Presa de un demonio

El inicio del fin del país de los angeles

Cuando Néstor llegó a su casa sintió desesperación; ya que sentía que se estaban complicando las cosas con Melissa. Se sentía presionado por Elia quien no paraba de buscarlo o mandarle mensajes recordando el trato que tenían para poder liberar a su familia.

— Bienvenido mi amor, ¿cómo te encuentras? — Sonó una voz apenas Néstor prendió la luz de su apartamento.

— ¿Qué haces acá? — Mencionó Néstor con una mirada de hostilidad al observar que se trataba de Elia.

— Vine a ver cómo vamos con lo del trato, ya me aburrí no tengo nada más que destruir en ese mundo — Decía mientras se soplaba las uñas de su mano derecha estando sentada en el sillón rojo favorito de Néstor.

— Tenme paciencia, dentro de poco obtendrás lo que quieres — Mencionó con resignación sentándose al lado de Elia.

— Eso espero o si no poco a poco iré destruyendo a tu familia — Dijo acercándose frente a frente con Néstor.

Sintió palpitaciones en el corazón al tenerla tan cerca, cuando fue sorprendido por los labios de Elia sobre los de él. Recordó los buenos momentos que había vivido con ella antes de la transformación.

Hace 200 años en el país de los ángeles se vivía paz y tranquilidad; ya que todos vivían realizando sus funciones como ángeles hasta que apareció el camino del mal. Los ángeles guardianes vestían de blanco simbolizando el amor mientras que ellos de n***o simbolizando la muerte y la desesperación. Elia era un ángel guardián que decidió mezclarse con la r**a vampírica convirtiéndose en un ángel vampírico diabólico, cuando decidió hacerlo Néstor tomó la decisión de terminar el noviazgo que tenían en ese momento porque el bien y el mal no podían juntarse.

Además, Néstor tenía un secreto muy profundo el cual era que mantenía en secreto un amorío secreto con Lilia las cuales se enteraron de la verdad y decidieron unir fuerzas para irse en contra de él y su familia. Sin embargo, el plan se les había ido de las manos; ya que trajeron desesperación y destrucción al país de los ángeles ocasionando que el mal reinará sobre el bien.  La familia de Néstor corría un gran peligro por lo cual decidieron ocultarse por un buen tiempo, pero tiempo después Elia y Lilia los encontraron encerrándolos y causándoles mucho daño, solo una prima decidió unirse a ellas.

El día que secuestró a la familia de Néstor fue una noche mientras dormían cuando empezaron a escuchar ruidos y pasos extraños, Néstor decidió levantarse e ir a averiguar qué sucedía hasta que vio a alguien entrar a la habitación de su sobrina Wailly siguiendo y observando cómo lanzaban un cuchillo a la pared que se encontraba la cama de ella. Enseguida, reaccionó cogiendo el cuchillo haciéndole zancadilla al hombre misterioso y enterándose en el corazón al ser vampiro era la forma más mortal de morir.

Cogió a su sobrina Wailly y corrió por sus demás familiares. Sin embargo, ya era muy tarde debido a que Elia ya tenía en su mando a sus demás familiares. Tíos y primos algunos muertos y los principales amarrados como carnadas al final sin darse cuenta le dieron un golpe en la cabeza con un martillo a Néstor perdiendo el conocimiento, soltando a Wailly y despertándose a las horas solo y sin rastros de alguno de sus familiares sobrevivientes.

Néstor en su desesperación intentó combatir contra ellas, pero fue en vano; ya que tenían poderes sobrenaturales más fuertes que el de un ángel guardián. Al final, Ella le propuso a Néstor conseguir una humana con ciertas características a cambio de su familia o casarse con ellas e ir en contra de las leyes que prohíben que el bien y el mal debían estar juntos u ocasiona el fin del mundo.

— Suéltame y vete, por favor — Dijo Néstor al volver a la realidad y alejando a Elia.

— Sé que me extrañas y volverás a mí para que reinemos sobre todo el mundo — Dijo antes de irse.

Al otro día, Melissa se despertó después de haber tenido una pesadilla con su hermano menor debido a que no logró conocerlo por complicaciones que hubo en el embarazo de su madre. Desde ese momento, su madre se había vuelto una persona malgeniada, con carácter duro y fría de corazón ocasionando que se la pasaran más peleado que en paz ella y su hija. En ese momento, se encontraban peleando porque Melissa se la pasaba más en la calle con Néstor que trabajando y trayendo el sustento al hogar.

Melissa se defendió mencionando que ella estaba consciente de las obligaciones que tenía en su casa pero que a la vez tenía que distraer su mente e inspirar en diferentes personas y momentos su tiempo libre. Finalmente, fue tan fuerte la discusión que Melissa decidió salir de su casa e irse corriendo, lo cual no fue una buena idea porque estaba lloviendo muy duro y casi no se veían las calles ocasionando que pasara la calle en verde el semáforo y sintiendo de un momento a otro que perdía la conciencia después de ver unas luces blancas y brillantes como si fuera el final del túnel.