En los días siguientes, Lía Michel estaba muy entregada a enseñarme a ser como ella, según. Me enseñaba a hablar cultamente, a expresarme correctamente, según su criterio, pero yo seguía tan insatisfecha con su plan. Siempre que quisiera, yo podría ser incluso su clon exacto, pero eso no era lo que yo deseaba o quería. Había pospuesto mis propios planes de entrar a la universidad de aquí y acabar con mi último año, pero ahora el famoso plan de Lía me atrasaba. Quiso comprarme ropa, pero me negué, su vestimenta no era mi estilo, sorry no lo era. Al cabo de una semana de que estuviera dándome detalles de los nombres de las posibles personas con quienes yo trataría, a ella se le ocurrió la brillante idea de ir a suplantarla por el fin de semana, mientras ella se fuera a unas cortas vacac