—¡Celo! —ordenó Weintraub. Drew encontró un rollo de celo encima de otra mesa y se lo dio. Con unas tijeras Weintraub cortó cuatro tiras de cinta adhesiva que aplicó con precisión en el teléfono alrededor del objetivo de la cámara. Marlon se apoyaba en la mesa con mucho interés, para observar el trabajo del alemán. Entonces Weintraub abrió el tubo de pegamento y con mano firme aplicó unas pequeñas gotas sobre el celo, recorriendo la forma circular del contorno de la cámara, a dos milímetros de distancia. —Mantén la bolsa abierta, Marlon —le dijo. Con atención extrema introdujo el teléfono en la bolsa, evitando que el plástico entrara en contacto con el pegamento. Moviendo el teléfono lentamente, ajustándolo con cada movimiento, llevó el objetivo de la cámara justo a la altura del ori

