Capítulo 3

1135 Words
Me despierto de un golpe, con agua cayendo sobre mi cara, a lo que yo cojo el palo que siempre dejo al lado de mi cama, con los ojos aun cerrados y muevo el palo hasta que impacta contra un cuerpo, el cual se desploma. -¿¡QUIEN HA SIDO EL DESGRACIADO QUE ME HA ECHADO AGUA !? - Grito poniéndome en pie y abriendo los ojos de golpe.-¡LIAM! ¡SERÁS MACABRO! -Vuelvo a exclamar dándole una patada no muy fuerte en el costado con mi pie descalzo. -¡Auch! -Grita el encogiéndose y poniendo posición fetal sobre el suelo. -¿¡POR QUÉ HACES ESO !? - Grito dejando de golpearle. -¡Tu madre me ha dicho que te despierte! -Dados encogiéndose más aún. -¿¡TIRANDOME UN MALDITO CUBO DE AGUA FRÍA EN LA CARA !? ¡LO DUDO MUCHO! -Exclamo golpeándole otra vez. -¡EH! ¿Creías que iba a desaprovechar la oportunidad? ¡Tu habrías hecho algo parecido! -Grita mirándome con una sonrisa. Mierda, tiene razón. Le extiendo una mano para que la agarre y se levante, a lo que él acepta, y cuando esta en pie se empieza a levantar la camiseta. -¡Eh! Nada de stripteas.-Exclamo mirando hacia un lado con las palmas abiertas alzadas para separarnos. -¿What? ¡No! Te iba a enseñar el moratón que me has hecho.-Dice alzando la parte de ropa que cubre su costado, dejandome ver una mancha morada del tamaño de mi mano. -¡Que bonito me ha salido! -Grito sonriendo y aplaudiendo como niña pequeña. -Si ... Precioso ... ¿Quieres otro igual? -Pregunta con una sonrisa maliciosa y acercándose al  stick . Doy un salto y me interpongo entre el palo y mi primo. -¡NI SE TE PASE POR ESA RETORCIDA MENTE TOCAR MI  STICK ! -Grito cogiendo mi palo y abrazándolo, para protegerlo de las manos tenebrosas de mi primo.-Además, no tendrías la fuerza suficiente para hacerme ese moratón.-Digo sin dejar de abrazar a mi tesoro. -¿Perdona? -Dice alzando una ceja con la boca entreabierta y cara de desdén. -Te perdono.-Digo sonriendole. El bufa divertido y se peina el pelo con la mano, me mira sobre su hombro y me dice: -Ah, y el desayuno esta hecho.-Dice sonriendo. Al oír eso, algo se despierta en mi, cojo el móvil y salgo disparada hacia la cocina, empujando a Liam lejos de mi camino y bajando la escalera por la barandilla de madera, notando mi pelo castaño volar tras de mí. Me adentro a la cocina de suelo blanco con paredes con dibujos de regaderas con distintos estampados. Fijo mi atención en la mesa, en cuya superficie hay un plato con  muffins  de frutos rojos y un chocolate humeante. De un salto me siento en mis silla, la que cruje por el peso, agarro mi magdalena afrutada y la doy un mordisco, dejando un hueco semicircular en ella. (...) Termino mi bollo y la bebida caliente y me levanto para depositar los restos en el fregadero, miro el reloj de la cocina, uno de agujas de marco blanco. Son las doce y media, en media hora he quedado con Harry en el centro comercial, así que subo a mi cuarto a zancadas, y me adentro en mi cuarto grisáceo y cojo de mi armario unos vaqueros azul marino largos, una blusa blanca y una chaqueta azul marino y roja con botones dorados, sencillo pero bonito. Me acerco al baño, donde miro mi reflejo para ver que hago con mi pelo, el cual hoy esta como un nido de cuervos, empuño mi cepillo, y acabo haciéndome un moño trenzado, a lo que salgo del baño y me adentro a mi habitación , donde miro que son menos cuarto, cojo mi teléfono y la cartera, bajando las escaleras grito una despedida, cojo unas llaves de la mesilla de la entrada y salgo corriendo en dirección al centro comercial. (...) -A ... Agua ...- Le pido a mi amigo con una mano apoyada en la rodilla y otra en el pecho, con el tronco inclinado hacia adelante. -Ahora voy, es que solo a ti se te ocurre ...- Dice con una sonrisa en la boca. Sigo en mi posición de pre-muerte intentando respirar como una persona normal, con los mechones que se me han salido del moño cayendo alrededor de mi cabeza. Mantengo esa postura hasta que llega Harry apoyando una mano en mi hombro y con la otra me extiende un vaso de agua, el cual yo acepto con ansia. Tras beberme el agua, vamos a una cafetería de al lado, en la cual nos sentamos en una mesa de madera oscura con sillas del mismo color, con unos cojines verde oscuro, y Harry empieza a hablar. -Ya está seguro, si ganas juegas contra los de Vancouver, ya están en la ciudad para la final.-Dice con un rostro serio. -Dios, te preocupas demasiado, Harry.-Respondo deshaciéndome el moño e intercambiándolo por una coleta. -No, si hubieses visto sus partidos, estarías como yo.-Avisa mantener su semblante. -Ya te lo dije, me mantendré alejada, y si no, les dejare como a Liam esta mañana.-Digo alzando una pequeña sonrisa diabólica involuntaria. -¿Qué le has hecho? -Pregunta ahora alzando una sonrisa blanca. -Al muy inteligente, se le ocurrió despertarme echandome agua, aunque no es buena idea hacerlo si duermo con el  stick  al lado de la cama, ahora tiene un moratón así-Alzo las manos a una distancia mas o menos como el tamaño de la mancha morada.- para que no se le olvide.-Finalizo con una sonrisa radiante. -Pobre Liam ...- Dice mirándome sin disminuir su sonrisa. -¡Hey! ¡Se lo merecía! -Digo riéndome, en ese momento se acerca a la camarera, y nos toma nota de unos cafés solos para nosotros. Seguimos hablando de antiguas lesiones (causadas por mí y mi  stick ,  obviamente) hasta que la camarera de mono color carne, piel morena y pelo n***o, con aspecto extranjero, se acerca con sus cafés, pero, se tropieza con una pata de una mesa , y al caerse, los cafés acaban encima de dos chicos. -¿¡QUÉ HACES, PATOSA DE MIERDA!? - Grita uno de ellos, ojos verdes, piel pálida, pelo castaño claro, alto y de espalda ancha, empujando a la joven cuando se levanta, a lo que yo me pongo de pie de un golpe y me pongo entre ellos extendiendo los brazos para defender a la chica, la cual esta en el suelo levantándose a horcajadas. -¿¡QUE MIERDA HACES TU EMPUJÁNDOLA !? ¡HA SIDO UN MALDITO ACCIDENTE, IMBÉCIL! -Grito sin apartar los brazos de mis lados. -¡Tu no te metas! -Dice empujándome a mi también. Oh no, no ha hecho eso ... Me vuelvo a poner frente a él, y alzando la pierna, la golpeo con todas mis fuerzas contra su estomago, haciéndole caer de espalda contra el suelo. -¡A MI NI SE TE OCURRA EMPUJARME, LERDO! -Digo dándome la vuelta y ayudando a la chica a sentarse en una silla, ha recibido un buen golpe, al caer, se ha dado con una mesa en toda la espalda, cuando ya está acomodada en el asiento, miro hacia Harry, el cual, me susurra con una mano al costado de su boca. -Es Logan Gillies.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD