Conociendo a mi madrastra y mi hermanastro
Angeline una hermosa niña de 8 años de edad, blanca como la nieve, cabello castaño y ojos color miel estaba profundamente dormida, cuando su nana entra a su habitación y la despierta.
- Mi niña es hora de despertar, te tienes que poner muy hermosa. Hoy vas a conocer a alguien muy especial para tu padre.
- ¿A quien voy a conocer Nani?. Así apodaba la hermosa Angeline a su nana.
- Hoy conocerás a prometida de tu padre y a su hijo, creo que ustedes se llevarán muy bien. Es un niño muy dulce.
Angeline sabía que su papá estaba comprometido pero no sabia que su prometida tenía un hijo, ella sentía su corazón latir fuertemente pues estaba muy nerviosa y ansiosa por conocerlos. Su nana le puso un vestido largo, azul cielo con unos adornos hermosos y un lazo en su cabello del mismo color.
Al bajar las escaleras se encontraba su papá con una mujer delgada, cabello oscuro como la noche, piel morena y una hermosa sonrisa, la cual recibió a Angeline con un gran abrazo y un beso, presentándole a su hijo Erick.
Erick era un niño serio con el rostro endurecido, cabello castaño, ojos cafés y piel canela. Al acercarse Angeline para darle un abrazo el solo le estiró la mano y le dijo:
- Es un gusto conocerte Angeline, mi nombre es Erick.
Angeline pensó que no le correspondió el abrazo porque estaba muy nervioso al igual que ella. Salieron los dos niños al patio a jugar, cuando estaban allí Erick se puso aún más serio y la empujó, Angeline se raspó la pierna, se ensució su vestido y se puso a llorar.
- Cállate niña no seas llorona, ¿tú crees que con tu dulce voz me vas a convencer de ser tu amigo? Yo no soy tu amigo así que más vale que te mantengas alejada de mí, él no es mi papá y tú no eres mi hermana.
- Pero ¿qué te hice que eres tan cruel conmigo? Angeline no entendía que estaba pasando y entró a su casa a buscar a su nana a contarle lo sucedido.
Erick corrió tras de Angeline y al llegar ambos a la cocina su nana se les queda viendo con asombro.
- Pero ¿qué te pasó mi niña?
- Estábamos jugando a las carreras y ella resbaló y cayó señorita Anna. Contestó Erick al instante, sin dejar hablar a Angeline.
Anna fue a buscar el botiquín de auxilios a otra habitación y les pidió que se mantuvieran sentados mientras ella regresaba.
- Mas te vale que no digas nada o verás que será mucho peor la próxima vez.
Angeline por el miedo se mantuvo callada y no le contó nada a su nana ni a su padre. Preguntándose si ahora que su papá se iba a casar con esa mujer tendría que pasar todos los días por estas situaciones.
Pasaron los meses y la ceremonia del casamiento de su padre Anthuan con Rebecca fue muy hermosa, Angeline y Erick fueron los encargados de caminar al altar para entregar los anillos, al llegar a la celebración los ahora recién casados hablaron con los niños que tenían que ser como hermanos de ahora en adelante que se apoyarán el uno al otro en todo.
- ¿Te puedo decir hijo? Le preguntó Anthuan a Erick.
- Si señor Anthuan
- Me puedes decir padre si así lo deseas
Erick se quedó callado y Anthuan no quería forzarlo a quererlo como un padre, el solo quería ser feliz con Rebecca y que los niños se llevaran bien.
- Bueno hija, hijo.. Rebecca y yo nos iremos de viaje a nuestra luna de miel, estaremos un mes fuera, ustedes se quedarán al cuidado de su nana y les dejaré un guardaespaldas que los lleve y los busque en la escuela.
- Por favor cuídense, los llamaremos todos los días. Le dijo Rebecca a los niños. - Erick tienes que cuidar de tu hermana, tienes que ser un caballero, trátala bien.
Los niños se quedaron sentados en la mesa y Angeline tomó la iniciativa de hablar con Erick
- Quiero que seamos buenos amigos Erick
- Ya te dije que no eres mi amiga y mucho menos mi hermana, pero le prometí a mi mamá que seré un caballero y estaré al pendiente de ti, confórmate con eso.
- Yo sé que me ganaré tu cariño y seremos una linda familia. Le dijo Angeline.