Leonardo Me separó de ella, mi cuerpo tiembla con solo su cercanía. Sus labios están rojos e hinchados, antes de que pueda hablar, la vuelvo a tomar con posesividad esta vez de la cintura para profundizar un nuevo beso. Esta vez ella me coloca sus manos sobre los hombros, mi cuerpo comienza a calentarse completamente, mientras que en el bulto que sobresale de mi pantalón comienza a hacer demasiada fuerza por querer buscar el cuerpo de ella. Ana suelta un gemido gutural, que hace que mi m*****o palpite una y otra vez. Podría jurar que está completamente húmeda, no es difícil de confirmar eso, porque la siento, puedo notar como su boca se humedece por completo con cada una de mis besos y el roce de mis dedos en su piel. Mis manos se ubicaron en sus muslos, para acariciarlo brevemente y

