Aitana caminó directamente hasta el bar que estaba junto al casino, sin detenerse a analizar ni pensar un poco, todo fluía como si fuese guiada por su intuición, sexto sentido o GPS tal vez. Sus tacones resonaban con cada paso que daba, y como si estuviera segura de a donde se dirigía, fue directo hasta el primer lugar que se le vino a la cabeza, sospechando que encontraría a su esposo por allí. Aitana deseaba poner fin de una vez por todas, a muchas cosas que le perturbaban su paz, una de ellas era esa incertidumbre de no saber quién era en realidad Jordi Torres, porque al parecer, había mucha información que desconocía. Al entrar al casino, recorrió el lugar con la mirada, mientras caminaba discretamente como si buscara un lugar donde sentarse a gusto, sin embargo, n

