La muñeca del... CEO

¿Qué es lo que dicen?

PDV Maria

 Mi cuerpo se tenso, y de forma involuntaria me escondí detrás del señor Alberto.

Pensé en correr, pero no sabia como era la casa, y habia visto que el señor Alberto tenia un arma con èl, quizás podria apoyarme con eso…

—¿Puede decirme por que busca a la chica? —le pregunto Alberto.

—Por nada en especial, mi jefe solo esta algo interesado en ella y la quiere conocer, ¿Puedes venir conmigo?

—¡No! No puedo —dije casi al instante.

—¿Y eso por que?

—Si ella no quiere ir, solo acéptelo y no trate de convencerla contra su voluntad —le dijo Alberto.

—Bien, bien, ¿Al menos puedes decirme tu nombre?

—…Tampoco puedo hacerlo.

—¿Por qué?

—¿Qué acabas de hablar? Si ella no quiere decir nada, no la obligues.

—Bien, pero no tengo malas intenciones niña, mi jefe solo quiere hablar contigo nada mas.

—Yo no quiero hablar con èl.

—Esta bien, entonces no hay nada mas que hacer, solo me envio a buscarte,  ya te encontré, adiós —me dijo ese hombre desconocido antes de girarse.

Poco despues empezó a caminar, mantuve la mirada fija en èl, no lo perdi de vista, esperaba que no regresara de algún modo.

Cuando ya no estuve cerca me relaje, el señor Alberto cerro la puerta despues de eso.

—¿Volvera? —le pregunte.

—No, no tenia interés en eso, y por su apariencia no parecía ser alguien de esa gente que te rapto… no te preocupes por èl.

—¿Seguro?

—Si, eh conocido mucha gente María, así que puedo distinguirlos con facilidad, duerme un rato, mañana saldrás a conseguir empleo y después pensaras que hacer.

—Bien, gracias por todo.

Despues de decirle eso, el señor Alberto me llevo a una habitación donde pude dormir, habia pasado mucho desde entonces y tenia mucho sueño.

La cama era cómoda, me dormí casi en seguida después de acostarme.

PDV Dante

Muchas chicas siguieron pasando una detrás de otra, ya quedaban pocos hombres ofertantes aquí en este lugar, muchos ya se habían ido a sus cuartos para “disfrutar” lo que habían comprado.

Solo quedaba yo y otro de mis amigos el cual aun no se habia decido, seguía esperando a que mas chicas pasaran para ver cual le gustaba, pude ver que mi empleado habia regresado.

Con èl no estaba la chica con la cual me habia topado mientras caminaba, parece que no le fue bien.

—¿Qué paso? ¿La encontraste? —le pregunte a mi empleado apenas llego junto a mi.

—Si, la encontré.

—¿Y donde esta? ¿Por qué no esta contigo? —me gire para verlo fijamente a los ojos despues de eso.

—No quiso venir señor.

—¿No quiso venir? ¿Por qué? ¿Qué le dijiste?

—Solo le dijo que usted queria conocerla señor, pero se mostro muy alterada y ni siquiera quiso decirme su nombre, estaba junto con un hombre y èl hizo que no pudiera insistir.

—¿Un hombre estaba con ella? —frunci el ceño al decir eso.

—Si, estaban juntos en el interior de una casa común a cierta distancia de aquí.

—¡¿Juntos en una casa?!

—Si, pero no se preocupe señor, ese hombre era un anciano, debe tener unos 60 años de edad por lo que pude ver, podria ser su padre o abuelo, es lo mas probable.

—Ya veo, averigua mas sobre ella, la podremos ver luego, primero esperemos que esto termine.

—De acuerdo señor.

—¿Quién te ha llamado la atencion? —me pregunto mi amigo quien estaba a mi lado.

—Nadie que te importe, mejor mira las chicas que están pasando para que puedas escoger ahora y poder irnos de aquí —le respondi.

—No seas asi, para poder hacer una buena elección, primero hay que mirar todas las opciones, es algo importante.

Estaba a punto de responderle cuando escuche algunos gritos cerca de mi.

Gire mi mirada y pude ver a una mujer gritándole a un par de hombres, esa mujer se veía de unos 30 años, de cabello rubio con algunos mechones castaños, tenia un cuerpo algo voluptuoso, su cara se veria bien de no ser por esa expresión enfadada que tenia en estos momentos.

—¿Qué pasa alli? —le pregunte a mi empleado.

—No lo se señor, estaban reunidos cuando llegue, pero la mujer no estaba tan histérica como lo esta ahorita… ¿Quiere que vaya a ver que escucho?

—… hazlo, pero se cuidadoso y que no te vean —le dije mientras volvia a girar mi mirada hacia el evento principal.

Mi empleado siguió mis instrucciones y poco despues fue para escuchar a escondidas lo que esa mujer le gritaba a esos hombres que estaban con ella.

Volvió no mucho despues.