Capitulo 50

2539 Words
Estaba cansada, había dormido muy pocas horas, tras lo que habíamos provocado Iris nos había dejado dormir en su habitación pero el miedo y las demasiados pensamientos que había tenido esa noche, pues había sido demasiado complicado dormir pero había conseguido dormir unas pocas horas, pero seguía con demasiado miedo de que algo me agarrara la pierna mientras dormía. Me senté en el asiento del autobús con un café en la mano mientras suspiraba demasiado cansada. —Doy gracias a que mañana podemos dormir—se quejo Cristina cayendo a mi lado. La mire. —No creo que nos dejen, estoy segura de que un elefante nos cae encima o lo que sea—me queje haciendo que Cristina me mirara. Cerré mis ojos y apoye mi cabeza en el asiento, demasiado cansada, podía haber dormido unas horas pero mi cabeza no dejaba de pensar en que si volvíamos a la habitación algo nos atormentaría, odiaba que la idea de que los fantasmas existieran fuese real, se que no debí jugar con esas cosas, quizás estaba deseando que fuera mi abuelo y poder preguntarle si estaba orgulloso de las cosas que estaba haciendo, necesitaba saber si mi abuelo aceptaría las cosas que estaba haciendo. Pero nada fue como parecía, estaba decepcionada, pero no solo eso, el pánico de ir a mi habitación me tenía demasiado alerta. Note unos labios en mi frente y abrí mis ojos para ver que Matt estaba delante mía, suspire pero sonreí. —¿Estás cansada?—me pregunto Matt. —Hemos tenido un problema con la habitación y no hemos dormido mucho—explico Cristina. Tanto Aiden como Matt nos miraron sorprendidos. —¿Qué has hecho?—pregunto Aiden a Cristina. —¿Por que he tenido que hacer yo algo?—se quejo Cristina y tanto Matt como Aiden les miraron sorprendidos por su pregunta pero como si supieran que cualquier cosa, que hiciéramos, sería cosa de Cristina, como si ella tuviera las malas ideas—Si, ha sido idea mía pero Isabella me ha acompañado—dejo claro. —¿Podemos no hablar del tema?—me queje. —Si queréis os dejamos nuestra habitación para dormir—comento Aiden haciendo que Matt le mirara—¿No vas a dejar tu cama a tu novia?—le pregunto Aiden a Matt. —Estoy dispuesto a compartir mi cama con mi novia siempre que ella quiera—dejo claro Matt y le mire. —Se nos ha roto la ventana de la habitación—deje claro haciendo que los dos nos miraran sin entender nada. —Y se nos ha colado un maldito fantasma en la habitación—añadió Cristina y la mire. —¿Qué mierdas habeís hecho?—nos pregunto Aiden demasiado sorprendido. Estaba claro que mi primo, no estaba entendiendo nada, y realmente no había mucho que entender, habíamos actuado como dos niñas tontas, había cosas con las que nadie se podía meter con esas cosas, había muchas cosas que no podíamos controlar, el aire, la muerte, y jugar con una de esas iba a ser complicado. Manipular a una persona viva era sencillo si te lo proponías, solo era hablar y decir las cosas para que hiciera lo que quisiéramos, ¿pero los muertos? era como si intentaras luchar con una pared, no sabes de que esta hecha, ni como, por lo que no puedes hacer que haga lo que quieras, sin hablar de que al no poder ver a esa persona, era imposible poder adelantarte, no cuando no podías saber como iba a moverse, era imposible que pudiéramos luchar con esa persona. —Hemos intentando comunicarnos con un fantasma para saber quien hizo la segunda parte de las bromas—explique y me miraron sorprendidos—Pensé que no iba a funcionar, pero funciono y tenemos in fantasma en la habitación, una ventana rota y un caos enorme, por lo que necesitamos que nos cambien la ventana y que alguien purifique esa habitación si pretenden que duerma ahí—. Los chicos me miraron sorprendidos. Respire hondo. Volví a cerrar mis ojos. Estaba demasiado nerviosa, estaba histérica pensando en que iba a tener que dormir con una cosa que no podía controlar, y no es que fuera una maniática del orden ni del control pero me negaba rotundamente a que las cosas salieran mal, estaba demasiado frustrada con que las cosas, había hecho una locura al aceptar comunicarme con los fantasmas ¿Y con Travis? Dios, si mi abuela se enteraba, iba a entrar en colapso, iba a enfadarse conmigo, pero no solo por meterme con algo que iba en contra de todas nuestras emociones y creencias, sino porque iba a poder atraer su pasado que la podía herir. —¿Y habeís descubierto algo?—pregunto Matt, le mire con intención de responder pero cuando vi que las personas comenzaron a subirse al autobús, me calle porque no era buena idea que los demás supieran lo que sabíamos ni mucho menos que supieran que teníamos aliados que nos darían información, aunque no sabía si los profesores eran buenos aliados peor Chiqui y yo teníamos una unión a la que me podía agarrar, éramos familia al final de todo. —Luego lo contáis—dejo claro Aiden sentándose detrás nuestro. Vi como John se subía al autobús agarrado de la mano de Lisa haciendo que más de uno se quejara, pero nadie se acerco a John ni Lisa, era como que se quejaban pero nadie decía nada, John era un tema complicado en nuestro grupo, la gente no lo toleraba pero de la misma manera nadie decía nada, era como si tuvieran miedo. Los susurros eran demasiado complicados "No debería estar ahí", "Que pesado, nadie le soporta", bueno no es que sea algo escondido, era imposible que alguien pudiera perdonar años de enemistad con John y aceptar que sea un amigo más. No comprendía todo lo que hacía John, pero si comprendía una cosa de su vida, su sentimiento de no ser suficiente, el primo mayor de John era una persona sin mucho futuro peor era unos días mayor que John y era heredero por lo que sus abuelos lo tenían en un altar, el primo de John era perfecto y John era todo problemas. Aunque mi hermano se hubiera ido, mi madre amaba a m hermano por encima de todo, era su niño, aunque no lo fuese a admitir y yo nunca era suficiente, aunque creara la cura contra el cancer, mi madre me seguiría odiando, no sería suficiente, nada es suficiente para mi madre cuando se trata de mi y lo mismo es con John y sus abuelos por lo que aunque no sea la mejor persona del mundo, comprendía algo su comportamiento por la necesidad de destacar, de llamar la atención de sus abuelos aunque fuera de mala forma, en ocasiones cuando te ignoran y solo te hablan para gritarte, lo buscas para sentirte bien, aunque eso no justifica nada de lo que John ha hecho del todo pero lo entiendo. Me levante y me acerque a Lisa y John. —¿Me vas a decir que lo mejor es que no vaya?—me pregunto John y le mire. —No te conocen, por lo que es demasiado complicado que les podamos preguntar y nos respondan con sinceridad si ven peligro o gente que no saben si confiar—explique y me miro. Realmente tenía claro que nadie nos iba a contar nada y no por el acuerdo de confidencialidad, sino porque obviamente, nadie sabía que paso, estaba claro que unos alumnos de cursos inferiores con los que mis abuelos, estaba claro que no nos iban a ayudar mucho pero merecían saber que ya lo habíamos descubierto y bueno, saber que era lo que ponía en su contrato de confidencialidad, sería sobre las desapariciones pero ¿Cómo estaría escrito? Pero aunque se que no les iba a importar que John estuviera delante porque justificar que nos ayudo y sabía la verdad era suficiente. Pero no, sabía que todos los demás estarían demasiado incomodos con John, de forma normal toleraban que estuviera cerca pero no creo toleraban que se metiera en asuntos que tanto nos costo descubrir y cuidar, nadie se fiaba del todo de John y el que menos Matt. —Comprendo—dijo John y beso la mejilla de John para irse. Lisa me miro y se sentó en su asiento sin decir nada. —Agradezco que seas la unica que se atreve a hablar—me dijo y la mire. —Para todos, supongo que es complicado lo que pasa con John, era el villano de muchas historias y ahora tenemos que tenerlo como amigo, a muchos le cuesta adaptarse—explique y Lisa me miro. La situación con John era complicada, por no decir imposible, había muchas personas que lo odiaban por todas las cosas que hizo, durante demasiados años fue un acosador, fue esa persona de las que los niños huían, dios recuerdo las veces que los niños de cursos menores se escondían detrás de las taquillas o hasta dentro por no aguantar las bromas, meter sus cabezas en los retretes, hacer mil bromas que no quiero ni mencionar porque eran demasiado malas, sus bromas no eran torturas pero se parecían a castigos de un maniático. —John me ayudo en un mal momento, sus acciones pasadas son una mierda pero creo que no merece mí desprecio—deje claro. —¿Puedes sentarte conmigo?—me pidió Lisa, mire de reojo a Cristina que hablaba tranquilamente con Matt y Aiden, vale, no pasaba nada, estaba claro que no pasaba nada por no estar todo el tiempo alado de mis amigos, además que Lisa también era mi amiga, podía separarme por momentos de mis amigos principales, no era nada malo, extender conversaciones no era malo, por lo que me senté alado de Lisa—Gracias, desde que estoy con John, ni mi hermana quiere hablarme más de diez minutos—me conto y la mire. —Creo que es por lo que le hizo a Matt—dije y me miro—Nadie se lo va perdonar nunca y creo que nadie entiende que ves en John como para estar con él sin importarte que hubiera sido mala persona—explique. —¿Qué ves tú en Matt?—me pregunto y la mire. —Muchas cosas—deje claro y mire por la ventana—No nos parecemos en muchas cosas, él es más de actuar antes de pensar, y yo soy más lógica, pero es divertido, cariñoso, atento y saca esa parte de mi que no puedo sacar muchas veces, me hace ser libre, una adolescente normal, me hace ser niña, me hace sentirme invencible sin hablar de que es atento, cariñoso, me cuida, se preocupa por mi y por lo que me importa—explique y la mire. Había muchas cosas que me gustaban de Matt, sus ojos, su pelo, su voz, además de que me gustaba demasiado su voz, como se comunicaba conmigo, como hacía que mis inseguridades dejarán de serlo, su positivismo, su alegría, sus bromas, su forma de ser en general era una cosa que me encantaba y su lealtad era demasiado buena, creo que me gustaba demasiadas cosas de Matt. —Siempre he sido la sombra de mi hermana, ser gemela en muchas ocasiones implica que las personas aparte de no diferenciaros, pues que os hagan un pack, no nos separan, tenemos mismos amigos, compartimos ropa y hacemos demasiadas cosas juntas, nos crían para ser identicas, copia de la otra—explico y la mire—No soy igual que mi hermana, es verdad que compartimos aficiones pero me gustan los vestidos, las flores, odio el otoño y cosas que no las podía demostrar porque la gente siempre ponía en duda que mentía solo para que me diferenciara de Paula—explico y la mire—John no me hace sentir como si hiciera algo malo o si tuviera que ser igual que Paula, me deja ser yo misma sin decir nada—explico y la mire suspirando, porque podía entender que para ella, John se hubiera convertido en su lugar seguro , a quien acudir cuando su dolor era demasiado, lo entendía y me parecía demasiado bonito que lo hubiera encontrado. —Comprendo—me limite a decir y la mire—¿Lo has hablado con alguien?—le pregunte haciendo que me mirara. —No, creo que cualquiera pensaría que soy solo una dramática—se quejo y le mire—Mi hermana es increíble y no lo hace a mal, nunca me haría daño porque si, son cosas que pasan por tener que compartirlo todo, es como que no se donde empieza ella y donde termino yo, no se que es real en mi y que es ella—explico y la mire. —No creo que sea una tontería—le deje claro y me miro—Ser hermano mayor es una mierda, tienes la presión de ser perfecto, es ser eso que todos idean, bueno en todo, perfecto, talentoso, el ejemplo—comente y la mire—Ser el mediano es como que no existes y el pequeño es el niño, nada puede hacerle daño ni hacer mal porque es un bebe aunque tenga treinta—explique y le miro—La vida bajo los ojos de los adultos es una mierda, pero quizás lo peor es tener una persona idéntica a ti que si resalta en algo que tu no, tus padres te lo recuerden siempre—le dije y me miro. No dijo nada más no le dio tiempo a responderme antes de que el autobús arrancara en dirección a la residencia, no hablamos mucho más, nos dijimos dos o tres tonterías pero no cosas serias, en ocasiones los amigos tenían que estar ahí para cuando estabas roto pero no tenían porque reparar las piezas, quizás solo buscarlas y dárselas a la persona. Cuando eres hijo único, todo el peso de la familia esta sobre tus hombros, eres el único que puede lograr que los sueños de todas los familiares de esa familia se cumplan, si el abuelo quiere un medico, será ese niño quien lo deba cumplir, quien deba estudiar y matarse para lograr eso, pero claro no te puedes quejar porque al ser solo uno, te lo dan todo, si son dos es como que uno siempre esta a la sombra del otro, uno siempre es más educado, más bueno, más listo y lo que debería ser amor de hermano, en ocasiones se vuelve en odio, tres hijos provoca que en su mayoría uno de los niños siempre sea olvidado, no se porque pasa pero siempre pasa, siempre son los hijos que sufren, y cuando el niño jura que será diferente a sus padres pasa de ser sobreprotector a permisivo, o todo lo contrarío. Nadie nos enseña a ser niños. Nadie nos enseña a ser adultos. Nadie nos prepara para sufrir, para este mundo en el que somos demasiado poco o demasiado buenos para algo pero todo nos provoca dolor, todo es malo porque siempre nos odia alguien, siempre nos juzgan.
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