A tu servicio

Capitulo 4

Capitulo 4.

¡Mi jefe es el líder de la pandilla más peligrosa de los Estados Unidos!

Cálmate Lucia, inhala, exhala....

Lo sé, estoy hablando sola, pero para una chica que acaba de enterarse de que trabaja para un tipo que puede matarla en cualquier momento, no reaccioné tan mal de todos modos.

Bueno, es tarde y mañana debo ir al trabajo así que tengo que dormir, incluso si va a ser difícil.

Apago mi computadora y me voy a la cama, solo después de unas buenas 2 horas finalmente me duermo.

Al día siguiente.

¿Qué tan difícil es levantarse a las 5:30 am?

Si fuera a la escuela, ¡probablemente no tendría que levantarme tan temprano! Pffft.

Me levanto de la cama con dificultad y voy a vestirme, me maquillo y me peino.

Bajo a desayunar y veo que mi madre no está. Tomo una manzana y voy a la parada de autobús que está a unos 20 minutos de mi casa.

Mientras espero el autobús como mi manzana en silencio cuando un chico se sienta a mi lado.

—Hola — Me giro hacia él cuando escucho su voz, ¿me está hablando a mí? — Hola — vuelve a repetir con una gran sonrisa

—Hola — respondo al fin.

—Nunca te había visto, ¿eres nueva?

—Si, no llevo mucho tiempo viviendo por acá.

—Me llamo Luke ¿y tú?

—Lucia.

—Si estás esperando el autobús supongo que vamos a la misma escuela, ¿no?

—Eh, no, yo no voy a la escuela.

—Oh, ya veo… ¿Y entonces hace cuánto te graduaste?

Me da un poco de vergüenza admitir que jamás he ido a una escuela, Luke me mira, sé que está esperando la respuesta, pero no sé qué decirle. Después de un rato finalmente me decido a hablar.

— Yo... yo nunca he ido a la escuela. — veo en su rostro que está sorprendido. Por primera vez estoy hablando con alguien de mi edad…

él iba a decir algo pero el autobús llegó, por lo que me apresuro a subir en el, no quiero más preguntas.

40 minutos después llego a casa y como siempre justo a tiempo. Toco el timbre y Katherine viene a abrir la puerta.

—Hola Lucia, ¿cómo estás? — Ella me saludó con una gran sonrisa, me gusta su forma de ser, me habla como una amiga, reconozco que me agrada.

—Muy bien gracias, ¿y usted?

—Excelente, entra.

Entro y veo a Andrés y Antonio desplomados en el sofá. Cuando me ven, Antonio viene a darme un beso y Andrés se me acerca con una sonrisa perversa.

— Entonces, ¿lista para servirme? — Pongo los ojos en blanco y voy a mi habitación. Me pongo el uniforme y me ato el pelo.

—Oh no, prefiero cuando tienes el pelo suelto bebé. — Me doy la vuelta y veo a Andrés

—¿Es en serio? — Pregunto con fastidio.

—¿Qué cosa, cariño?

—¿por qué me pones esos ridículos apodos? — le grito con rabia

—Ey, relajate, estás muy tensa…

—Estaría menos tensa si me dejas trabajar.

—¿No prefieres divertirte? — Su pregunta me deja en shock, nos conocemos hace un día y ya me está haciendo ese tipo de insinuaciones.

—Basta. — Me doy la vuelta y tomo la aspiradora, salgo de allí ignorando a Andrés caminando a mis espaldas. Noto que la casa está vacía.

—¿Dónde están los otros?

—Desaparecieron… — dijo con tono juguetón.

—¿Y por qué tu no desapareciste?

—Porque… tengo que vigilarte — suelto una pequeña risa, es tan ridículo.

—¿Y para qué?

—Solo quiero verte trabajar,

—¿Verme?

—Si, quiero ver como trabajas, esto es como una especie de prueba.

—¿De qué hablas?

—Bueno, ya sabes, como en las pruebas de secundaria, o apruebas o repruebas.

—Ah, si. — Prefiero no decirle que nunca fui a la escuela porque no creo que necesite esa información.

—Tu nunca fuiste, ¿eh?

—Pff... ¿Qué te hace creer eso?

— Tu mirada transmite tus pensamientos.

maldita mirada traidora. Al ver que iba a agregar más, pongo la aspiradora y comienzo a limpiar.

Ya han pasado más de 6 horas, limpié toda la planta baja, excepto la “habitación prohibida”, y terminé de cocinar para Andrés, le hago su hamburguesa y le pongo el plato delante, él ya está en la mesa.

—¡Mmm!

—Intenta no atragantarte, será una pena. — Se ríe y devora su hamburguesa mientras yo meto las de los demás en la heladera.

— En serio, somos como una pareja casada, ¿no?

—No. — Él está riendo. Subo a limpiar las habitaciones, ordenarlas y quizás descubrir cosas nuevas.

ya no sé cuántas horas han pasado, acabo de terminar de limpiar y curiosamente Andrés me dejó sola, voy a poner mi uniforme en mi habitación, tomo mi bolso y salgo de la casa.

Me dirijo a la parada del autobús cuando un coche se detiene no muy lejos de mí. Es el típico auto de las películas, se ve cuando la chica camina sola en la noche y un auto n***o se detiene frente a ella y un tipo la agarra y la retiene como rehén hasta que llega el hombre de su vida a salvarla. , luego se casan y tienen muchos hijos. Bueno, eso es un poco así, excepto que nadie vendrá a salvarme. Entonces, tomo el ritmo y escucho pasos detrás de mí, vuelvo a tomar el ritmo pero una mano me agarra del brazo.

—aaahhhh

—Lucia, ¡relájate soy yo!

—¡Casi me muero del susto! ¡Me vas a asustar!

—Lo sé, eso vi.

—¿Qué pasa?

—¿Quieres que te lleve a casa?

—No gracias, estoy bien. — respondo y comienzo a caminar.

—El próximo auto que te pare, no seré yo. lo sabes.

Doy un suspiro, tiene razón, además ya es bastante tarde, doy una vuelta y caminó hacia el auto de Andrés y subo en esté, Andrés suelta una pequeña risa y sube al auto también, le doy la dirección de mi casa y cogemos rumbo.

El viaje se hace en un pesado silencio hasta que al fin llegamos frente a mi casa.

—Gracias.

— Con mucho gusto querida. — Dijo dándome un guiño.

—No te funciona.

—¿Qué cosa?

—Esos intentos que haces para meterme en tu cama.

—Bueno, el que no arriesga no gana.

—En eso tienes razón.

—Lo ves — dijo guiñandome un ojo.

—Si, pero tendrás que esforzarte mucho más, no soy tan fácil. — está vez fui yo quién le guiñó un ojo, vi como Andrés se mordió el labio y soltó una pequeña risa.

Lo veo reír y me voy a casa. Nunca pensé que me acercaría tanto a Andrés, Pero aún debo recordar que él es amigo de mi jefe, así que no debería ser su amiga.

Entro en la casa y mi madre no está. Entre semana no me pega para que nadie en mi trabajo se dé cuenta, pero veo que se muere por hacerlo...

Este fin de semana mejor preparo los analgésicos…