Hace 2 horas que estoy buscando una excusa para no ir a esta maldita fiesta pero no sale nada, así que sigo a Katherine a todas las tiendas pero sin estar realmente con ella.
— ¡Lucía! — Salgo de mis pensamientos y cuando levantó la cabeza veo a Katherine frente a mí, con los brazos cruzados. — ¡Llevo una hora hablándole a la nada!
—Lo siento… — Me disculpo un poco culpable
—¡Sé lo que estás pensando! — La miro sorprendida, al ver que me cuesta creerle me dice — Deja de buscar una excusa para no ir a la fiesta, ¡iremos y listo!
—Pero Katherine, sabes que no conozco a nadie y yo solo soy… ¡es vergonzoso!
— ¡Eres la empleada de Mark y eres mi amiga! Y en la fiesta estarán Andrés, Jhon y todos los demás. — Cuando ve mi mirada, me mira con... ¡¿compasión?! — Sí, Mary estará allí.
Pongo mis manos en mi cabeza tratando de bloquear las ondas que le permiten leer mis pensamientos.
— ¡Deja de leer mi mente! — Al verme, se echó a reír, Luego continuamos nuestras compras.
— ¡Lucía! ¡Mira, te quedaría genial! — Me muestra un conjunto y voy a probármelo. Una vez que lo tengo puesto, salgo y se lo muestro a Katherine.
— ¡Te queda muy bien!
—La verdad, ¡Me gusta! — Estaba súper feliz de que finalmente me gustara alguno de los atuendos que ella me había mostrado. — Katherine, hoy sorprendí a Mark y Mary… — Ella me mira sin comprender lo que intento decirle.
¡No, Katherine, no hagas decirlo! No es que me duela ni nada, pero es súper vergonzoso.
—¿Los sorprendiste como…?
— Bueno, ya sabes, en acción. — Ella piensa por un momento y se lleva una mano a la boca con asombro. — ¿Me llevo este conjunto entonces? — le pregunto para intentar cambiar el tema.
Veo a Katherine como en cámara lenta soltar una fuerte carcajada, me volteo un poco avergonzada por la situación.
— ¿Pero por qué te ríes tanto?
—Yo… — Katherine intenta hablar pero sigue riendo — Yo solo… me imagino… tu cara… ¡Y la de ellos! — en la última parte le da aún más risa. Dios, creo que no debí haberle dicho nada.
No puedo evitar reírme también cuando pienso en la cara que debo haber hecho.
Se levanta y se seca las lágrimas de las mejillas, luego nos vamos a pagar la ropa que habíamos escogido para mí. Cada una de nosotras encontramos nuestro atuendo, lo mio era una falda bastante pegada de cuero con un top blanco manga siza y unas botas negras, Katherine usará una falda blanca que tiene una abertura en la pierna y un top n***o, además de unas zandalias de tacón. En lo personal no estoy nada acostumbrada a usar ese tipo de ropa, pero reconozco que me veo bastante bien así vestida, me hace sentir linda, y no recuerdo la última vez que me sentí así.
Luego de hacer las compras nos dirigimos a la casa de Katherine, y ¿Qué puedo decir? Sinceramente estoy sin palabras, está casa es hermosa y muy grande, no tanto como la de Mark, claramente, pero sigue siendo una casa muy espaciosa.
Antonio baja las escaleras y al verme se apresura a saludarme, luego saluda con gran amor a su novia y Katherine luego de darle varios besos sube a su habitación.
—¡Lucia! ¡ven! — Escucho el llamado de Katherine y miro a Antonio, como si le estuviera pidiendo permiso para seguirla
—Adelante, primera puerta a la derecha — Me dice al ver mi timidez.
— Gracias — Le doy una sonrisa de boca cerrada y camino hacia la habitación donde se encuentra Katherine.
—Estaba pensando en que quizás, si no te molesta, pueda maquillarte un poco, ¡Y hacerte un peinado! Te prometo que no haré nada muy exagerado — me pone carita de cachorrito y no puedo negarme.
—Está bien, pero no hagas algo muy elaborado, me gusta ser más natural.
—¡Lo sé! no te preocupes.
—No puede ser… haz caido en las garras de “Katherine la maquilladora” — comentó Antonio con sarcasmo mientras entraba a la habitación.
—¿Siempre es así cuando va a salir? — Pregunto con simpatia.
—No, solo cuando le dan la oportunidad de arreglar a alguien.
—¿O sea que es culpa mía? — pregunto intentando estar ofendida.
—Totalmente — Responde él cruzando de brazos. — los tres soltamos una carcajada y Katherine comienza a alistar todo para comenzar a arreglarme.
Antonio nos comenta que estará en la habitación de juegos y nosotras asentimos, Katherine le dice que mejor, ya que quiere espacio para nosotras dos solas.
—¡Te ves genial con esa ropa! — Ella chilla de emoción.
—Te juro que me lo haz dicho más de 5 veces — le digo con burla.
—¡Entonces créelo! ¡Te ves estupenda!
—Gracias Katherine, tú también te ves hermosa — le doy una sonrisa sincera.
—¡Gracias! pero ya, mucho bla bla bla y nada de acción, es hora del maquillaje y el peinado.
Me río y vamos al baño. Ella me riza el cabello, y yo aliso su cabello, luego me pone delineador y labial rojo sangre y yo le pongo sombra negra y labial rojo, pero menos rojo que el mío.
Bajamos al salón donde nos espera Antonio. Cuando nos ve, abre mucho los ojos y toma a Katherine en sus brazos, besándola.
— Estás hermosa mi corazón — Se besan más que nunca.
— Hum hum. — Se sueltan y Antonio me mira.
— Tú también estás hermosa. — Katherine le da un codazo.
—¡Para, me voy a poner celosa! — Todos nos reímos y salimos alrededor de las 9 p.m.
Casi una hora después llegamos a una calle y Antonio aparca pero no veo ninguna casa que parezca estar celebrando, bajamos y efectivamente, la calle está totalmente desolada.
—¿Estás segura de que es aquí?
—Es un poco más lejos, con el lío que va a haber ahí, prefiero alejarme un poco.
—¿lio? — Katherine le da una patada a Antonio y lo mira, luego se vuelve hacia mí y me pone el brazo en mis hombros.
— No te preocupes, solo va a estar un poco agitado, es un lugar muy pequeño.
—¿Pequeño?
—Si, un poco…
Después de caminar unos minutos escuchamos la música.
— Llegamos Lucía. — Levanto la cabeza y OH MI ¡DIOS!
De hecho, esto es realmente un desastre. Hay gente por todas partes, algunos están bailando apretadamente, algunos se están lavando la boca, otros están francamente "hum hum" en todos los rincones y el resto .... bueno, todos están muertos de frío sobre la hierba.
Miro a la gente que me rodea con... ¿cómo decirlo? Una mezcla de asco con miedo, Katherine debe haberlo notado porque me mira sonriendo.
—No hagas caso, no todos somos así. — Me agarra del brazo y me empuja dentro de la casa.
¡Afuera era normal, dentro es peor! ¡Hace calor, no puedes dar un paso sin codearte con pervertidos con sus manos errantes! Veo a Andrés y Jhon a lo lejos y decido ir hacia ellos. Cuando Andrés me ve, me agarra del brazo y me atrae hacia él.
—Hola guapa. — Dijo Jhon.
— Hola señora sexy. — Agrega Andrés con lujuria.
— Hola chicos.
— ¡Eres jodidamente sexyl! — Grita Andrés sobre la música.
—Gracias Andrés, Katherine ayudó bastante con este cambio. — Él pone su brazo alrededor de mis hombros. Normalmente, lo habría quitado pero ahora creo que es mejor que me quede cerca de las personas que conozco.
—Entonces, ¿Cómo estás?
—¡Excelente! — Dije con mi sonrisa más falsa.
Ya ha pasado más de una hora, todavía estoy con Andrés y Jhon y, para ser honesta, ¡estoy realmente enojada! Hablan de cosas inútiles y no entiendo nada de lo que dicen. Ya no más, no pienso quedarme aquí para enojarme más.
—Me conseguiré algo de beber — Le digo a Andrés.
—¿Quieres que te acompañe?
— No, no te preocupes.
Entro en la cocina y echo un vistazo a todo lo que hay, después de unos minutos de reflexión, termino sirviéndome un vaso de vodka cuando alguien me susurra al oído:
— Tú me debes algo. — Salto y me giro para ver a Mark.
—¿Qué? — Katherine viene hacia nosotros.
— Mañana te daré el día libre, y a cambio me debes algo. ¿Katherine no te dijo nada? — Miro a Katherine con malicia.
—Creo que me están llamando, sip, acabo de escuchar mi nombre… Adiós… — Y se va, dejándome a solas con Mark.
— Aparentemente no lo sabías, bueno, te lo digo, me debes una.
¡Y mierda! Katherine, la voy a matar, ¡me metió en algo!, está bien, no es nada, solo quiere “un servicio" pero yo sé que no es "solo un servicio" Este tipo está loco, les recuerdo que es el líder de una gran pandilla... Tengo un muy mal presentimiento.
—Iré a trabajar mañana. — Él comienza a reír.
—¿Tienes miedo?
—N... ¡No! — ¡Muy creíble por cierto! Se ríe un poco y se me acerca para susurrarme al oído
— Es demasiado tarde, cariño.
¿¡Cariño!?
— ¿Qué diría Mary si supiera que me llamaste "cariño"?
— ¿Por qué iba a decir algo? — Parece sorprendido por lo que dije.
—Bueno, ella es tu novia. — Mark suelta una pequeña risa, Que guapo es... tiene los dientes blancos, y un buen aliento...
Dios mío, lo del aliento es raro... ¡¿Por qué los chicos más bonitos son los más tontos?! Pero espera, acabo de decir que básicamente es un ¡dios de la belleza! ¿Qué? Generalmente no estaría bajo su encanto, pero es que su risa… además esos ojos cuando me miran directamente, algo dentro de mí se detiene, cuando su risa se acaba, me mira directamente a los ojos... ¡Maldita sea, me estoy derritiendo!
—¿Mary mi novia? Pffff — Genial, puede que sea guapo pero realmente no apruebo el hecho de que me escupe en la cara mientras se ríe.
— ¿Por qué te ríes? Ella es tu novia, ¿verdad?
—¿Quién te ha dicho eso?
Vuelve a ponerse serio, parece... ¿molesto? No lo conozco lo suficiente como para confirmarlo, pero en cualquier caso creo que lo está.
—E... Mary. — Se ríe brevemente y me susurra al oído
—Mañana no tienes interés en venir, sino te echo… — ¿Qué? Pero, ¿qué es este cambio de tema? En cualquier caso, estas palabras me hielan tanto la sangre que ni siquiera lo dejo terminar.
—....Vale! — Se ríe y me acaricia la mejilla, lo que me hace estremecer. Debió notarlo porque una sonrisa orgullosa apareció en su rostro.
—Mary no tiene las cualidades requeridas para tener el honor de ser mi novia.
Es una locura ser tan arrogante. Me mira de arriba abajo, deteniéndose justo en mi pecho y por supuesto, me sonrojo... ¡Estúpido! Luego se va.
Vacío mi vaso de una vez y créeme, el vodka sin fondo es difícil de pasar, pero quiero realmente olvidar lo que acaba de pasar.