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Ciertamente el tema de Ben era sumamente delicado como para que él no quisiera compartirlo de manera inmediata, sabía que no era fácil para su amigo hablar de sus sentimientos, sin embargo el haber escuchado a Elizabeth preguntarle aquello lo hizo entrar en duda y la curiosidad hizo que él quisiera saber.
La habitación de Elizabeth se asemejaba a la suya, el orden no era su mejor aliado, pero tenía estilo y eso contaba.
—Siéntense en donde gusten.
Optaron por acomodarse en tres grandes puffs que la pelinegra poseía.
—Bien...Esto es difícil, yo...quiero que me prometan que nada de lo les diga les afectará y si lo hace por favor no sean impulsivos... —la advertencia no daba buenas señales.
—...Yo en realidad no les dije la verdad...Daniel y yo no terminamos de buena manera, el punto es que...
Andy odiaba ver a Benjamin tan ofuscado, dentro de su cabeza la respuesta que Benjamin les iba a dar no sería de agrado, sabía que lo que les diría haría que quisieran ir por "brillitos" para arrancarle la cabeza.
—...Daniel me corrió de su departamento diciéndome demasiadas cosas...Cosas que no quiero recordar, cosas que me dolieron, y aún no logro entender porque las dijo si yo...Yo no le hice nada y...
Para ese momento Ben se hallaba alterado, Elizabeth y Andy lo veían sorprendidos de que se guardara tantas cosas, por supuesto que irían a desollar vivo a ese idiota, pero la advertencia de Ben seguía ahí y por más que quisieran no podían fallarle y decepcionarlo.
—Ben, no podemos imaginar por lo que estás pasando, así que no le des importancia a cosas que no lo merecen, heredaste la belleza de tus padres, eres guapo hermano y eso que lo digo yo, en fin sólo quiero que sepas que si yo fuera homosexual nunca te dejaría ir como lo hizo ese tonto, no sufras Ben —Andy podía ser compresivo cuando se lo proponía.
Pero al parecer sus palabras no lograron el efecto deseado, al contrario, el ojiazul se levantó de forma abrupta, estaba hiperventilando, lo cual no era bueno, todo lo que reprimió saltó a la vista en menos de un instante...
—Es que no puedo creer que me dejara así, ¿no fui lo suficientemente bueno? ¿Acaso no fui lo suficientemente accesible en materia de relaciones íntimas? ¿Fui el idiota que se encariño con un hombre que jamás lo vio cómo una potencial pareja?
Lizzy trataba de calmar a su hermano, no era bueno que Ben se comportara de esa manera...
—Sabía que esto pasaría, lo que no me imaginé fue qué sería así de rápido…
Andy se alarmó y salió de ahí en busca de un inhalador, Ben sufría un nuevo ataque de asma que amenazaba su salud.
— ¡Apresúrate Andy!
Ese grito sólo pudo incentivarlo a ir más deprisa.
*****
En la planta baja George y Emily platicaban animadamente con Luke y Jocelyn...
— ¡Apresúrate Andy!
Ese grito fue suficientemente claro como para que sin pensarlo apresuraran sus pasos hacia la habitación de su hija.
— ¿Qué sucede? —inquirió su madre.
—Ben...
Vieron a su hijo mayor dar espasmos en la cama de su hermana y respirando entrecortadamente.
El rubio llegó y alarmado introdujo la boquilla del inhalador entre los labios de Ben haciendo que este aspirara hondo, logrando estabilizarse después de unos minutos.
—Gracias.
Se levantó lentamente de la cama.
— ¿Ben estás bien? —su madre se veía y sonaba preocupada.
—Desde pequeño pensamos que ya no tenías problemas con el asma... —susurró George.
—Y no los tenía, no hasta hace poco, lamento haberlos preocupado pero no es necesario que lo hagan, ya pasó —la voz tan tranquila de Ben impidió que sus padres siguiera abordándolo con pregunta tan incómodas.
—Debes ir al médico —pidió su padre.
—Lo haré, les avisaré que sucede y si no les importa quiero irme a casa, estoy agotado y quiero descansar.
Todos lo acompañaron a la puerta en donde se despidió de todos, por último Andy quería hablar con Andy con más privacidad.
—Ben, de verdad debes ir al médico, te lo digo porque me preocupas, yo solo quiero verte bien.
— ¿Desde cuando eres tú el hermano mayor? —contestó Ben.
Rieron bajo para que nadie los escuchara.
—No lo digo para fastidiarte, solo quiero que estés bien, ya perdí a mis padres y fue a temprana edad, no los extraño mucho en realidad...Pero tú si me importas, desde que me adoptaron has sido más que un hermano, no soportaría verte sufrir o perderte, sin duda necesito de ti para vivir y quiero que lo entiendas.
—No te preocupes, lo de hoy no se volverá a repetir, quédate tranquilo que no me va a pasar nada malo.
—Eso espero- se despidieron con un abrazo.
Pero el rubio no pudo evitar observar el semblante triste de su hermano.
Ben era tan inocente, el ser más puro y justo que había conocido en su vida, se le hacía cruel que estuviera así de deprimido por una persona tan mezquina como Daniel, deseaba que Ben no lo hubiera conocido, de esa manera seguirían siendo ellos cuatro, sin preocupaciones, no obstante se le hacía egoísta pensar así de Ben, porque en el fondo ansiaba que él fuera feliz, no le quería negar el amor, pero odiaba ver que ese amor Daniel lo hubiese botado a la basura como si el corazón de su hermano no valiera absolutamente nada.
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