Habían pasado tres días desde la muerte de Alessandro, y apenas tuve tiempo de hablar con Matt, Aiden o Isabella, los dos últimos se pasado el día de pie como estatuas, siempre en el mismo lugar con su familia, dando apariencia de que nadie iba a estar mal, de que todo era el destino y que lo aceptaban sin quejas, apenas había podido verles, me habían pasado a otra habitación dejándome sin oportunidad de dormir con Isabella, y obviamente acercarme a Aiden o dormir con él era un escandalo mortal, y bueno Matt estaba lleno de protocolos, lleno de tareas y cosas que no me dejaban meterme, pero es que necesitaba hablar con él y dejarle claro que era un idiota por no contarme las cosas pero es que no podía hacer nada.
Hoy era el funeral, esperaba con todas mis fuerzas que me dejaran hablar con alguno de mis amigos, estaba deseando poder ver a mis amigos, poder saber como estaban porque en esta casa nadie me hablaba, todos estaban en sus cosas, discutiendo o debatiendo, era demasiado complicado poder tener paz, había estado intentando hablar con alguien que conociera pero Miki estaba demasiado ocupando hablando con personas y dando explicaciones de su carrera musical aunque había podido comer con el dos o tres veces, bueno Charlotte y Charlie eran mi compañía, me pase los días jugando con ellos, era demasiado divertido porque eran niños que no se enterraban del mundo, no sabía lo que estaba pasando en el mundo, estaban en un planeta aparte, vivían en un juego que nadie podía ni iba a destruir, me gustaría ser una niña que viviera apartada de los problemas del mundo.
Ojala fuera Peter Pan.
—¿Lista para el funeral?—me pregunto Matt detrás mío.
Me gire impresionada, estaba esperando a que un coche para ir a la iglesia, la familia de Isabella y Aiden ya estaban ahí desde primera hora de la mañana, por lo que solo los invitados quedábamos en la cama, mi madre se había ido hace dos días, con muchos otros invitados pero solo pocos se quedaron en la casa, los más cercanos, éramos como cinco personas aparte de la familia principal, pero solo Matt y yo estábamos ahora en la casa porque nos habíamos quedado hasta el ultimo momento.
Golpee a Matt.
—Eres un idiota ¿Dónde has estado?—le pregunte molesta, Matt me miro sin decir nada, estaba claro que estos días no habían sido fáciles para nadie pero sus ojeras y todo lo demás dejaban claro que no lo estaba pasando nada bien, conozco a Matt lo suficientemente bien para saber que si no duerme es porque su familia esta mal—¿Estas bien?—le pregunte.
—Mi madre esta histérica con todo lo que esta pasando en Europa y bueno, me han pedido que mejore las notas—me dijo y le mire demasiado sorprendida.
—¿Y lo de tu padre no tiene que ver?—le pregunte molesta, Matt me miro sorprendido pero no es que estuviera molesta porque no me lo hubiera contado, entendía que no era cuestión de confianza, a veces por mucha confianza que tengas hay cosas que te superan, y en este caso a Matt la vergüenza y la negación lo superaba y que era demasiado bueno que nos hubiera contado que tenía problemas con Erick Miller.
—No se lo cuentes todavía a Isabella ni Aiden—me suplico y le mire—Tengo que buscar la forma de no sentir asco cuando cuento que es mi padre—.
Le miro, no dije nada, suspiré porque comprendía lo que era para una persona guardar dolor a sus espaldas, aunque mi familia fuera de lo más normal del mundo, nunca tuvieron dramas enormes que me complicaran mis días, se lo que era querer ocultar algo, por muchos años he querido ocultar quien era mi madre, porque me avergonzaba que mi madre no me quisiera, o que yo creyera que no me quisiera, que se avergonzara de mi, de mi forma de ser de mi actitud por lo que cualquier cosa que alguien quisiera ocultar, era para mi normal.
—No he podido hablar nada con ellos—le deje claro y me miro.
—Yo tampoco, ha sido unos días demasiado caóticos, creo que no hemos tenido tiempo para nada—me dijo y le mire, en ese momento llego el coche que había pedido, me subí en el coche y Matt se subió conmigo, no me importaba, los dos íbamos al mismo sitio por lo que no pasaba nada por compartir coche pero realmente quería ir sola, porque creo que tenía tantas cosas acumuladas que quería llorar, aunque llorar delante de un amigo no era nada malo ¿no? Me senté detrás del conductor y apoye mi cabeza en la ventana dejando que las lagrimas cayeran por mis ojos demasiado dolida, Matt agarro mi mano para darme apoyo pero no dijo nada, nos conocíamos demasiado bien como para saber que hacer en cada momento.
Unos minutos después llegamos a la iglesia de la ciudad, me limpie la cara y baje del coche, Matt se acerco a mi y pase mi mano por su mano para caminar juntos a dentro, un señor dentro era quien se estaba encargando de colocar a la gente, era un guardia de seguridad, me hacía gracia que estuviera pero demasiado lógico, mayormente la gente no tenía mucha consideración por la familia del difunto y muchas veces entraba sin decir nada, es que no era como en las bodas o en las comuniones, que tenías lista de invitados, y en esas ocasiones tampoco pasaba todo tranquilamente, la iglesia era un lugar publico por lo que la gente se creía que podía entrar sin pensar que estaba pasando ahí, que se vivía ahí. Y lo peor era que a veces se sentaban delante en los asientos reservados para la familia sin consideración por lo que en una familia con recursos era esto lo más normal.
Nos toco sentarnos en segunda fila, a muchas personas le molestaría pero seguramente era porque éramos familia cercana, bueno éramos pareja y amigos de los nietos y herederos del imperio de Alessandro por lo que era normal en cierta forma o eso esperaba, nos sentamos y me di cuenta que tenía a Isabella y Aiden sentados enfrente y mire a Matt, que sin dudado antes de sentarse dio un beso en la mejilla a Isabella, esta se giro sorprendida y nos miro.
—Estamos aquí para todo—le dejo claro Matt haciendo que ella sintiera.
No dijo nada más porque comenzó el funeral, el sacerdote se puso a hablar y decir cosas, la mayoría no las entendía porque hablaba en montealtano, que era el idioma del país era una mezcla de italiano y alemán pero con un acento muy cerrado por lo que no podía decir muchas cosas sobre que dijo pero si entendí una cosa, y lo hice solo porque Isabella se levanto, estaba claro que iba a dar unas palabras, Matt se tenso a mi lado, estaba claro que estaba pensando en salir en cualquier momento si pasaba algo que no le gustaba.
—Buenos días—susurró Isabella y el sacerdote coloco el micrófono para que Isabella fuera escuchada en todo la iglesia—Esta semana no ha sido fácil en nuestra familia, se que muchos hace años que han dejado de ver a mi abuelo, pero él era el pilar de nuestra familia, siempre lo será—dijo e hizo una pausa—Mi abuelo era una de las mejores personas que conozco, mi abuelo era un gran parlamentario, y bueno siempre estaba viajando—comento y coloco el papel que leía bien—De sus viajes siempre nos contaba historias, Aiden y yo amábamos sentarnos en sus piernas y escucharle, pero lo más divertido era que me traía vestidos horribles que mi madre odiaba y yo amaba vestir, era la unica persona que me dejaba no ser perfecta, que me dejaba no usar frases complicadas o hablarle de usted—hizo una pausa y respiro hondo pero no miro a nadie miro al papel—Cuando todo mi mundo de princesa se destruyo, cuando tuvimos que irnos a Italia porque los escándalos eran demasiado para mis padres, nadie de mi familia nos hablaba, nadie quería decirnos nada por la vergüenza que causábamos—note como la madre de Isabella se estaba enfadando en su sitio, se movía con enfado dispuesta a parar a su hija pero su marido paso su mano por las piernas de ella dejando claro que no se iba a mover de ahí—Mi abuelo me llamaba cada semana, y me hacía contarle lo que me pasaba, me hacía sentir que no era mala, que mi familia me quería y que era merecedora del amor de la gente, mi abuelo era esa persona en la que todos podían confiar, que ayudaba a cualquiera y que daba demasiados buenos consejos, no importaba que pasará, era leal y siempre estaba para los que amaba, sin tener miedo a enfrentarse a los demás pro su familia—hizo una pausa—Mi abuelo es el primero que leyó lo que escribía y hasta el ultimo de sus días es uno de los pocos de mi familia que hacía que le llevaran el periódico del internado, mi abuelo era y siempre será mi persona favorita en este planeta—dejo claro y paso su mano por su collar, me di cuenta que se pudo ver la pulsera de la familia real danesa, la pulsera que le dio Matt, eso era tan sencillamente hermoso, el collar de su familia y la pulsera de la que sería su familia, era demasiado bonito—En Monte Alto tomamos la muerte como algo bonito, un agradecimiento y una celebración, celebrar la vida de esa persona que tanto hizo por nosotros, y para mi eso es una enorme mierda porque llevo tres días sin poder llorar y eso me mata, me duele cada parte de mi cuerpo por no poder llorar—se quejo y sus ojos se pusieron rojos por las lagrimas—¿Por que no podemos pasar el duelo de alguien que amamos como nos de la gana?—les pregunto a todo el mundo y las lagrimas comenzaron a caer por su cara.
—Mierda—susurro Aiden.
—Me parece demasiado injusto que no pueda recibir un abrazo de las personas que me importan, que me quieren que las palabras no sean de apoyo sino de agradecimiento, gracias por perder a tu abuelo—se quejo y se hizo un silencio absoluto en la iglesia, la gente estaba en tensión, no creo que nadie en muchos años les haya dicho a yodo un país lo idiotas que son—Y dígame su majestad, ¿Qué hace usted? Solo le ha dado títulos a mi abuelos, títulos que cargaremos nosotros, sus nietos e hijos, responsabilidades que le daremos a nuestros familiares, a nuestros hijos en lugar de poder darles flores o cosas bonitas que debían ser las que guardemos, no títulos—se quejo Isabella y su voz se fue rompiendo poco a poco a medida que hablaba, ella no estaba bien y estaba dejándolo claro delante de miles de personas, de un país entero.
—Ah la mierda—dijo Matt levantándose y acercándose a Isabella, al principio el sacerdote no le quiso dejar acercarse, le puso muros para que no se acercará a ella pero la cara de Matt le dejo claro que se apartaba o le daba un puñetazo, por lo que se aparto de él dejando de Matt se acercará a Isabella para sacarla del atril pero no solo eso, camino por la iglesia sacando a Isabella del lugar, me levante sin dudarlo para ir con ellos y Aiden vino detrás mío.
Al salir había cámaras que tomaron fotos a Isabella y Matt pero eso iba a ser un problema que debieran solucionar las personas encargadas en redes serán los que lidien con ello, nos metimos en una habitación exterior de la iglesia, era como un almacén raro pero demasiado bien organizado.
—Ah—grito Isabella y golpeo uno de las cajas que estaban en el lugar, y después se sentó en el suelo para llorar, Matt se acerco a ella poniendo sus manos en las rodillas de Isabella para darle fuerza y supongo que palabras de animo—Lo siento, me siento demasiado mal y he hecho una escena horrible—dijo completamente avergonzada, la mire sin saber que decir.
—Que les den a esos políticos de cuarta, no se merecen nuestras sonrisas—dejo claro Aiden y le mire sorprendida—Enserio no merece la pena que nos pongamos mal por personas que no veremos en la vida, nadie nos va recordar por nada, lo máximo que recordaran antes de morir es como se respira—dejo claro.
Era verdad que la mayoría de las personas en la iglesia eran personas demasiado viejas, quitando a los familiares la persona más joven tenía unos cincuenta años y eso no es que fuera malo, no era una cosa mala, o sea la edad no era nada importante pero era verdad que lo que esas personas opinaran al final del día no iba a afectar en lo que hiciera Isabella, nadie le iba a quitar o dar trabajo ni mucho menos nadie tenía la fuerza de quitarle títulos, y si lo hacía estaba segura de que otros miles países le darían quinientos títulos y mucho mejores.
—Solo di una palabra y nos vamos de nuevo al internado donde no tendremos que ver a nadie de este país ni lidiar con nada, no sabremos nada de sus opiniones de mierda, solo estaremos nosotros—le dijo Matt a Isabella pasando su cabeza por su mano.
—Vale, vámonos—dijo Isabella sin dudarlo y la mire sorprendida pero ni yo misma quería estar más tiempo en este país, era un lugar precioso y con mucha naturaleza pero como ideas y gente tenía mucho que desear, vendría todas las veces que fueran necesarias por Aiden o Isabella pero me negaba a quedarme más tiempo de lo necesario.
Estábamos bastante mejor en el internado aunque tuviéramos que aguantar castigos o clases llenas de horas infernales, prefería ver la cara del insoportable profesor Miller a estar ahí por lo que cogimos las cosas y nos fuimos a casa de Isabella y Aiden para recoger nuestras cosas para irnos al internado.