ya ha pasado mucho tiempo, tienes 24 años y ellos no te han visto. Deberías aprovechar este viaje de negocios para pasar tiempo con tu tía, quien te ama y desea verte; sería una ofensa para ella si decidieras simplemente hospedarte en un hotel teniendo la casa familiar donde eres más que bienvenido.
—No lo sé, madre, ha pasado ya tanto tiempo, no quiero molestar, sabes que voy por unos meses y no quiero incomodar a nadie.
—Sabes que no es así, tu tía y tus primas te esperan, tu tía Lilian, al enterarse de que irías, de inmediato llamó para avisar que te mandó a preparar una de las habitaciones de la casa; por ningún motivo te dejarán hospedarte en un hotel, tu abuelo no lo permitiría. Por favor, Harry, solo será por esta ocasión, cariño, no sabes lo feliz que me harías si tú accedieras a visitar a la familia por los meses que estarás de visita en Nueva York.
—Está bien, madre, lo haré por ti, solo por esta vez.
—O cariño, llamaré de inmediato a tu tía; sé que se pondrá muy feliz al verte.
—Madre, ¿no te olvidas de algo? —le digo mirando la alegría en sus ojos.
—Claro que no, cariño, feliz viaje, llámame al aterrizar. —Dice dándome un fuerte abrazo y un beso en la frente.
Al salir de la casa, subo a mi coche, donde de inmediato el chófer sube las maletas; me concentro en revisar algunos documentos cuando el coche se pone en marcha al aeropuerto.
—¿Señor?
—Gustavo, ¿qué sucede?
—Llamaron de la oficina, su ex fue a buscarlo de nuevo y otras dos chicas que alegan ser su novia, además de que encontramos varios sobres con fotos de chicas que lo pretenden. ¿Qué debo hacer con estas? ¿Las voto como las anteriores?
—Así es, Gustavo, no tengo tiempo de verlas, solo deseo llegar a Nueva York; dicen que hay muchas empresarias sexis.
—También muchas mujeres malhumoradas; se le hará difícil conquistarla si se topa con una de esta forma.
—Tonterías, sabes que no hay mujer que se me resista.
—Lo sé, señor, ¿no puedo entender qué les hace? Nada más una noche y las vuelve locas, a tal punto de perseguirlo por todos lados; quizás alguna de ellas sea la mujer ideal para usted. Yo quisiera tener su suerte, señor, vivir sin compromiso, aunque no hay nada más satisfactorio que estar enamorado de la mujer de su vida.
—Tonterías, Gustavo, eso no existe, créeme, nada como vivir sin compromiso.
—Usted lo dice porque aún no encuentra a la mujer con quien deseara vivir el resto de su vida, con la que el sexo sea como morir y volver a vivir y no querrá parar de tenerla en sus brazos.
—No creo en esas cosas, Gustavo, estaciona en el depósito, dejaré el coche ahí y podrás volver con Martín. No te descuides de estar atento a mis indicaciones, deja de pensar tanto en las mujeres y disfruta un poco, nos veremos en unos meses.
—Suerte, jefe, que en Nueva York logre encontrar a la mujer de su vida.
El vuelo a la ciudad fue algo agotador; al llegar, me voy directamente a las oficinas de mi padre para que organicen todo y ponerme al día en cada una de ellas. Entre papeles y notas se me van las horas. Después de una larga jornada de trabajo en la oficina para dejar todo en orden, tomo mis cosas para al fin poder ir a la casa familiar, donde esperan mi llegada con ansias; me lo dejan claro los innumerables mensajes de mi madre. Al salir, puedo observar la hermosa noche con las estrellas brillando en todo su esplendor. Un BMW n***o esperaba por mí en la entrada del edificio, donde un joven muy agradable me recibe subiendo mis maletas al coche. Me lleva por la ciudad hasta la gran mansión de reja negra con dorado que resaltan entre las mansiones vecinas. Al estacionar el coche, bajo y de inmediato soy recibido por mi tía Lilian y su esposo Maikol, quienes se acercan a mí con afán al verme.
—Harry, cariño, pasa, ven, te estábamos esperando. —Dice dándome un fuerte abrazo. —Pero nada más mira lo grande y guapo que estás, cariño. —Me mira, recorriendome con detenimiento.
—Bienvenido, muchacho, parece que fue ayer cuando te fuiste con tus padres; ya eres todo un hombre. —Maikol me abraza y estrecha mi mano.
—Gracias por la invitación, tía, esto solo será por unos pocos meses; luego volveré. Agradezco el gran recibimiento.
—No te preocupes, cariño, tómate el tiempo que necesites; esta es tu casa, pasa, tus primas esperan en la sala con muchas ganas de conocerte. —Al adentrarme a la sala, puedo ver a dos hermosas jóvenes paradas frente a mí. De inmediato noto que la más alta me mira fijamente; picándome un ojo, al verme entrar a la habitación, se apresura a mi encuentro.
—Es un placer conocerte, primo Harry, soy Abril —dice muy coqueta al mirarme fijamente mientras muerde sus labios muy seductora, cosa que no me sorprende, ya que estoy acostumbrado a mujeres así.
—Para mí es todo un placer conocerte, Abril, aunque ya te conocía, no logro recordarte con exactitud. —Tomó su mano para besarla notando su mirada juguetona.
—No tienes de qué preocuparte, primo, no pasa nada, bienvenido.
—Harry, quizás no te acuerdes de mí, Alicia, ya que eran muy pequeños cuando te fuiste. Es un poco distante. Alis, querida, saluda —dice acercándola a mí como si ella tratara de alejarse. Puedo ver sus hermosos ojos verdes mirarme fijamente mientras se mantiene distante; me saluda formal.
Extiende su mano donde solo el roce nuestra piel; a ese simple tacto envió una fuerte electricidad que recorre la palma de mi mano y ella reaccionó al instante fijando sus ojos en mí, porque de seguro ella también lo sintió. Retrocede un poco sin dejar de mirarme.
—Hola, Harry, bienvenido, es un gusto poder conocerte —dice mirándome fijamente; esos hermosos ojos verdes se mantienen fijos en mí. Puedo sentir una fuerte conexión, algo inexplicable como ninguna otra mujer me ha hecho sentir; es la primera vez que una mujer ocasiona ese efecto en mí.
—Gracias, Alis, ¿puedo llamarte así?
—Por supuesto, somos familia. —Dice alejándose de mí.
—Bueno, pasa, Harry, siéntete en casa, haremos que tus días aquí sean inolvidables. —Dice Abril, muy coqueta.
—No lo dudo. —Le digo con una gran sonrisa.
Nos sentamos y de inmediato mi tía Lilian llama a mi madre quien no pierde tiempo en llorar, al llegar Maikol nos instalamos hablar de negocios llevándome varios minutos para ponerme al corriente de los planes sobre el proyecto de hotelería, un gran proyecto que nos generará muchos ingreso, la noche avanzaba y puedo notar como Abril no para de mirarme y coquetear conmigo mientras que Alicia se enfoca en analizar junto a nosotros el proyecto donde ella también hace parte, dos mujeres muy diferentes en todos los aspectos, ante mis ojos Alicia es una mujer de admirar su inteligencia al igual que la de mi madre y mi tía me deja cautivado, su desarrollo en ámbito profesional donde me desempeño con gran dificultad ella se desenvuelve muy gráficamente. Estamos analizando unos documentos cuando mi tía aparece en la sala.
—Chicos, dejen a Harry descansar por esta noche, acaba de llegar y ya están hablando de negocios. Hijo, vamos, te mostraré tu habitación, donde podrás ducharte y prepararte para la cena.
—Sí, tía, por supuesto, Maikol, estaré a primera hora en la oficina para terminar de analizar los términos del proyecto. Muchas gracias por ponerme al día.
—No hay ningún problema, hijo, sé que sabrás qué hacer, eres de la familia; ve, ponte cómodo, nos veremos en la cena.
—Muchas gracias.
—Vamos, hijo, se me quemará el pollo que tengo en el horno. —Dice mi tía, muy ansiosa.
—Madre, ve, revisado pollo, yo llevaré a Harry a su habitación —dice Abril mirándome fijamente.
—Excelente, cariño, Alis, hija, ¿me podrías ayudar con la ensalada?
—Sí, madre. —La veo levantarse y fijar una mirada en Abril y en mí al pasar.
—¿Vamos? —dice sacándome de mi distracción.
—Sí.
La sigo subiendo las escaleras por el pasillo donde me muestra la casa, señalando la habitación de Alis y luego la suya, haciendo énfasis en ello de forma coqueta; me señala la habitación de mi tía al otro lado de la casa, alejada de las de ellas, junto a la de mi abuelo materno.
—Esta es, junto a la mía; si necesitas algo, lo que sea, estaré al lado, puedes pedírmelo sin problemas. —Dice sonriendo mientras me recorre con su mirada.
—Gracias, no dudaré en hacerlo. —Le sonrió y ella de inmediato muerde sus labios mientras se aleja.
Al entrar a la habitación, puedo notar lo grande y espaciosa que es. Ya mi tía ordenó organizar mi ropa en el clóset. Abro la ventana, observando el increíble lugar, los jardines y las habitaciones de al lado, donde una de ellas da justo al techado de la propiedad; puedo apreciar que desde ese lugar se logra apreciar una gran vista. Me quito la chaqueta mientras observo el lugar. Al ver la luz de la habitación de al frente encenderse, noto la sombra de una mujer desnudándose; su figura se puede apreciar por el reflejo de las cortinas claras, alterando mi pulso al observar la sombra de sus senos sin sostén. Trato de no mirar en su dirección cuando de repente se coloca su vestido y abre las cortinas, dejándome apreciar a Alis, quien sale regando las plantas sobre el techado. Puedo observar cómo el viento mueve su hermoso cabello mientras mueve su vestido, mostrándome una flor tan hermosa entre las flores.