Capítulo XXXV
—¿Cuánta energía hemos usado con la Luna? —preguntó Weintraub a Marlon.
El estudiante consultó el historial.
—Unos 143 kilovatios. Una nimiedad —respondió Marlon alzándose de hombros.
—Veamos... —Weintraub hizo los cálculos de la energía teórica necesaria—. La teoría dice que habríamos debido necesitar algo más de 142. Con los valores de tolerancia previstos, concuerda. Está muy bien. La práctica confirma la teoría. Perfecto. Perfecto —repitió con satisfacción.
—¿Y ahora? —preguntó Marlon, ansioso por volver a probar su juguete nuevo. Eran las tres de la tarde. Se habían tomado su tiempo en la cafetería, y habían descansado todo ese tiempo.
—Me gustaría hacer pruebas con los planetas —respondió Drew—. Aunque, pensándolo bien, creo que es mejor olvidarse de los canónicos
