Capítulo veintiséis -Sofía Solo tengo dos palabras para decir. Lo odio. Una frase tan simple, pero con tantos sentimientos de por medio... Sentimientos que no puedo controlar cuando lo tengo en frente y los cuales perfectamente puedo admitir cuando no está a mi lado. ¿Por qué lo odio? Lo odio, porque básicamente le faltó decirme que nada de lo que ocurra conmigo le interesa y mucho menos si tiene que ver con el trabajo, ya que; claro, para él sería mucho mejor si yo no existiese en este plano terrenal y si a eso le sumamos que se sentiría totalmente en paz si no fuese yo la persona que le ha tocado, pues, lo siento, pero no puedo sentir otra cosa por él que no sea odio. El elevador me abre las puertas en el decimocuarto piso y recién pongo el primer pie fuera del mismo noto todas e

