Aitana no se le ocurrió hacer otra que cerrar sus ojos, quería pensar que todo era producto de su imaginación, o en el mejor de los casos, un mal sueño, una horrible pesadilla. Y cuando abrió sus ojos, los volvió a cerrar por la intensa luz que la cegó por un instante. — Aitana, Aitana, óyeme, reacciona, ¿Estás bien? Joder, ¿Qué te sucedió cariño? —fue lo único que escuchó cuando agudizó sus oídos y comenzó a volver en sí. En medio de su inconsciencia, Aitana sintió una extraña sensación en su cuerpo, como si le estuvieran estrujando de arriba abajo y un mareo intenso se apoderó de ella, esto fue lo que la hizo reaccionar. Sus ojos se abrieron rápidamente una vez más y sin tiempo para analizar nada de lo que estaba viviendo, dio media vuelta sobre sí e

