Cuando la enfermera me dio el visto bueno, pude salir de la enfermería, no pude evitar una charla sobre el descanso y mi alimentación y quizás en otra ocasión, podía librarme de su opinión pero el problema es que la enfermera dio parte a las cocineras por lo que no me quedaba otra opción que adaptarme a la dieta de dulces y grasas, para subir el azúcar de mi cuerpo y las grasas, no importaba si decidía o no dejar el deporte, debía aumentar algunas vitaminas en mi cuerpo, según ellos mis niveles del cuerpo no estaban adaptados a mi edad, eran como los de una mujer mayor con depresión y problemas intestinales.
Me sentí algo ofendida.
Mis no problemas de salud me han hecho que nunca tuviera que ir al medico, jamás de los jamases, es más mi familia tenía un medico privado que solo conocía porque atendía a mis abuelos y otros familiares, pero pensándolo en frío jamás vi que mi padre se enfermará, o mi tía, es más los partos de mi tía, según cuenta mi abuela fueron sin ningún tipo de sedante, fueron demasiado sencillos y buenos. Pero en cambio mis primos, Charlie y Charlote siempre tuvieron muchos problemas de salud, no es que fueran una cosa grave pero tuvieron problemas siempre, enfermarse, o hacerse daño, como mi hermano, que siempre tuvo problemas por lo que esta claro que el hecho de que Aiden y yo fuéramos como los elegidos. A ver no se si elegidos pero otorgados con la capacidad de ser inmunes a todo.
¿Éramos los elegidos o simplemente era una cuestión de suerte? Mi hermano no asistió nunca al internado, porque dejo los estudios y porque no le dio tiempo a volver a ser el niño rico antes de irse con su banda y hasta que llegarán mis primos iba a pasar varios años por lo que no sabíamos si podrían abrirlo, podríamos traerles y ver que pasa pero no lo podríamos explicar, pero era verdad que había diferencia entre nosotros, aunque todos éramos aparentemente físicamente era verdad, que mi hermano tenía muchos problemas de estudios y bueno los mellizos eran algo hiperactivos, problemas que Aiden y yo no teníamos, aunque bueno la autoexigencia podía verse como un problema , pero era un problema causado por mi madre, no mío directamente ¿Por lo que contaba? No estaba muy segura, pero sentirme especial siempre me ayudaba.
Caminando por el internado me choque sin quererlo con Estela, la mire bastante sorprendida porque esperaba que siguiera en el hospital con el señor Miller.
—Espero que tú y tus amigos estéis felices—me dijo y la mire impresionada—Debe estar ingresado al menos una semana, por lo que no podrá dar clase—.
La noticia en parte me alegró, en algunos casos el señor Miller era muy buen profesor, explicaba bien y daba buenos ejemplos y muchas veces incluso hacíamos llamadas con otros escritores, escritores que en muchos casos estábamos trabajando, nos explicaban el porque de su obra y muchas veces que querían decir con algunas partes, pero era muy partidaria de separar al profesor de la persona como a la obra del autor, si de forma normal yo no actuaba de la misma forma con mis padres y mis amigos, estaba claro que una persona no lo haría las mismas cosas en clase que en la privacidad de su casa, o que no diría lo mismo en un proceso creativo que en una conversación normal. Por lo que yo separaba sus clases de su vida, era un idiota como persona pero como profesor, en ocasiones era muy bueno, otras era realmente un asco y demasiado estresante.
—Nadie esta feliz de que alguien sea herido—deje claro y le mire—La violencia aunque se use no es una cosa que no esta bien—le comente haciendo que me mirara.
—Ese novio que tienes es una mierda—me dijo y la mire—Puede que hayas lavado la cabeza al director pero haré que le echen, estate segura de ello, así que espero que te lo folles bien—me dijo y la mire sorprendida.
No me incomodaba el tema del sexo, era verdad que todo lo aprendido era gracias a las clases de educación s****l del internado, ya que mi madre se negaba a hablar del tema, era como una cosa de la que ella misma tampoco entendía, comprendía el proceso básico, las normas generales de este pero eso no significaba que quisiera practicarlo, era algo incomodo, sobre todo si pasaba en el internado y aunque confiara en Matt, no sabía que implicaba el hacerlo una vez.
—Creo que esos comentarios no son adecuados de parte de una trabajadora—le deje claro y la mire—Que tu te estés liando con Erick Miller no significa que todas las mujeres tengamos la urgencia de conseguir las cosas por nuestro cuerpo—comencé y la mire sería—Ten claro una cosa, te estas metiendo con adolescentes pero adolescentes poderosos y no me va costar mucho hacer que te despidan—.
—Inténtalo—me reto y la mire.
—Di una sola palabra mala sobre mis amigos, un solo pensamiento inadecuado y te destruiré, no te quedará un solo lugar en el mundo en el que esconderte—le deje claro y me miro.
Nadie se esperaba que yo fuera clara y directa, que le dijera las cosas claras o que amenazará y quizás era un error hacerlo, porque había empezado un plan para destruir al señor Miller, por lo que no era buena idea que nadie supiera mi capacidad de destrucción pero estaba tan cansada de esta persona, de su actitud y de sus palabras que prefería amenazarla a seguir aguantando sus tonterías, además que de esta forma la asustaría y no me molestaría.
—Ten cuidado—me amenazo pero no dije nada, la deje irse mientras me quedaba en el pasillo esperando a que se alejará lo suficiente para que no supiera a donde iba, me iba poder seguir pero esperaba que no fuera lo suficientemente idiota como para hacerlo, acosar a un alumno era una razón más que clara para echar a una persona.
Respiré hondo para recuperar mi cordura mental.
Busque por la sala de castigo y las habitaciones pero no estaban por lo que me fui para los clubes, pase por todos pero nada y finalmente me fui al invernadero del cual vi a mis amigos salir de un portal que se cerraba a su paso, detrás de ellos.
—¿Sois idiotas?—les pregunte molesta y cerré la puerta detrás de mi—No podéis viajar cuando os de la gana y sin un mínimo de seguridad, cualquiera podía entrar o pasar y veros ¿No sabéis cerrar la puerta?— les grite molesta y todos me miraron.
—Isabella no es el momento—me dejo claro Aiden y le mire.
—Claro que es el momento—le dije y le mire muy enfadada.
—Mira si tienes un problema con que hayamos viajado sin ti y no puedas controlarlo todo, lo siento pero no estas aquí—me dijo Laura.
Me sorprendí, no me molestaba para nada que viajaran sin mi, si por mi fuera cerraba el portal para siempre y escondía la llave, los cuajes eran el mayor error que habíamos cometido, los pensamientos sobre ello se enterraban en la mente de mis amigos como un mal virus, hacía días que solo pensaban en ello o días en los que solo hablaban de ello, y hablar de otro tema les era difícil, si ellos debían introducir un tema eran los viajes, y eso que muchos ni habían viajado. No me importaba para nada los viajes, podían quedárselos y olvidarse de mi participación por siempre pero estaba claro que de este grupo solo yo tenía dos dedos de frente a la hora de viajar, solo yo pensaba en las consecuencias.
—Los viajes me importan una mierda—deje claro y todos me miraron—Pero teniendo en cuenta que la mitad de los vigilantes quieren echaros, no os arriesgeís a juegos tontos—.
Todos me miraron.
—Para eso estas tú, carta blanca gracias a que sabes un secreto del director—comento Gigante y le mire demasiado molesta.
—Si os creéis uno de vosotros, uno solo que voy a usar eso contra mi tío, soy unos incrédulos—les deje claro y les mire—Antes dejo que os echen a todos, no pienso usar chantajes con una persona que quiero, me niego rotundamente a que mi tío lo pase mal por tonterías de adolescentes sin responsabilidad ni cuidado—.
Todos me miraron.
—Claro se me olvidaba que eres doña perfecta—comento Laura y la mire sorprendida.
—Laura, cállate—le aviso Matt y le mire sin saber como agradecer que me apoyara en este tema.
—No, antes no nos has dejado hablar porque no estaba delante pero ahora la tenemos aquí para que se defienda—dijo Laura y la mire impresionada, mi corazón sufrió un poco por el hecho de que mis amigos, o las personas que creía amigos, estaban hablando de mi, obviamente mal, a mis espaldas—¿Te crees mejor que nosotros o más lista?—me pregunto y la mire.
—No pienso responder a esa pregunta—le deje claro, no me creía mejor que nadie, en ni un solo aspecto de la vida, no iba a responder preguntas estúpidas que hacía una persona sin razonamiento, sin sentido.
—Claro que no, porque te crees que por ser la nieta de Aurora eres la dueña—me dijo Laura y la mire—Te crees que porque tu tío es el dueño de este maldito e infernal internado, puedes hacer lo que quieras pero mira por donde no lo eres, eres solo una niña consentida con millones de problemas, seguramente llaves llorando todas las noches a papi para que te solucione los problemas pero mira por donde aquí no te los va solucionar nadie—.
Mire a Cristina intentando buscar ayuda pero ni me miro a la cara.
—No mires a nadie buscando ayuda—me dejo claro Laura y la mire—Todos opinamos igual, hasta tu primo—me dijo y mire impresionada a Aiden—Eres una maldita bipolar, un día estas super apoyándonos y al otro eres una asquerosa que solo sabe lamer culos, ¿Tanto deseas ser esa niña perfecta? ¿Un historial perfecto vale más que una amistad?—.
Me rompí entera peor no llore delante de ella porque no se lo había ganado, no se merecía mis lagrimas.
—Esta claro que amistades como las vuestras ni merece la pena mantener—deje claro y me di la vuelta para irme, esperaba con toda mi alma que alguien dijera algo para pararme, que dijera que Laura solo hablaba desde la irá pero nadie dijo nada por lo que salí del lugar demasiado rota.
Cerré la puerta nada más salir y me apoye en la pared para intentar calmarme.
—¿Estas bien?—me pregunto John que se acerco a mi.
—No—le deje claro mientras intentaba no llorar—Pero no te importa—le deje claro.
John se acerco a mi y paso su mano por mi hombro, haciendo que le mirara.
—Somos amigos, aunque sea hace poco, estoy para lo que quieras—me dejo claro y le mire.
—Me acaban de llamar mala amiga por lo que no se si es buena idea ser mi amigo—le deje claro.
John me miro sorprendido.
—Espero que al menos tu novio te haya defendido—me dijo y le mire.
—No, si lo hubiera hecho estaría conmigo—le deje claro y le mire—¿Soy mala amiga?—le pregunte y me miro.
Las palabras de Laura habían entrado en mi corteza cerebral, y se estaba agarrando a cada parte de mi alma como si fuera la cosa más oscura del mundo, nunca había actuado de forma que no creyera conveniente, siempre actuaba como creyera que fuera más conveniente, siempre actuaba siguiendo los valores y mis ideas, no con locura, seguía mis razonamientos, si no apoya a mis amigos en algo es porque creía que lo mejor era otra solución, no porque no les quisiera, además que si hoy no les había seguido era porque me había hecho daño y necesitaba ayuda, no porque no tuvieran razón pero si hubieran preguntado, se hubieran dado cuenta de mi situación.
—Me has apoyado cuando nadie lo ha hecho y has aceptado que este con tus amigos, y evitado que Matt me pegue cada vez que respiro—me dijo y le mire.
—No creo que la violencia resuelva las cosas, pero en algunos casos debes tener paciencia y callar, no todos saben llevar los cambios, tan raros—le dije y me miro.
John se sentó en el suelo y dio un golpe para que me sentará a su lado cosa que hice.
—Las amistades y relaciones son complicadas—me dejo claro y le mire—No es fácil tener amigos, cuando somos adolescentes siempre estamos buscando nuestro lugar, buscando las cosas que debemos hacer, buscando quien somos y que nuestros amigos no hagan ese viaje con nosotros es duro, a esta edad es cuando descubrimos las personas que se quedaran para siempre con nosotros, no todos tenemos el mismo camino vital—me dejo claro y le mire.
—No quiero mantener mis amistades, quiero que me respeten—deje claro.
Me miro.
—Pues imponte—me dijo y la mire—En ocasiones eres muy buena siendo borde—.
—No es la cosa, odio ser borde—le deje claro y me miro—Es que no entiendo porque es tan difícil tener amigos de verdad y cuidarlos, Rosa es mi amiga hace mucho y no me ha defendido y Aiden estaba de acuerdo con todo, es mi primo, debe defenderme aunque luego me grite a escondidas pero delante de los demás debes apoyar a quien quieres—dije y le mire—Te juro que como ahora quiera a Laura porque es la mejor amiga de su novia, es un idiota—.
—Claro que lo es, cambiar por tu pareja o alegarte de amistades por tu pareja es malo—me dijo y le mire seria—Vale, lo he pillado, no quiero alegar a Lisa de vosotros ni perder a mis amigos por lo que intento mantener un equilibrio—me explico y asentí.
Apoye mi cabeza en la pared y cerré los ojos, amaba con demasiada fuerza a mis amigos, a cada uno de ellos pero no paraba de sentirme perdida, de sentir que nada tenía sentido, de ver como las cosas se destruían y nadie parecía preocuparse, se que todos nos molesto que los compañeros de habitación fueran alteradas, que nuevas amistades se pusieran en medio de las viejas o que las cosas cambiaran por completo en la vida de muchos, pero esos cambios no molestaron hasta ahora, todo estaba bien hasta ahora, pero de un momento a otro, era la peor amiga y nadie merecía mi amistad, una controladora que me creía mejor que los demás, no me creía mejor que nadie ni mucho menos especial pero si merecía respeto y no lo tenía.
—Gracias por escucharme—le dije a John y le ofrecí mi mano para darle las gracias, John sin dudarlo me la estrecho y me dio una pequeña sonrisa.
—Isabella, levántate ahora mismo—me dijo Aiden haciendo que mirara a la puerta del invernadero donde esperaban Cristina, Matt y Aiden.
—No tengo nada que hablar con vosotros—le deje y los tres me miraron sorprendidos, me levante y les mire—Si tan mala amiga soy, ni os acerquéis a mi—les deje claro y mire a John—Nos vemos en otro momento—le dije para caminar saliendo de los clubes.
Los tres idiotas me siguieron, pero él que me alcanzo fue Matt que se puso delante mía.
—La opinión de Laura no es la de todos—me dejo claro y le mire obligada por pararme por tener su cuerpo delante—Si no la hemos parado es porque estábamos igual de sorprendidos que tú, creo que el viaje le ha afectado, ha sido raro, casi nos atacan y ha sido complicado—me conto y le mire.
—No me importa una mierda—le deje claro y le mire—Si no os he acompañado hoy es porque me he dado tal golpe en la espalda que tuve que irme a donde la enfermera por un fallo en mis pulmones, así que tacharme de mala amiga cuando no podía ni pestañear sin morirme de dolor—le deje claro y me miro.
—¿Que?—pregunto Aiden y se acerco a mi para analizarme, pero rápidamente me aleje de él evitando que me tocará.
—No te quiero cerca—le deje claro y le mire—Me niego a que me hayan insultado delante de vosotros y os hayáis callado como si nada importará—les deje claro y me miraron.
—En todo lo que ha dicho Laura, todos estábamos de acuerdo en que estás actuando rara, en ocasiones nos apoyas y otras no—me dijo Cristina y la mire.
—Por dios, si no os apoyo es porque creo que no tenéis razón—me queje y les mire—Soy vuestra amiga pero no opinó igual, no me voy a poner de acuerdo con vosotros cuando eso me hace mal o me sienta mal, tengo principios—les deje claro.
Todos me miraron sorprendidos.
—Si creéis que voy a ser un robot que os lame el culo, buscaros otra amiga y quedaros con los viajes porque no me interesa para nada este tema—les deje claro e hice un amago para irme pero Matt agarro mi mano.
—No quiero a nadie más, eres la unica amiga y novia que quiero en mi vida, y te juro que me siento fatal por no haber hecho que Laura se callará, quizás he tardado en procesarlo pero no mereces para nada que te hablen así , que alguien te trate así, y lo siento demasiado por todo esto, no te mereces que no te valoremos o te pongamos en duda—me dijo Matt y le mire—Te quiero, por dios perdoname—.
Mire a Matt.
Me sentí demasiado sorprendida por lo que estaba pasando, era verdad que me estaba dando ganas de perdonarlo peor mi orgullo merecía su espacio ¿no?
—Isabella—me llamo Matt y agarro mis manos para besarlas—Me arrodillo si quieres—me dijo y le mire—Si quieres te lleno el internado de flores o te compró mil libros ¿Qué necesitas?—.
No respondí.
—Yo también lo siento, es mi mejor amiga y debía controlar que no hiciera nada malo, y no soltará veneno por la boca—comento Cristina—Puede que no nos hayamos dado cuenta de la crueldad hasta que lo ha terminado de decir—.
No dije anda y me quede procesando la información, realmente no debía enfadarme del todo con ellos porque no todos ellos han dicho nada malo, ellos realmente no han pensado y ni compartían la opinión pero si dejaron que lo dijera, pero dejar la libre expresión era una cosa buena, era un derecho.
—Si queda dudas, no estamos de acuerdo con su opinión—me dejo claro y asentí.
—Eres mi prima y te quiero por encima de todo, es verdad que me enfadan algunas cosas de ti y que si no te he dicho nada hasta que hoy Laura ha explotado es porque pensaba que era por el duelo pero no ha hablado con las mejores palabras, debíamos haber hablado contigo—me dijo mi primo y le mire sorprendida.
—Necesito estar sola—les deje claro para soltarme del agarré de Matt e irme a mi habitación sin que nadie me seguía, si ellos me habían hecho sufrir, ellos no podían sufrir unas horas con mi silencio e indiferencia, no era ser cruel sino cuidarme de que iban a tratarme bien la próxima vez y que no me harían daño, al menos mucho menos dolor del que me habían provocado con las palabras de Laura pero lo que tenía claro es que no me iba a fiar de ella e iba ha alegarle de mi vida sea como fuera, y no iba a permitir que me hiciera daño, no más, se acabo el ser buena con ella, siempre ha sido cruel y estoy harta de poner la otra mejilla.
Estoy harta de ser la niña buena.