Amor de Otoño

-Estamos de vuelta, parece increíble. El pueblo ha cambiado bastante desde que me fui.- Hace quince años se fue a los Estados Unidos con una oportunidad de trabajo sin volver a pisar su país. -Tienes razón Mireya, todo se ve diferente. El desarrollo del turismo ha permitido que la calidad de vida de la gente sea mejor. –Diego, el hermano que le sigue en edad le dio la razón. -Si hermana cada año, miles de turistas parten de nuestro puerto a visitar las ballenas jorobadas. Las visitas crecientes de personas de todas partes del mundo motivaron a los lugareños a ofrecer servicios que antes no tenían y que eran requeridos por los visitantes.- Continuo Fabián, el menor de los tres. -Mamá he visto montones de restaurantes de camino al igual que muchas plazas- Hablaba admirado su hijo Jaffé. -Tío, también vi muchas chicas hermosas por ahí- El otro gemelo solía admirar otras cosas. -Claro sobrino aquí tenemos mujeres hermosas, para ejemplo tu madre – La señaló con un dedo- con ese aspecto irlandés que tiene, rompía los corazones en el pueblo. -Fabián, no les estés metiendo cosas en la cabeza a mis nietos- Lo regaño Liliana. -Abuela, tranquila que tú eres la más hermosa de todas, después de mi madre, claro- Jerome besó a su abuela con cariño. Ella siempre iba a cuidarlos a Estados Unidos. -Pero este corazoncito alcanza para todas- Dijo el gemelo más serio y todos lo miraron sorprendidos. -Ni piensen que van a andar por ahí de falderos, recuerden que no pueden ir por la vida jugando con los sentimientos de las personas y menos involucrándose en relaciones efímeras que no dejan ni siquiera experiencia. No señor, son jóvenes tienen derecho a divertirse pero estar con todas no debe ser su norte.- Su madre intervino. La experiencia del pasado que vivió Mireya no es lo que ella quiere que recreen sus hijos. -No te asustes mamuchi, que no serás abuela joven- Los dos se lanzaron a besar a su mamá. -Dios te libre de salirme con tal sorpresa, que aun pienso parir una hembra- Al oírla se pusieron serios. Aunque su madre es joven y hermosa no se imaginan compartiéndola con nadie. -Ah! no eso no! Mamá, yo soy tu bebe y nadie tomará mi puesto- Insistía el pelirrojo. -Silencio muchacho, que tu madre es joven todavía y así como encontró el amor para tenerlos a ustedes puede ser que de nuevo aquí complete su sueño de tener una niña- Liliana siempre ha apoyado a su hija en sus decisiones. Ella misma le ha aconsejado que se case y forme una familia como sus hermanos. -Te imaginas Jaffé, una hermanita con tu pelo y los ojos de Jerome.- El comentario de su tío no les causo gracia. Siempre tuvieron la atención de Mireya. Ni siquiera con Nigel, a quien querían y respetaban, no imaginaban a su progenitora comprometida o casada. -Tio Fabian, no querrás escuchar lo que le sucede a los que intentan acercarse a mamá. Cuando tengas tiempo te podemos contar- Se concentraron en todas las cosas que veían en el trayecto a las colinas en donde vivía la abuela. Llegaron. Al bajar del auto admiraron el hermoso y amplio jardín de la entrada con puras margaritas de distintos tipos y colores. Arbustos de varios tamaños formaban un camino hasta la entrada frontal con un porche en el que varias tumbonas invitan al disfrute del entorno natural cohabitado por aves y flores. La emoción del ambiente les hizo gritar a todo pulmón. -Excelente. Atención Sabana de la Mar, llegaron Los Conde. –Todos vitorearon animados. Pero no querían novios para su madre. Mireya y sus hijos llegaron al pueblo a cumplir unos compromisos de trabajo. Los chicos en su último contrato cinematográfico. Realizaran varias tomas en el pueblo, los productores lo consideran la locación perfecta. El guión trata la vida de un joven de clase baja que emigra en busca de mejor suerte, consiguiendo en el extranjero destacar en la música convirtiéndose en un gran concertista de piano. Las escenas se empezarían a tomar dentro de un mes. Se adelantaron para aclimatarse, conocer la zona y disfrutar de la familia. Los calzada seguían siendo una de las familias más prestigiosas del pueblo. El matrimonio de José Joaquín y Bethania Calzada era uno de los pilares de esa sociedad. Sus hijos Joaquín y Raisa formaron matrimonios igualmente sólidos con miembros de familias renombradas al igual que ellos. Raisa Calzada, esposa del biólogo marino Daniel Pozo dirigía los proyectos de preservación de los arrecifes locales y representante del ministerio de medio ambiente de la región. Padres de tres hijos adolescentes, un par de gemelos Divina y Alberto de diecinueve años muy carismáticos. La más pequeña, una encantadora chica de dieciséis años llamada Lisandra, su personalidad vibrante la convertía en la alegría de la familia. Joaquín Calzada hijo, contrajo matrimonio con la hija de los Vásquez, una familia conocida en la zona por dedicarse a la ganadería, exportando ganado de primera a distintos países de América del sur y el Caribe. Organizadores por tradición de la feria agropecuaria del pueblo. Alina Vásquez, dueña de una belleza poco común en los alrededores, logró impresionar a Joaquín, quien se sintió atraído por la belleza de la joven, de conversación agradable, carácter afable y un linaje adecuado para una persona de su nivel, sin problemas que arrastrar. Se casaron y antes de que pasara un año su esposa mostró su verdadera personalidad. Era  frívola, interesada, manipuladora y egoísta. Se manejaba muy bien en público, como la perfecta pareja de enamorados que se complementaban a la perfección, pero al cerrar la puerta dejó muy claro cuáles eran sus intenciones con ese matrimonio. -No te imagines si quiera que me voy a llenar de hijos como lo sueñan todos los pueblerinos- Hizo una mueca de disgusto- si llegamos a tener un hijo será más adelante, somos jóvenes para ser padres. Mejor viajemos y disfrutemos antes de atarnos a la paternidad, mi amor. La única vez que se embarazo presento amenaza de aborto a las ocho semanas. Le recomendaron guardar reposo absoluto. Con una semana acostada sin poder levantarse le exigía a su esposo que estuviese a su lado. -Alina, debes comprender que debo atender asuntos importantes. Voy y vuelvo enseguida. -¡Eso es mentira!. Tú me embarazas y yo sola soy quien debe sufrir por llevar esta criatura en el vientre.- Repetía la misma queja cada cinco minutos. -Es nuestro hijo Alina, no es mi culpa que ese rol sea de las mujeres. ¿No te emociona ser madre?- ¿Cómo se puede quejar por eso? -¿Engordar y verme como barco? Si es con tanto sacrificio no. Este niño no quiere venir al mundo si lo quisiera no diera tanta lucha.- Que egoísta es esta mujer. Tantas que quisieran embarazarse. -Recuerda que ha sido tu decisión evitarlo durante todos estos años- Quince para ser exactos. -Ahora yo soy la culpable- Joaquín quería halarse los pelos. -No he dicho eso. Solo quiero que seas razonable y paciente- Suspiró -Si no te quedas conmigo también me iré a hacer unos pendientes. -Te prometo que vuelvo pronto. Dame tiempo. Aprovecha para descansar, que se yo, llama a tus amigas, ponte hacer crochet.- Lo miro espantada ¿Crochet, yo? No me conoce. -Si te tardas no me encontrarás- Salió de la casa convencido de que era chantaje lo de su mujer hacia él. De no ser porque no le había interesado nadie en los años que tienen de matrimonio de seguro ya se hubiese divorciado Tres horas después. -Joaquín, ven a la clínica- Reconoció la voz que le llamó preocupada. -¿Qué pasa Bárbara?- Preguntó con cautela. -Es Alina –Sintió un salto en el corazón- Estaba en el club, de pronto le dio un fuerte dolor que la hizo sangrar por las piernas. La trajimos lo más rápido que pudimos.- Se imaginó el peor escenario. -Voy enseguida- Después de quince años de casados era lógico que se sintiera entusiasmado con tener un hijo. Las esperanzas de formar una familia con su esposa eran cada vez más lejanas. Desde hace mucho que la intimidad entre ellos era escasa. La personalidad de Alina enfrió cualquier sentimiento que tuviera por ella. Se sorprendió cuando ella le dijo que estaban esperando un hijo, al no recordar si tuvieron relaciones en los últimos meses. Ella insistió en que llegó borracho y la reclamo en la cama haciéndole el amor como loco esa noche recordándole los primeros años de matrimonio. Llegó al centro de salud donde encontró a las dos amigas de su esposa que de inmediato le repitieron lo que ya sabía. Se acomodo para esperar noticias del médico que estaba a cargo de su esposa. Mientras preguntó en un tono frío que no daba espacio a mentiras, -¿Qué estaba haciendo Alina en el club?- Las amigas le miraron sin decir nada –La dejé en la casa y sabía muy bien que debía guardar reposo ¿Ustedes no sabían eso?- Las estaba responsabilizando indirectamente, conocía la personalidad impositiva de su esposa. -Claro que lo sabemos- Contestó Rebeca- Estábamos allí y ella simplemente apareció ¿Qué podíamos hacer?- Claro la señora no podía esperar para reunirse con sus amigas. -Exacto- Corroboró Bárbara- Ella estaba aburrida en casa, “SOLA”- Enfatizo las palabras- No le vimos nada de malo a que tomara un poco de aire- Cuando estaban en el club llamaron a su amiga asegurándole que la estaban pasando muy bien, que lamentaban que no pudiese estar con ellas. Alina les dijo que guardaran parte de la diversión para ella que en breve se les uniría. Se rieron al escuchar a su amiga sin tomar en serio sus palabras. Al instante siguiente la tenían al frente con una copa en mano. -¿Alina, estás loca? ¿Qué haces aquí? Suelta esa bebida- Le intentaron persuadir. -Tranquila Rebeca si este bebe se va a conservar no importa lo que haga ahí estará pero sino por mas reposo que guarde se perderá igual.- Se miraron confundidas una a otra. -Estas siendo irresponsable amiga. -Al contrario Bárbara, soy realista- Las amigas se miraron desaprobando la actitud de Alina, pero no podían hacer nada si esa era su decisión. El médico llegó a buscar los familiares de Alina Calzada -Soy su esposo, doctor ¿Cómo está mi esposa? -Ella está bien ahora. Está sedada. Tuvimos que realizarle un legrado de emergencia, tuvo un aborto espontáneo. No pudimos hacer nada, lo siento señor Calzada. El embarazo ya tenía doce semanas, es una lástima que no se conservara- ¿Doce semanas? Creí que eran ocho. -Disculpe doctor ¿Cómo sabe que tenía doce semanas?- El doctor no se sorprendió por la pregunta, es común. -Le realizamos una ecografía para confirmar el estado de la criatura además de que tenemos acceso al expediente clínico de la señora- Respondió calmado. -Gracias doctor ¿Puedo verla?- Ya tendremos tiempo de aclara “el detalle del tiempo de embarazo” - ¿Quiero ver cómo está? -En un momento será trasladada a una habitación. La enfermera vendrá a avisarle- El médico se retiro sin saber las dudas que sembró en Joaquín. Las amigas escucharon sobre la perdida y se lamentaron en silencio. Ambas tenían maridos e hijos que asistían a la universidad. No entendían porque Alina se negaba a tener hijos teniendo un marido responsable y tan atractivo. Ambos genes combinados darían bebes hermosos. Pero respetaban las decisiones de la pareja. Según su amiga Joaquín quería ascender en la empresa familiar antes de tener ese tipo de distracciones. Hace mucho que este ocupaba la posición más alta de las empresas Calzada. Alina fue egresada tres días después. Su alegría no pasaba desapercibida lo que tenía sorprendido a más de uno. Sus padres y suegros estaban tristes, la idea de ser abuelos por parte de esos hijos los tenía muy emocionados después de tan larga espera. La relación de Joaquín y Alina entro en un letargo que se mantuvo varios años hasta que él le pidió el divorcio. ********* -Abuelo ¿De quién es esta foto?- José Joaquín se quedó mirando la foto que le mostró su nieta Lisandra. -Es tu tío de joven- Contestó sin dudar. Imposible, pensó la chica que sabía quien era en realidad. Esperaba que le dijeran que era alguien de la familia “Tendré que averiguarlo por mi cuenta” se dijo. -Déjame ver mi niña- Quiso ver su abuela. Lisandra se acercó con el fragmento de periódico que tenía en la mano. Encontró la foto cuando buscaba información sobre Los Conde. Le llamó la atención el parecido de Jerome con su tío. Bethania tomó la foto y reafirmo lo dicho por su esposo- ¿De dónde sacaste esa foto de tu tío, se ve de esta época?- Su nieta sonrió -Pues para mi es el hijo de mi tío, aunque, espero que no porque Jerome está comible, abuela- La expresión de ensueño de la chica saco una sonrisa a su abuela. -Niña ten prudencia. Primero investiga con tu tío, no te vayas a llevar una sorpresa- Advirtió divertida. Estaba segura que su hijo les habría dicho algo tan importante. -¿Por qué lo dices Abu?- Será que mi abuela sabe algo. -Tu tío era bien coqueto cuando tenía la edad de ese chico de la foto. Tal vez dejó rastros de sus hechos por ahí- Dijo queriendo estar equivocada, el chico de la foto tendría unos dieciocho o diecinueve años. Le daría un buen regaño a Joaquín si fue irresponsable con algo como eso. Aunque estaría más que feliz con otro nieto y así de bello. -Bueno, pues si es así, aun me queda el hermano que es todavía más llamativo- Gritó sin perder la emoción. -Más bonito que ese, déjame verlo- La abuela sonaba muy emocionada en lugar de un nieto serían dos. Interesante. -Estoy escuchando- Advirtió el señor Calzada sin despegar la vista de sus papeles. Las mujeres rieron a la vez que compartían una mirada de complicidad. -No tengo la foto aquí pero te la envío por mensaje más tarde, para que te refresques la vista abuelita.-Dijo casi en un susurro para que solo la abuela escuche. -Estaré atenta nietita- Le guiño un ojo a la más joven. -Sigo aquí- jajajajaja las dos salieron de la habitación de buen humor. José Joaquín estuvo pensativo un momento tratando de recordar si algún día su hijo le comento sobre la posibilidad de haber cometido la indiscreción de dejar a alguien embarazada pero no recuerda que estuviese en alguna relación a ese nivel. Solo una chica lo entusiasmó más de la cuenta, por muchos meses su hijo la estuvo viendo. Al principio lo dejó pensando que se le pasaría la emoción. La mando investigar, en cuanto se entero de su procedencia le hizo ver los contras de involucrarse con gente como esa. Su hijo se alejó y al poco tiempo se caso con Alina una muchacha de su mismo nivel, con la que tuvo una vida personal lamentable, aunque socialmente le sumó mucho. A veces se sentía culpable por interferir en la vida sentimental de su hijo mayor, error que evito con Raysa y lo resultados se vieron. Esta, está casada y con una linda familia lo que le falta a su hermano quien es desconfiado, introvertido y amargado se podría decir. Tan distinto a como era hace veinte años. ¿Podría ese muchacho ser descendiente de nuestra familia? Mío no es. Pensó mientras veía la foto que se le cayó a la nieta. +++++++ A mitad de semana las plazas comerciales están menos ocupadas que en los fines de semana. Mireya, aprovechó para dar un paseo. Le interesaba familiarizarse con los entornos. Es posible que se quede una temporada o regrese a vivir definitivamente al pueblo. Le encantaba el crecimiento urbanístico y poblacional de los alrededores. La población no solo estaba conformada por los lugareños sino que familias de otros pueblos y países han aumentado la demografía enriqueciendo la cultura dando más atractivo social a la localidad. Los cafetines y restaurantes estaban ocupados por algunas personas, eso era menos común antes de irse. Hizo algunas compras quería dar algunos obsequios a sus cuñadas y sobrinos por la acogida que han dado a sus hijos y a ella. Exhausta entró a una cafetería que le llamó la atención. Tenía un concepto parisino, con sillas y mesas en el exterior debajo de pequeñas sombrillas, en un área que daba de frente al sol. Sintió que hizo una buena elección al sentarse y ver el menú muy francés. Ordeno algo sencillo para no llenarse mucho, más tarde almorzaría en casa de Diego su hermano. En lo que esperaba se concentró en su celular. Las r************* solo hablaban de Los conde, no esperaba que fueran tan conocidos allí. En una mesa en el interior del café a alguien la llegada de esa elegante mujer no pasó desapercibida. Su atuendo estaba acorde con el ambiente de la cafetería. Vestido veraniego, sombrero y lentes anchos que ocultaban el rostro pero no el único pelo rojo que recuerda en toda su vida - ¿Mireya?