Narrado Cristina
Al llegar a la habitación escuche la ducha mientras que veía el armario de Isabella abriendo.
—Espero que seas consciente del consumo de agua—le deje claro al ver que estaba en el armario. Isabella salto de su sitio y se acerco a mi como si tuviera un secreto que contarme.
—No hables tan alto, te puede escuchar—me dijo Isabella haciendo que la mirara sorprendida pero ella miro a su ropa—¿Qué talla de ropa usas?—me pregunto acercándose a su armario.
Le mire sorprendida.
—¿Quién me puede escuchar?—le pregunte demasiado sorprendida y la mire—Normalmente la mediana pero alguna vez uso la más grande por comedida—deje claro.
—Vale, déjame algo de ropa de la talla L, te la devuelvo en otro momento—dijo mientras se acercaba a mi armario—¿Puedo cogerte la ropa?—pregunto acercándose a mi armario y asentí—Le dejaría mi ropa pero es que solo tengo tallas pequeñas, mi madre dice que una L ya es muy grande y no puedo ni comparar aunque adoré al ropa, que esta mal comprar ropa que te quede grande porque le quitas ropa a las que lo necesitan pero bueno esa no es la cosa—comenzó ha hablar sin sentido cosa que me dejaba claro que esta chica estaba mal.
—Isabella—la llame y ella me miro con una camiseta en las manos—¿Qué esta pasando?—le pregunte y ella se acerco a mi.
—No puede salir de aquí—dejo claro y la mire sorprendida—No podemos decírselo ni a Aiden—dejo claro haciendo que me sorprendiera demasiado, puede que tuviéramos secretos con Lisa, John, Laura y así ¿Pero con Aiden o Matt? No teníamos secretos, Isabella se lo contaba todo a Aiden y yo a Matt y sino pasaba a la contra, estábamos hablando de nuestros mejores amigos y novios, la mire sorprendida—¿Lo prometes?—me pregunto y la mire.
—Si—dije sin saber que era tan malo como para que no pudiera saberlo, conociendo a mi compañera de piso había pocas opciones, que hubiera metido a alguien a escondidas al internado pero ¿A quien? dudo que si su hermano estuviera aquí, eso si se lo contaría a Aiden, la apoyaría sin dudarlo—¿Te has acostado con Matt?—pregunte esperando que no hubiera un chico en ese baño y que no estuviera engañando a mi amigo porque ibamos a tener conflicto de intereses.
—No—dijo furiosa y negó molesta—No pienso dejar que ese idiota me toque con un palo a menos que se disculpe—dejo claro demasiado molesta—Y que quede claro, no puede saberlo él tampoco—me aviso y la mire—Es más anda de lo que sepamos nuevo, puede saberlo, no me fio de él—dejo claro y la mire levantando mis manos.
—Era por saber que esperar—deje claro y ella me miro.
—¿Te acuerdas de las personas desaparecidas?—me pregunto y la mire asintiendo.
—Vagamente pero si—deje claro.
No iba a ir de lista, no iba a decir que me acordaba de yodos los datos, de todos los informes que nos habíamos estudiado cuando no era así, Isabella sabía demasiado, ella era una memoria andante por lo que no iba a poder decir algo si estaba segura de que Isabella me iba a superar en memoria y en todo, pero era por eso por lo que la admiraba y la necesitaba, yo conseguía las cosas y ella las estudiaba, super equipo.
—Me he encontrado con una de ellas, parece que cuando abrimos el portal salió—dejo claro y la mire sin entender nada.
—¿Y los demás? Podrán ir con sus familias, y todo el dolor de las generaciones e terminaran—le dije demasiado emocionada y mire la ropa que había elegido—No creo que una mujer mayor lleve una camiseta así de corta—deje claro y me acerque a mi armario.
—Esa es la cosa—dije y la mire—No es una mujer mayor—me dijo y la mire.
—Creo que tengo ropa de Aiden que podemos usar—le dije y mire el armario.
Isabella suspiró.
—Es una chica—dejo claro y se sentó en su cama—No tiene la apariencia de su edad, parece una estudiante más, es como si no hubiera envejecido, creo que ha roto alguna regla espacio temporal y esta igual que cuando desapareció—.
Me ofreció una foto y la agarré, una polaroid donde estaban los desaparecidos con más jovenes.
—Era la novia de mi abuelo—cuando termino esa frase, me tuve que sentar demasiado impresionada y la mire, nada tenía sentido en mi cabeza, no comprendía porque no podíamos decir eso a Aiden, la mire sin entender nada.
—Isabella—la llamaron desde el baño, ella agarro la ropa y se acerco a la puerta del baño para dejar la ropa dentro y salir a mirarme, se sentó en su cama y me miro otra vez.
—No se como o que creen mi padre y mi tía pero todos hemos creído siempre que mis abuelos eran la pareja perfecta, se conocían desde que eran adolescentes, se casaron super jovenes y tuvieron gemelos casi seguido, eran perfectos el uno para el otro, mi abuelo era locura y arte y mi abuela era paz y responsabilidad, mi abuelo siempre se resguardo en libros y en historias que nos contaban, nunca me espere que no se amarán—se quejo Isabella y la mire.
—Que amen a otros no significa que no se amen—le deje claro y me miro—Pueden amarse de formas diferentes—.
Isabella cerró los ojos conteniendo sus lagrimas y sin dudarlo me acerque a ella agarrando su mano,
—Mi abuelo tiene tatuado Eva en su oreja, y mira pueden ser por muchas cosas, no puedo negarlo, mi abuelo es muy religioso y podía ser por eso, pero no—dejo claro ella—Era porque la amaba, era un tatuaje que nunca nadie le veía y que se lo vi solo una vez siendo pequeña, mis abuelos me hicieron creer que estaba loca, que lo me había imaginado, me sentí mal por más de dos años por creer que mentí, por llamar mentiroso a mi abuelo—dijo y me miro desesperada—Aiden siempre ha querido un amor como el de mis abuelos, un amor perfecto que se conocieron en el principio de sus vidas y se quedan juntos por siempre, pero ellos no querían estar juntos, no eran una opción para el otro—.
Pase mi mano por mis manos por los hombros de Isabella, la podre estaba desesperada, estaba perdida en un dolor, estaba sumida en una desesperación que no era necesaria que sus abuelos no se hubieran amado como ellos creían, por mucho que su historia empezara de forma de obligación, seguro que eran mucho más que eso.
—Martha es una gran mujer, poco creativa y no creía mucho en la magia pero era genial—dejo claro la chica saliendo del baño, secándose su pelo con una toalla.
—Cristina, ella es Eva—me la presento Isabella y la mire.
Su cabello n***o era intenso y sus ojos eran grandes, era guapa pero no una belleza que mataba, no podía negar que era una persona que aunque viera en fotos o por la calle no recordaría. No quería ser mala con ella pero había visto fotos de la abuela de Isabella de joven y esa mujer si que era increíble por lo, no sabía que vio el abuelo de Isabella en ella pero bueno algo vio que le dio dos hijos.
—He pensado que se puede quedar aquí hasta que pensemos que hacer—dejo claro Isabella y la mire—Hay un colchón hinchable que podemos dejar en una esquina—comento señalando a una esquina de la habitación donde había preparado una cama.
—Me parece bien—dije y mire a Eva—¿Cómo puedes estar igual de joven?—le pregunte y ella me miro.
Eva se sentó en mi cama, para mirarnos frente a frente.
—¿Nunca te has preguntado porque Isabella no tiene imperfecciones?—me pregunto y la mire con ganas de pegarla si dijera algo malo de ella—En Renania, el tiempo no pasa igual, el mundo funciona de otra forma, las normas del tiempo no se aplican, nunca estoy el suficiente tiempo en un lugar para envejecer, un mes a lo mucho y en la sala central mucho menos, ahí si puedes envejece, por eso solo quedo yo—.
—¿A que te refieres con eso?—pregunto Isabella sorprendida.
—Los demás se dedicaron a viajar o esperar que les rescataran, haciendo que se consumiera su tiempo, que sus vidas se apagaran, y poco a poco todos murieron, me hubiera gustado enterrarlos pero en ese lugar sus cuerpos solo desaparecen—dejo claro y mire a Isabella sin saber que íbamos a hacer ¿muertos? Eso era una posibilidad pero ahora las familias jamás tendrían paz.
—¿Y tú como mierdas sabes como funciona?—le pregunte molesta y me levante acercándome a ella dispuesta a sacarla de los pelos, responsabilizarla de las muertes aunque nadie nos creyera que se hubiera quedado así de joven—¿Qué mierda eres? Has aparecido de un momento a otro y nos das la información que te da la gana pero no haces nada bueno, solo traes más dudas—le deje claro molesta y mire a Isabella—Solo es una cuenta cuentos—le deje claro.
—Isabella es hija de un guardián, es una guardiana—dejo claro Eva y la mire—Ella no es nieta biológica de Martha y Alessandro, ellos solo los protegieron para poder volver con quien amaban y aunque Travis lucho por vivir, se consumía al no poder salvar a Martha—hablo y la mire, Eva se levanto y se acerco a mi—Este no es el único portal, hay más, algunos lo protegen sabiendo lo que pasa pero otros no saben de sus dones, Isabella es la heredera de todo porque es descendente del creador, del que dio orden y leyes, mientras que yo era una guardiana en otro portal—dejo claro y mire a Isabella para después mirar a Eva.
—¿Isabella es tu jefa?—le pregunte sorprendida.
Eva rió.
—Isabella es descendiente de quien equilibro los mundos y evito problemas, es hasta tu jefa si te pones—dejo claro Eva haciendo que me entraran mil preguntas pero que al mirar a Isabella la viera en pleno colapso mental sin entender que estaba pasando y que iba ha hacer.
Era normal las dudas, si yo estaba nerviosa, con mil dudas sin saber que íbamos ha hacer pero lo peor era que esto no podíamos contárselo a nadie, Eva era un secreto de Isabella y mío, algo que no podíamos contar, porque si decíamos a Aiden o Matt que existía esta persona iban a entrar en colapso, Aiden iba a entrar en colapso y no sabía lo que iba a pasar, no sabía como iba a reaccionar y si seguíamos preguntando a Eva, al menos a mi me iba a entrar una sensación horrible de culpabilidad al saber cosas y no poder contarlas pero a Isabella la iban a matar.
Necesitaba con urgencia que Matt hiciera algo para que Isabella perdonara a Matt, no se como iba a convencer a ese idiota de que le empezará a funcionar la neurona pero necesitaba a alguien más procesando información porque sino mi cabeza iba a petar y sobre todo Isabella iba a petar, y una vez tuviéramos a Matt en esto, contárselo a Aiden sería mucho más fácil. ç
Íbamos a necesitar mucha ayuda.