♡Capítulo dos♡

1880 Words
•✦───────────•✧ Cierro mis ojos queriendo dormir, suspiro cuando la puerta se abre de golpe, giro mi rostro y miró a Daddy en la puerta. Me cruzo de brazos, dijo que en un momento volvería y no volvió. Comí solo con Magda, el abuelo, Brooke y James. Gruño molesta. Me levanto de mi cama, gateando sobre la cama, me siento sobre mis rodillas mirándolo lentamente posando mis manos en mi regazo. Se acerca lentamente a mí y agarra mi rostro entre sus manos. Alza más mi rostro sin detener su fuerza, me besa sorprendiéndome. Me recostó lentamente en la cama, quise apartarlo, pero su fuerza era extrañamente descomunal. Su fuerza nunca había sido así de brusca. — Daddy, no. — Murmuró poniendo mi mano sobre mis labios para que deje de besarme. Miro sus ojos y gritó asustada, son demasiado negros como si sus ojos no fueran estos. Alza sus cejas y solo cierro mis ojos. — No tengas miedo, princesa. — Negué, no era él. Me agarro cargándome sobre su hombro, cuando entra a su habitación me termino asustando, la ultima vez que sucedió esto fue cuando alguien atacó la manada. Eso solo me da un temblor. — Daddy, déjame. No hagas esto. — Me dejó en su cama, agarró mi rostro entre sus manos nuevamente y detallo mis facciones. Toda su habitación estaba oscura. Su parte demoníaca me a dado miedo, no comprendo lo que quiere de todo, hay veces que sus miradas son perturbadoras y hace cosas que me dan miedo siempre. Por eso no había regresado, y creo debo de estar agradecida. No entiendo del todo porque sucede esto con él, sé que es mestizo y que a veces no logra controlarse, pero esto no me gusta. No comprendo qué quiere decir porque básicamente no se da a entender cuando esta de esta forma. — Solo dormiremos. Respiro nerviosa cuando se quita su ropa y cierro mis ojos, me pega a él con fuerza alzándome fuera de la cama. Enredo mis piernas a su alrededor con miedo. Es demasiado frío y distante en este estado. No habla mucho y se queda serio, demasiado distante. — No te asustes, eres mi bebé. A mi bebé no le haré daño. Besa mi rostro, acaricia mi espalda baja. — ¿Entonces? Balbuceo asustada tratando de respirar mejor que hace un momento. Le sostengo la mirada aún nerviosa mientras me observa. Su mirada enserio me intimida demasiado, bajo mi rostro al no poder soportar su mirada del todo. — Solo quiero cuidar de mi Little, no me gusta que duermas lejos de mi. — Me sonrojo cuando besa mi mejilla. — No raciono del todo bien en este momento, pero no me gusta que duermas lejos de mi. Sigo con mi rostro bajo, y suelto una sonrisa nerviosa. — P-pero... Balbuceo nerviosa. — Dale un beso en los labios a Daddy. — Tímidamente le doy un beso, su mirada se suaviza un poco. Suspiro lentamente y solo pienso en las cosas que debo de decir. — ¿En qué piensas tanto? Lo miro algo nerviosa. — Nada. •☼• Me acurruco en la cama abrazando la almohada en mis brazos mientras miro por la ventana. Se sentía aburrido estar castigada, ¿por qué lo estoy?, Daddy solo me castigo por hacerle caras a una de sus "amigas". Escucho el sonido de mi celular y atiendo la llamada. -Hola, Joe. Murmuró. -Hola, solecito. Escucho su leve sonrisa y solo bufo, Daddy me castigo así que no soy un solecito. No creo que el apodo de Joe quede en este momento. -¿Cuál solecito? Todo es nubloso. -¿Qué ocurrió? ¿fue por golpear a Lindsay? Me recargue en el gran peluche de eso que tengo en la cama, bufé negando mirando hacia el techo de la habitación. -Estoy castigada. -Oh, ¿fue por golpearla a ella? ¿quieres venir conmigo y Ross? Izzy vendrá a ver una película ¿no quieres venir? Suspire lentamente. -Pediré permiso, aunque creo será un no por el castigo. -Esta bien, ¿voy por ti si te dejan salir? -No, yo veo como le hago para ir a tu casa. Cuelgo la llamada, bufo tirando hacia un lado el celular preparándome para saber qué decir. No quiero estar encerrada, y no hice nada malo. No me cae bien la chica y solo eso, él no me deja estar cerca de muchos chicos y él puede estar bien alrededor de todas sus amigas. No me importa si tiene amigas solo que me castiga al estar celosa, ¿sabrá que estoy celosa?, a veces Daddy es un poco lento. Meneo mi rostro con negación. Camino fuera de la habitación y bajó las escaleras buscándolo, paso por la sala principal de la casa, pero no está. Suspiro bajando mi rostro, me quedo ahí parada hasta que escuchó sonidos de la cocina. Cambio mi rumbo para la cocina y me cuestiono en si entrar o no a la cocina. Abro un poco la puerta y miró a Daddy reír con esa "amiga", después de todo lo que he pasado con esas "amigas" de Daddy. No se dan cuenta de mi y es algo que me extraña, se supone que él huele mi aroma. Aprieto mis manos, yo estoy castigada mientras él está riendo de algo con ella y está realmente cómodo. Pensé que mi suspensión la pasaría con él. Me doy la vuelta y subo nuevamente a mi habitación, estaba cambiada desde hace mucho, pensé que saldría con Daddy, pero ella llegó. Se supone que Daddy es mío, agarro mi cuaderno y apunto una nueva regla. "Daddy solo le pertenece a su Little" Agarro mi mochila dejando mi cuaderno sobre mi escritorio, bajo las escaleras con cuidado, escucho pasos y miro a esa mujer la cual solo me mira de forma burlona. Siento algo cálido recorriendo mi cuerpo, siento una furia inexplicable. Y se controla cuando Daddy aparece, me mira curioso al ver que estoy lista para salir. — ¿A dónde vas? Aprieto mis manos, siento como mis manos arden. Mis pensamientos no son correctos sobre lo que le quiero ser a esa tipa, que está cerca de mi Daddy. — No te interesa. Me giro restándole importancia, salgo de la casa y se que está detrás de mí. Algo que me enfurece más porque ahora es cuando me presta atención. — Vuelve con tu amiguita, no me has puesto atención desde que llegó y pensé que este día era de Daddy y mío. Regresaré a la hora que yo quiera. Lo miro lentamente y sigo mi camino fuera de la casa, me giro cuando estoy afuera y pateó el barandal con enojo. Camino siguiendo uno de los caminos que me harán llegar más rápido a la casa de Joe. Siento la presencia de varias personas detrás de mí y ruedo mis ojos cansada, no necesito seguridad, solo lo necesito a él. No puedo creer que no viniera detrás de mí, de seguro regreso con su amiguita. Respiro profundamente, una impotencia de querer que nadie me siga crece en mi sistema y sin saber que hago, mi puño golpea el suelo y algo extraño sale de esto. Miro con miedo todo, y giro mi rostro mirando que esos hombres que me seguían están en el suelo. ¿Qué he hecho?, miro mis manos con miedo notando que ningún rasguño tienen estas. Corro con miedo a que por mi culpa haga algo sin yo darme cuenta, no entiendo que he provocado o porque sucedió tal cosa. Solo estaba enojada, no creí que eso fuera malo como para provocar eso. Llegó a la casa de Joe y me abrazo a mi misma con miedo, caigo sobre mis rodillas y con miedo dejo que mis manos toquen el suelo, nada sucede al contrario un extraño cosquilleo recorre mis nudillos. La puerta se abre y la persona que sale de la casa se inca, Joe me mira preocupado y solo trata de ayudarme a levantarme. Pero se aparta en cuanto toca mis brazos. — Estás ardiendo ¿estás bien? — Niego, pero rápidamente asiento. — Solecito, tus brazos arden. Miro a Joe y su mirada cambia al ver mi rostro. — No digas nada, no entiendo lo que sucede. Asiente; — Respira profundamente y así te tranquilizaras. Debes de mantener tu mente en blanco, ¿alguien te hizo enojar? — Él trajo a una de sus amigas a casa. Escucho el sonido que siempre hacen los zapatos de Izzy, alzo mi rostro y ella rápidamente se asombra. — Diosa Luna, eres un demonio. — Frunzo mis labios, miró a Joe. Él es uno y meneo mi rostro negando. — No sabía que los celos causaban todo eso en un demonio. — Mejor pasemos dentro, necesita tranquilizarse y no la ayudas Izzy. Joe me ayuda a levantarme, y camino débilmente. Me deja sentarme en un sofá y miro como mis manos tiemblan. — ¿No eras humana? — Asiento. — Alguno de tus padres era un demonio o con un gen parecido. Niego, mis padres si son humanos o puede que él no lo fuera. Aunque nunca vi nada que dijera lo contrario solo era enojo y frustración de haber perdido todo lo que algún momento tuvo y que perdió injustamente. — ¿Segura? Tus ojos, son iguales a los sangre pura. Es muy raro ver a un demonio así. — Lo miro confundida, mi madre no creo que supiera de esto. Ella se fue por su cáncer y regreso cuando conoció todo esto, no he visto a la persona que vive junto a ella. Y me da miedo que sea igual que él, suspiro volviendo a negar. — ¿Estas bien? — Asiento por la pregunta de Izzy, me da un vaso de agua y se sienta a mi lado. — Vamos a ver la película que traje, así nos distraemos un poco de esto. — Ve con Ross en un momento subimos. — Dice Joe. Se sienta a mi lado cuando Izzy se va y me abraza. — Esto será complicado, y debemos investigar tus genes. Debemos estar seguros de esto, y no puedes decir nada a nadie aún. ¿Qué hiciste para terminar con tu piel ardiendo? — Estaba enojada, y sentía una impotencia dentro de mi. Golpee el suelo y algo provocó que los hombres que Benjamín me puso por seguridad estuvieran tirados y adoloridos. Tuve miedo y solo corrí. — No le digas a nadie lo que pasó, los demonios de sangre pura son muy peligrosos. Y muchos los encierran para que no hagan daño, solo no le digas al Alpha sobre esto y evita el tema. — Asiento pensando en que no puedo mentirle a mi Daddy. — Para que no suceda ese ataque de furia nuevamente, solo debes... Se queda callado. — ¿Debo? Niega lentamente. — Tu no sabes de esas cosas, solo has lo segundo a lo que algunos recurren. Hacer ejercicio o destruir un árbol o una roca. Asiento lentamente, me ayuda a caminar porque aún me siento débil. Debo de hablar con mi mamá para saber qué es lo que sucede, no creo que sería arte de magia que yo sea así.  •✦───────────•✧
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