amor eterno

Capitulo 2

Es impresionante estar volando, aunque sea en avión, poder ver las nubes, las cosas desde arriba, como un pájaro, libre. Aunque sea sólo por un rato, porque al final todo lo bueno tiene fin.

No sé si eran nervios por llegar a un nuevo lugar, tristeza por dejar a mi familia y amigos, emoción por conocer a otras personas, eran muchas emociones mezcladas.

Fue extraño llegar sola, ya que estaba acostumbrada a estar siempre rodeada de gente, de mi gente, como mis guardias personales (la manada y mi familia, claro).

Bajé del avión y fui a pedir un taxi, le di la dirección del colegio donde iba a estar dos largos años.

Estaba perdida, al parecer había llegado por las puertas principales del colegio y se suponía que debía llegar a las residencias.

Cuando al fin llegué al lugar correcto entré al edificio y vi el papel de mi habitación, piso 4, perfecto, fui en busca del ascensor y cuando pude realizar toda la travesía llegué a la habitación 402. Abrí la puerta y observé que no iba a estar sola, tenía dos compañeras de habitación.

-¿Hola? -dije abriendo la puerta y luchando al tratar de meter todas mis maletas.

—Hola —dijo desinteresada una de ellas.

-¡Hola! -contestó la otra con mucha emoción, esto me recordó a mi tía Alice- mi nombre es Emma, y ella es Hannah. Encantada de conocerte.

-Yo soy Renesmee-dije con una pequeña sonrisa— el placer es mío.

-¿Acaso tus papás no te querían? - -se burló Hannah.

—Me quieren tanto que me pusieron un nombre especial -le dediqué una sonrisa forzada.

Nada mejor que tener compañeras humanas, pensé.

-¿De dónde eres? —preguntó Emma mientras yo seguía parada en la puerta observando toda el cuarto.

-Forks, E.U.A-suspiré.

—¡Vaya! Vienes de muy lejos – ella puso una mueca-yo soy de Manchester, no estoy tan lejos como tú de casa.

-Barcelona -mencionó Hannah, aún un poco distante.

Di un paseo por la habitación y al parecer, me habían dejado la litera de abajo, mientras que Hannah se había adueñado de la cama individual y Emma tenía la litera de arriba. Teníamos un solo baño para las tres, aunque también a fuera, al final del pasillo, estaban los baños compartidos con las demás chicas del piso.

Continué desempacando mis cosas en la cama disponible, mis compañeras me habían dejado un clóset disponible junto con una mesita de noche y un escritorio. Estaba acomodando mi ropa cuando vi una cosa que no recordaba haber empacado, un paquete grande, era una bolsa de papel color café. Lo abrí con cuidado, dentro había una foto de Jake conmigo, un día de verano, en La Push, él me estaba besando la mejilla con su brazo sobre mi hombro mientras yo le estaba rodeando la cintura. Rebusqué dentro esperando encontrar otra cosa y reparé con que también contenía una carta.

Esto es para que no me olvides mientras estés allá.

Te quiere, tu Jake.

Empecé a sentir como mis ojos se ponían húmedos, me senté en la cama en busca de seguridad pues ese detalle me había quitado todas mis fuerzas, rodeé las cosas con mis brazos, tan fuerte que rezaba para no romperlas. Las dos chicas me miran extrañadas, Emma se acercó a ver que pasaba.

-¿Es tu novio? -preguntó al ver la

foto.

—Algo así —sonreí por lo bajo.

-Te aseguro que ahora mismo está saliendo con otra chica -dijo Hannah con un tono molesto.

No pude evitar pensar que así era.

−¡Hannah! —la regañó Emma— tu no hagas caso, se ve que es un gran chico.

-Y lo es -dije con una repentina felicidad.

Terminé de desempacar y decidí ir a dar un paseo por las instalaciones de la residencia y parte del colegio, Emma se ofreció como guía, pero rechazé la oferta.

En ningún momento dejé de pensar en Jacob, ¿Qué haría ahora? ¿Me extrañaría de verdad? Seguí caminando esperando que las respuestas fueran las que yo creía.

Cuando llegué del paseo, ya era de noche, me quedé un rato a fuera de la habitación, mirando a través de una ventana pensando en lo inevitable.

Me decidí a entrar y vi que Emma ya estaba dormida, mientras que Hannah estaba en su cama con su laptop, supuse, viendo alguna película.

Fui al clóset y me cambié por mi pijama, acto seguido me metí en la cama no sin antes programar un par de alarmas.

Antes de dejar mi celular dudé entre si mandar un mensaje agradeciendo a Jacob o esperar y hacerlo a la antigua, con una carta y tal vez algún regalo de por acá.

Me fui a dormir con la imagen en mente de segundos antes de subir al avión.