Stick

Hola, soy Michelle, una chica normal, con una vida normal en Quebec. Mi vida es igual que la de cualquier adolescente que veas por la calle, quitando que juego en el equipo principal de mi ciudad, uno de los mas importantes de país, pero no en el femenino. Un día estaba jugando con un amigo al hockey en un lago congelado, y mi padre, al ver que cada vez se me daba mejor, me apuntó a unas pruebas para un pequeño equipo de nuestra ciudad. En un partido, uno de los espectadores de éste era uno de los jefes del equipo de  Quebec  Nordiques , y al ver que yo era la jugadora estrella, me propuso entrar en el equipo femenino. A los dos meses, superaba con creces a todas las jugadoras, y, en esa época, el equipo masculino estaba empeorando, perdiendo trofeos y dinero, sin contar algunos jugadores que se iban del equipo por la falta de profesionalidad. Decidieron meterme en el equipo masculino aprovechando un vacío legal en el que no ponía que una chica no pudiese entrar en el equipo de chicos, y desde entonces, soy la jugadora estrella y sigo jugando al hockey, haciendo a mi equipo ganar y mejorar por momentos . Todo iba perfecto. Hasta aquel partido ... Desde entonces todo cambió. Él lo cambió.