Capítulo 1

1136 Words
Oigo una bocina que indica el final del partido, haciendome saltar sin pensar que estoy encima de unas cuchillas sobre agua congelada. -¡GANAMOOOOS! -Grito abrazando a Jake, mi compañero de equipo. -¡SOMOS LOS MEJOREEEEEES! -Grita Jhon uniéndose a nuestro abrazo, al que se suman todos los del equipo, haciendo una bola humana, parece agobiante, pero este tipo de cosas me encantan, el compañerismo que hay en nuestro equipo. -¡VAMOS A LA SEMIFINAAL CHICOOOS! -Exclama Patrick, el entrenador, uniéndose a nosotros. -Me ... Ahogo ...- Digo cuando empiezo a notar que me falta el aire.-Ox ... Oxígeno ...- Alzo una mano sobre las cabezas de mis compañeros. Todos me ven, pues yo estoy en el centro del abrazo ya mi me aplasta toda la fuerza que tienen estos  Hulks . -¡Ah! Sí, perdón, a veces se me olvida que eres una chica.-Dice riendo Jhon. -¡Eh! ¡Que yo soy muy femenina! -Digo fingiendo enfado con unos pucheros y el ceño fruncido. -El diente roto que le ha dejado al tío del equipo contrario no opina lo mismo.-Responde Jake sonriendo. -Cierto, cierto.-Acepto con una sonrisa aún mayor. -¡Hora de cambiarse! ¡A los vestuarios! -Grita Patrick por encima de nuestras voces. Nos dirigimos al vestuario, al cual yo me adentro y los chicos se quedan fuera en unos bancos de madera color clara esperando. Solo hay un vestuario, pues se supone que todos los del equipo son del mismo sexo. -Sigo sin entender porqué ella se cambia antes que nosotros.-Bufa Jhon, con la barbilla apoyada en la palma de la mano. Me asomo a la puerta, todavía con el equipamiento puesto. -Porque si no fue por mí perderíais todos los partidos.-Contesto sacando la lengua con el ceño fruncido y volviendo a adentrarme al baño. Me acerco a mi taquilla, la cual es la única que tiene una bolsa fucsia a los pies para llevar los patines tras el partido, abro la puertecita de metal azul y empiezo a cambiarme. Al salir, ya cambiada y con la mochila al hombro y con los patines guardados en la mano izquierda, me encuentro a los chicos, hablando entre ellos, con cara de cansancio, cuando se percatan de mi presencia, me miran con caras de asesinos seriales . -Si que te has tomado tu tiempo.-Dice uno de mis compañeros. Todos se levantan y se meten en el vestuario a golpes, por ver quien entra antes. -¡Hey, Mich! -Exclama Jake, uno de mis mejores amigos del equipo. -¿Sí? -Pregunto girando sobre mis talones para estar frente a él. -Buen partido, el punto del final ha sigo genial.-Dice sonriendo divertido. -Si.-Respondo riendome al recordar el ultimo punto marcado por mí. Estaba yendo con el  puck  delante a toda velocidad hacia la portería contraria, ya estaba en nuestra zona de ataque, entonces me percato de que uno del equipo contrario me sigue a centímetros de distancia, y aprovechando la cercanía, coloqué de forma brusca el pie de forma horizontal, haciéndome frenar en seco y que unos fragmentos pequeños de hielo salten. A los pocos segundos, el contrincante que tenía detrás impacta contra mi espalda, a lo que yo tomo como entrada para seguir deslizándome sobre el hielo, moviendo el  puck  para que no cambie de dueño. Me voy acercando con gran velocidad a la portería, donde el portero está con las rodillas flexionadas y los brazos extendidos, me mira con fijación, analizando mis movimientos. Pero yo voy un paso por delante, y hago un amago para que se lo voy a pasar a Jake, el cual estaba resguardándome a mi derecha, por si teníamos algún problema al atacar, el portero cree que se la voy a pasar, entonces se desplaza hacia un lado, y yo meto el  puck  en la parte de la portería que ha quedado libre. Pocos segundos después de marcar, suena la bocina que indica el final del partido, entonces, empiezo a saltar y abrazar a Jake, gritando de felicidad. -¡MICHELLE PATRICE COLLINS! -Grita Olive, mi mejor amiga, agitandome por los hombro y sacandome de mis ensoñaciones. No debí decirle mi segundo nombre. Un momento, ¿Oliva? ¿Y Jake? -¿Dónde esta Jake? -Pregunto con cara de confusión, con una ceja alzada. -Se ha ido a cambiar mientras tú estabas embobada.-Responde Harry, mi mejor amigo. -Gran partido.-Me alaga sonriendo Olive, la cual juega en el equipo femenino, pero éste es menos importante que el masculino. -Gracias.-Respondo sonriente.-Que, Harry, ¿sigues sin querer apuntarte a hockey? -Pregunto mirándolo con una sonrisa socarrona. -Dios, no, no vaya a ser que me dejes la boca como a aquél tío.-Responde rápidamente con una mueca de dolor, a él nunca le ha emocionado jugar al hockey, pero le encanta verlo. Olive y yo estallamos en carcajadas, y Harry nos mira con una ceja alzada, y alejándose un paso de nosotras. Oh, vamos, tampoco somos tan raras. Bueno, sí. Nos dirijimos al coche, donde dejo mi mochila y mis patines en el maletero forrado de tela gris y nos dirigimos a la cafetería de paredes de ladrillo y mesas blancas de metal con manteles verdes de cuadros, y situado en el centro, un candelabro blanco con unas flores rosas a los pies. Al sentarnos, inmediatamente aparece una chica con un delantal beige, con un bolsillo, del que saca una libreta con las anillas en la parte de arriba y un bolígrafo en cuanto nos pregunta qué queremos, a lo que nosotros respondemos con nuestros comandos, cuando se va, Harry me mira con expresión seria. -¿Vas a la semifinal no? ¿Contra quien jugáis? -Pregunta torciendo la fina linea que forman sus labios al estar fruncidos. -Contra los  Toronto Maple Leafs . -Contesto tocando con el pulgar y el índice las flores que decoran el pequeño candelabro.   -¿Son buenos? -Pregunta con la fina linea todavía reposando en si rostro, ahora también con el ceño fruncido. -No mejores que nosotros.-Afirmo apoyando mi barbilla en la palma de mi manos. -Lo digo en serio. -El equipo mejora por momentos, además, ¿qué te pasa? -Pregunto frunciendo el ceño y mirándolo fijamente. -Si llegas a la final, vas a jugar contra los  Vancouver Canucks ,  y no son lo que se dice, tranquilos y amables.-Dice apartando su mirada verdosa de mi y fijándola en la camarera, la cual se acerca a nuestra mesa con nuestros pedidos.  Pasa los platos y vasos desde su bandeja plateada a nuestra mesa blanca, a lo que, después de que se vaya empezamos a comer. -Bueno, Mich tampoco es que sea fina y educada, o si no, pregunta al desdentado.-Apunta Olive dando un bocado de su sándwich vegetal. -Ya, pero ellos van a más.-Avisa Harry.-Han llevado al hospital a cinco personas en esta liga.-Vuelve a poner un semblante serio.-No les importa ser sancionados por faltas graves.-Finaliza dando vueltas a la pajita de su refresco. -¿Y quien es el capitán de ese supuesto equipo de orangutanes, si puede saberse? -Pregunto limpiandome la comisura del labio con el lateral de la mano. -Logan Gillies. En ese momento ese nombre me sonaba indiferente, lo que no sabía era que luego pasaría a formar una parte de mi vida, lo que no se si es buena, o mala.
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