El amor de un ángel

CAPÍTULO 3

                                                                                    CAPÍTULO 3

                                                                                        RODRIGO

                                                                                         *********

No tenía duda de que mi mundo cambió el día que Mila entro a mi habitación, ese día me di cuenta que existe el amor a primera vista y que ella tenía todo lo que deseaba en una mujer, sin duda mi futura esposa era la mujer perfecta, su sonrisa me hipnotizaba, su auténtica forma de ser y pensar me complementaban.

He leído muchos libros que hablan sobre el autismo, para conocer mejor la condición de mi amada prometida, pero he descubierto que simplemente debo amarla tal cual como es, con sus días grises, con sus días sonrientes, amar esos días en los que no quería apartarse de mí, incluso amar esos días en los que no quería ser tocada, comprender sus pensamientos y acoplarme a ellos era la tarea que me había impuesto desde que le pedí matrimonio.

Cada día estaba más seguro del gran amor que sentía por Mila, casarme con ella era el sueño más grande por cumplir, hacerla feliz cada día transcurrido en su vida era mi meta, sabía lo difícil que era que ella entendiera y se acoplará a todo lo que conlleva tener de suegra a mi madre, pero se esforzaba para no defraudar nuestra hermosa boda. Era lo que ambos deseábamos que fuera un día mágico, aún recuerdo cuando mi madre me pidió ayudar en la organización de la boda, incluso no dude en decir no porque la indicada para esa tarea era mi abuela, pero sutilmente mi tierna y comprensiva novia le dio la oportunidad a mi madre quien no entendía y quizás no le importe entender la condición de Mila.

Me hacía falta mi adorado hermano. Bastián era mi alma gemela, no recuerdo haber estado tanto tiempo sin hablar con él, creo que después de mi viaje a España, se nos rompió el corazón a ambos, su silencio hacia mí me atormentaban, aun así no paraba de llamarlo, enviarle correos, incluso le envié un par de cartas para enmendar un poco el daño que le había causado saber que me casaría con Mila, mi debilidad siempre ha Sido mi hermano, me siento responsable de su poca empatía y su gran egocentrismo, porque jamás le mostré el valor de la vida y el amor, que cuando se tropezó con una mujer perfecta simplemente actuó como un idiota, no estaba arrepentido de mi decisión de conquistar el corazón de Mila, el día que Bastián se casó decidí luchar por su amor, y Lograrlo ha Sido lo mejor que le ha pasado a mi vida.

Hoy me reuní con mi madre para probar los pasapalos  y comida que se presentarán en nuestra fiesta de bodas como siempre mi madre había exagerado en todo, habían más de 300 pasapalos en la mesa, sin contar la gran variedad de dulces, y tres platos principales, gracias a Dios tome el lugar de Mila para los últimos detalles, no me imaginaba a mi princesa con lo sensible que es al gusto degustar tantos sabores al mismo tiempo.

—¿No te parece exagerado madre?, No tenemos tantos invitados —probando algunos diez pasapalos por minuto —. No quiero que le llames a Mila para nada más, de ahora en adelante lo que haga falta me haré cargo yo. Los camarones no, ella los odia.

—Bastián abandonó la casa de Leonor —mirándome mientras ordenaba tachar de la lista los camarones —. Lo conoces, es capaz de aparecerse y hacer una de sus niñerías en la boda, y dejarnos en ridículo.

—No puedo creer que lo que te preocupe sea la integridad de los apellidos, obligaste a mi hermano a casarse con una mujer que evidentemente jamás llegaría a amar y que además es un muy mal ser humano y tú te preocupas de si quedaremos en ridículo. ¿Dónde está? ¿Cómo se siente?. Eso es lo que a mí me preocupa mamá

—Si no se hubiera casado con Leonor tú no estarías aquí organizando tu gran boda con Mila, probablemente tendría frente a mí a Bastián.

— ¿Crees que vas a jugar con mi mente? Las cosas que están destinadas a pasar nada ni nadie puede cambiarlas más que Dios —levantándome —. La silla con la foto de Susan que pidió mi novia y te has negado agregar la quiero allí tanto en la iglesia como en la fiesta ¿ok?

—Es de muy mal gusto Rodrigo tener una silla vacía con la foto de una muerta —aleteando sus manos en forma de desaprobación —, no te conté lo de Bastián para que me atacaras si no para que estuvieras preparado por si tu consentido te hace quedar mal. Todo esto es culpa de tus abuelos y tuya que cada tontería que hacía Bastián se la premiaban —alzando su taza de café y saboreando un sorbo —. Ustedes me preocupan Rodrigo son mis hijos.

—Tu manera de preocuparte es bastante particular, pero las mamas no se preocupan se ocupan, sé que lo que te preocupa es todo el escándalo que se va armar en los medios por la separación de mi hermano y la marquesa, no te preocupes me encargare yo de afrontar esa situación, lo que más deseo es verlo feliz. Con permiso madre.

Me retiré con un dolor de cabeza, las conversaciones familiares con la mujer que nos trajo al mundo siempre terminaban estresandome, era más sencillo hablar de negocios con la mujer que llamábamos mamá a tocar un tema familiar porque siempre terminaba imponiendo su odiosa forma de pensar, donde prevalecía más lo que pensara el resto de la sociedad que los sentimientos familiares que estaban en jugo. A medida que crecíamos fuimos criados por mis abuelos, agradezco a Dios la dicha de tener dos personas sensatas en mi vida que nos mostraron el significado del amor entre familia, cosa que jamás obtuvimos de nuestros padres.

Pase el resto de la tarde trabajando, aunque un poco preocupado porque mi futura esposa no me había respondido ninguno de los innumerables mensajes que le envié en el transcurso del día, mucho menos regreso mis llamadas, mi secretaria no había podido comunicarse con ella, así que decidí emprender camino a su casa, era raro durante el día hablábamos teníamos comunicación constante, era la primera vez que un evento así sucediera.

Al llegar a su casa en la puerta me encontré con un enorme papel blanco con una señal de stop con mi nombre en mayúsculas, no pude evitar mis carcajadas. Entendí inmediatamente que mi novia estaba molesta, y yo no conocía él porque, hice una inspección rápida en mi memoria, de si olvide algo o quizás no hice algo, pero definitivamente era ajeno a ese enojo. Toqué el timbre y la tía Amelia me abrió con una sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Por qué está molesta mi prometida? No conozco la razón de la protesta —abrazándola —. Tampoco nosotras pero déjame decirte que se encerró desde temprano y no ha querido salir de esa habitación. ¿Qué hiciste?.

—No lo sé, con tanto trabajo, y tantas cosas de la boda quizás olvide algo

—Sabes que cariño yo me haré cargo de lo que hace falta para la boda, lidiar con tu madre no es fácil, regresaste hace poco de tu gira de negocio por Asia, están a semanitas de la boda, es normal el estrés —comento Amelia.

—Eres la mejor ¿sabías?, entraré a ver porque está molesta mi amada

Me encontré en el salón a Sony y su madre sonrientes por la protesta que desconocía, salude y camine por el pasillo rumbo a su habitación, en su puerta había una foto mía con una señal de stop. Creo que mi reacción fue chistosa porque esas mujeres no paraban de reír. Toque en dos ocasiones sin recibir respuesta alguna, gire la manilla de la puerta, me encontré con el cuarto como siempre impecablemente ordenado, camine silenciosamente por su pequeña habitación, encontrándome con ella de frente mientras salía del baño con su toalla puesta muy mojada, se veía tan hermosa con esa cara seria sin mirarme, completamente empapada, oliendo a su delicioso jabón de rosas.

— ¿No viste las señales de las puertas?  —pregunto con tono tajante

— ¡OH! No, lo siento —sonriendo —. ¿Puedo darte un beso amor?

—No —gritando en desaprobación —. ¿Porque no me dijiste que Andrea pasa el día entero contigo? —pregunto irritada.

Me sorprendió su pregunta pero entendí rápidamente porque se encontraba tan molesta.

—OK, futura señora Francesco es por eso que está molesta —comente sentándome en su cama, dando golpecitos a mi lado para que se sentara  —. No tenemos que pelearnos por esto, las parejas deben hablar cuando algo les incomoda, evidentemente tienes razón de estar molesta, no le di importancia a la presencia de Andrea en las últimas reuniones porque te amo.

— ¿No le distes importancia a que tu ex se la pasara el día entero contigo? y yo me entere por un tercero, me has dicho muchísimas veces que debemos hablar de nuestras cosas, del día a día, y tú no le das importancia a que esa mujer esté a tu lado —hablaba rápidamente, aleteando sus manos bastante alterada.

—Porque te amo, me voy a casar contigo, Andrea es la presidente de la corporación de su familia y tenemos negocios juntos, las reuniones han sido simplemente de trabajo, por eso no creí importante hablarte de eso, y lo siento. Tienes toda la razón de estar molesta, pero no celosa, Andrea es parte de mi pasado como pareja, como mujer, mi mundo eres tú y no le voy a faltar al amor y el respeto que siento por ti ¿ok?.

—Entonces tampoco es importante hablar de Bastián. Él es parte de mi pasado, es mi ex, y si lo veo todos los días no pasa nada porque es mi trabajo —hablando rápidamente mientras caminaba de un lado a otro.

—¿Puedes sentarte?, estas cosas las tenemos que hablar calmados como dos adultos que somos, entiendo que estés molesta pero quisiera tomarte de las manos mientras te explico las razones por las cuales Andrea ha estado cerca de mí estos últimos días —respirando profundo —. ¿Bastián te llamo? —pregunte pacíficamente.

Ella aceptó sentarse frente a mí pero con una distancia que respetaría, sus celos estaban aumentando, me daba alegría estar despertando sentimientos que ella desconocía, sabía que le era difícil manejarlos, pero tenía la paciencia suficiente para juntos trabajar en cada uno de los obstáculos que se nos presentarán.

No me disfrutaba verla ansiosa, cuando su respiración se agitaba me asustaba un poco, la miraba fijamente aunque ella tenía la mirada perdida en cualquier lugar de la habitación, veía como sus ojitos se llenaban de lágrimas para estallar en una crisis de llanto. Eso me rompía en mil pedazos, era la parte más difícil para mí de lidiar con su condición.

—¿Amor puedo abrazarte? No me gusta que llores Mila, mucho menos si es por culpa mía.

—Ella es más bonita que yo, además es normal, no le cuesta vivir en el mundo, no le duele mirar a las personas a los ojos, no le duele que la abracen, sabe manejar sus emociones, ella es perfecta —lo comentaba mientras se balanceaba y apretaba sus manos.

—Escúchame amor, nadie es más bonita que tú, y lo que sentí por Andrea es puff insignificante a lo que siento yo por ti Milania, te amo más que a mi propia vida, te amo más que a nada en este mundo, eres y serás la mujer perfecta para mí, no quiero que dudes de eso, mucho menos por Andrea, no hay mujer en el mundo que pueda despertar el Rodrigo enamorado que tú has iluminado con tu presencia. Te voy amar toda mi vida, no tengo dudas de eso.

Ella se acercó a mí con los ojos empañados de lágrimas, y su piel temblorosa, la tome entre mis brazos, apartando sus lágrimas suavemente de su rostro, recuperaba la tranquilidad entre mis brazos, aferrada a mi cuerpo con fuerza.

—Lo siento amor, a veces no te merezco, yo no soy lo mejor para ti

—Eres lo mejor y lo único que quiero para mí —besando sus labios suavemente.

 "Llegara el día que alguien te abrace tan fuerte, que todas las partes rotas dentro de ti volverán a juntarse nuevamente" 

NOTA DEL AUTOR: 

**HOLA HOLA, voy contando los comentarios, recuerden si llegamos a 100 el día viernes tendremos maratón de fin de semana......

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