Narrado Cristina
Si la vida se esta riendo de mi, por favor, que se vaya un rato a dar un paseo y que encuentre algo mejor que hacer porque realmente es una mierda que no paren de pasarnos cosas que no comprendo, y yo tengo paciencia, juro por el amor de lo que más quiero que yo no me suelo estresar, que yo no me dejo afectar nada. Soy una persona que no se altera con cualquier cosa, la unica cosa que me pone muy nerviosa, es las clases, cuando no me puedo mover por más de treinta minutos seguidos, mientas me dejen mover las piernas yo soy super feliz, soy enormemente feliz y no hago mal a nadie pero creo que la gente se ríe de mi.
La vida se ríe de mi.
Matt se había vuelto loco, había muchas cosas que podía defender y en lo que le podía apoyar, es que haría muchas veces batallas por él, sin dudarlo, era mi mejor amigo, lucharía por él sin dudarlo pero su comentario con Isabella se había pasado, ¿Y eso que significaba? Estábamos en la clase de tutorías con Chiqui, porque el comentario de Matt molesto tanto a Aiden que le golpeo la cara, un enorme puñetazo le dio en la cara y pues se armo un poco de lio, Matt no le ha devuelto el golpe, por suerte pero bueno su carácter era demasiado orgulloso como para pedir perdón, por eso estaba con una bolsa de hielo en la cara.
—Voy a preguntarlo solo una vez, ¿Qué ha pasado?—pregunto Chiquí.
Nadie se movió, nadie hizo nada, Gigante estaba apoyado en la ventana mirando a la gente que estaba tomando el sol tranquilamente, como si nada pasara, tranquilo pero con los brazos cruzados y aunque no lo parezca, esta a dos pasos de pegar a alguien si lo debe hacer. Aiden estaba sentado en un sofá con las manos en las rodillas mientras intentaba calmarse y no volver a pegar a Matt, quien estaba en otro sofá sentado con el hielo en la nariz, no esperaba que se la hubiera roto pero si que sufriera un rato por dolor y yo estaba sentada en la mesa de escritorio mirando todo mientras Chiqui nos miraba de pie a todos.
—Matt—le llamé la atención, y él me miró demasiado furioso, pero él era el único que podía explicar lo que estaba pasando, se que era muy malo de mi parte pero es que era todo su culpa, estaba actuando como un idiota, se que no era su culpa que apareciera una persona que le hubiera hecho daño, pero es que Isabella no tenía la culpa, ella era la persona más buena del mundo y se merecía que la tratáramos muy bien.
Matt suspiro.
—No tenéis que decir datos de más pero si lo suficiente para evitar que os echen—comento Chiqui.
Lo mire, esperando a que por el amor de dios no nos echaran, nos quedaba poco para terminar este curso y un año más para graduarnos finalmente para poder empezar una carrera que nos de la libertad que queremos, tendremos libertad, tendremos la oportunidad de vivir la vida tal cual queremos, sin miedo a que nos controlen nuestros padres, sería lo mejor y aún tenía que convencer a Matt para que fuéramos a la misma universidad, pero sería fácil, convencería a Isabella y donde fuera ella estaría Matt y Aiden, era el pilar de las vidas de muchas personas.
—Erick Miller es un cabrón, es una persona con la que me niego a tratar, a jodido a mis madres desde que las conoció y se que va joderme con Isabella—dijo Matt, estaba serio demasiado, no era algo normal em Matt, si hay personas serías en este mundo Matt no entra en ellas, a veces me cuesta pensar que vaya a llevar un país.
—Sin hablar de que ha sido un gilipollas con Isabella—dejo claro Aiden, estaba demasiado nerviosa por lo que podría decir, no es que Aiden tuviera poco autocontrol pero es que estaba demasiado furioso como para ver que estaba pasando—Decirle que actúe como tu novia y no como algo que me niego a repetir porque es una mierda—.
—Miss perfecta—le recordó Gigante.
Chiqui el pobre se paso la mano por la cara, creo que estaba demasiado frustrado con la situación, Gigante no era un alumno que molestará mucho, se dedicaba al futbol y a sacar notas promedio, Aiden era la perfección en personas de alumno bueno y con buenas notas, Matt y yo éramos alumnos buenos pero que no paraban de hacer bromas por lo que teníamos mucha confianza con él pero eso no quitaba que le volviéramos loco, era muestra forma de diversión más placentera pero no me gustaba molestar a Chiqui por estos problemas, no era divertido, me gustaba molestarle por cosas interesantes, por cosas más interesantes como bromas era lo mejor del mundo.
—¿Puedo daros un consejo?—pregunto Chiquí y lo mire, todos nos quedamos en silencio, no era una persona que dijera cualquier cosa y siempre respetaba mucho lo que los demás sentíamos o queríamos, pero siempre nos ayudaba en todo, pero era verdad que nunca se había metido en nuestras vidas provadas.
—Ni lo preguntes, eres como nuestro hermano mayor pero uno que es más viejo y divertido—le deje claro.
Chiqui me miro con pocas ganas de responderme pero no dijo nada, se quedo en silencio mirando a Matt, se acerco a él y le quito el tapo de la cara y le reviso la nariz para ver que obviamente no estaba mal y se había casi curado.
—Sois jovenes, vaís a vivir los mejores momentos de vuestra vida y ya los estaís viviendo encerrados para que os hagáis autosabotaje—dejo claro y miro a Matt—Ama y deja que te amen pero sobre todo no odies con tanta intensidad porque eso no merece la pena, solo te va consumir los días, te va consumir todo—dejo claro Chiqui y me miro—Eres inteligente, y eres su mejor amiga, no dejes que este odio, consuma su vida—.
No dije nada, me quede quieta pensando en las palabras, amar era demasiado fuerte pero era verdad que odiar era intensamente igual de intenso, era intenso, era demasiado intenso, las dos cosas eran de esas cosas que te iban a volver loco, no estaban a un paso, pero estaban cerca, eran dos emociones que te pegaban de la misma forma y que si te descuidabas, te mataban de la misma forma. Si alguien te odiaba o te amaba, te iba a tener en la cabeza de la misma forma, intensamente y con fuerza.
—Y Aiden por dios, no uses más la violencia—dejo claro Chiquí—Puede que esta vez no pero la siguiente te tendré que castigar y no quiero tener que explicar a tu abuela porque tienes un mancha en tu historial—.
Aiden asintió.
—¿Conoces a su abuela?—le pregunte a Aiden demasiado sorprendida.
Aiden me miro como si tuviera que saber esa información pero es que de él podía llegar a saberlo todo, de sus hermanos igual también porque le encantaba hablar de ellos pero de su familia más allá de eso, apenas sabía nada de sus padres o sus abuelos, lo mismo me pasaba con Isabella, de ella lo sabía todo, sabía hasta cuando iba al baño, gracias a que lo compartíamos pero esa no era la cosa, ella no hablaba de sus abuelos, padres y hermano que siempre deseo saber más de él por lo interesante que se ve.
—Mi tía, era una de las mejores amigas de su abuela—dejo claro Chiqui y lo mire—Hasta que desapareció hace varios años—.
Mi cabeza estallo, intente recordar en mi cabeza los nombres de los desaparecidos e intente recordar el apellido de Chiqui pero me di cuenta de dos cosas, no estaba para nada segura del nombre de mi profesor, no sabía su apellido, no sabíamos casi nada de él, era demasiado impresionante que tras más de seis años siendo alumna de este señor, no me pudiera acordar de nada de información de él y sin decir que le había hecho una entrevista y un cotilleo enorme hace unos años, estaba demasiado impresionada por eso ¿Cómo no puedo recordar datos que eran demasiado importantes? Necesitaba a Isabella, ella tenía la mejor memoria del mundo.