Solo tengo dos cosas que decir y admito que son las palabras que más rondan en mi mente desde que me levanto hasta que me acuesto, estas son: Los Dhall.
Esa familia que sirvo hace generaciones y por la que estoy aquí, por la que tengo un futuro y un destino que seguir, pero admito que de hace un tiempo acá cada Dhall que me toca instruir es mucho más cabezota que el anterior lo que me hace dudar en si realmente vale la pena estar sentada en donde estoy.
Niego abiertamente sacando los pensamientos negativos de mi cabeza y me concentro en el nuevo modelo de contrato que estoy haciendo para los nuevos ingresados en la temporada y con esto me queda más que claro que ya se acerca la hora de que el siguiente Dhall se empiece a sentar en la silla que antes fue de mi primer jefe, no obstante, de verdad, pero de verdad, odio al siguiente chiquillo al mando.
Y no es algo que estoy dispuesta a soportar... No estoy dispuesta a soportar a Maikel Dhall.