CHARLENE Había pasado una tarde y noche maravillosa, ni siquiera recordaba lo último que había comido por la noche, bueno recordaba que me había comido la polla de Daniel, pero eso era punto y aparte, cuando desperté lo volví a buscar y de nueva cuenta no se encontraba, seguramente estaba de nueva cuenta en la cocina, preparando el desayuno, no sé por qué no solo pedía servicio a la habitación y pasaba más tiempo a mi lado, fui a hacer mis necesidades al baño, me volví a poner la misma bata de ayer y bajé a buscarlo. Fui directo a la cocina, sin embargo no lo encontré, todo parecía estar en perfecto orden y una calma poco habitual, lo, busque, pero no había nadie aquí, más que yo, de pronto el timbre del ascensor se escuchó, fui corriendo hacía ya, tal vez era él, pero no, era servicio a

