Esa misma noche, Rachell se quedaría en casa junto a Aitana y Jordi, pues junto a su jefe debían dejar listas algunas cosas antes de partir y aquellos días eran ideales para preparar todo. Cloe preparó una exquisita cena para todos, y luego de cenar ella se retiró a su habitación dejando a solas a Aitana con Jordi y Rachell en la sala de reuniones del hogar. Pasadas algunas horas de charla y plática, siendo casi de madrugada, Aitana comenzaba a sentir algo de sueño, y prefirió retirarse a su habitación para descansar un poco. ― No puedo mantener los ojos abiertos un segundo más, iré a la cama, realmente no aguanto el sueño. Amor, te espero en la cama, no tarden, mira que no quiero dormir sin ti. ―Dijo Aitana, mientras se acercaba a su esposo y le daba un cálido

