Ricardo Camino hasta la bodega, con una sonrisa en mi rostro por lo que había sucedido con las bodegas del bastardo. Observé que no haya nadie, necesito poder sacar la mayor cantidad de mercancía posible para que este lugar se haga trizas igualmente. Recibo una llamada de uno de mis hombres, hay alguien merodeando el lugar. Alisto mi revólver y camino hacia la salida de atrás, acabamos de quitar del camino a las personas que estaban ahí vigilando sin que los demás se dieran cuenta, porque no puedo permitir es que haya alguien por ese lugar al mismo tiempo que nosotros. —Señor, en efecto hay un hombre que acaba de salir de la fábrica, pero él en lugar de salir e irse como cualquiera lo haría. Se quedó revisando algunas cosas por fuera mientras hurgaba e intentaba ver más al fondo —

