Aprendiendo a cazar bestias mágicas parte 3

1399 Words
Aldren se quedó mirando la reacción de David analizando su rostro y cuerpo, vio que era genuina y acto seguido movió la cabeza de arriba abajo, no era una confirmación definitiva, pero era un indicio de que no era de su tierra natal. —Las luces que ves son artilugios que se hacen comúnmente en el pueblo donde nací, desde pequeños nos enseñan el funcionamiento de los cristales, el mana y otras cosas de importancia, sobre todo a como someter a bestias mágicas —dijo Aldren mirando de cerca a David mientras decía todo esto, este último solo miraba al primero con ojos brillosos llenos de curiosidad. —Debió ser un lugar impresionante si sabían estas cosas, jamás imagine que la magia existiera, ¿los magos que salen en la televisión también harán magia real? —David estaba emocionado y su imaginación comenzó a volar con todo lo que él había pasado. Aldren no entendió del todo que decía, pero no dijo nada sobre ello. —Suficiente de platica, puede que esta vez haya cocinado para los dos, pero ya que estas aquí aprenderás a hacerlo tú, yo tengo cosas más importantes que hacer, por mientras aprovecha y sírvete hay suficiente —Aldren hablaba con frialdad, pero David ignoro ese hecho ya que estaba feliz de tener ayuda. Tomo su plato y cuchara de madera para servirse la comida, era un sado simple, solo veía algunas verduras y hiervas, se la puso en el plato y fue a comer, trato de sentarse en una de las sillas cerca de Aldren ya que no había mesa, pero este lo vio con mala cara, así que solo se sentó en las pieles que estaban en el suelo. La comida olía bien, David tomo su cuchara con gusto, pero al probarla se percató de que estaba insípida, era mejor que la comida de la cueva de eso no tenía duda aun así comparado con la comida de su tiempo le faltaba sabor. David solo suspiro y apretó la cuchara de madera y siguió comiendo, no iba a desperdiciar algo comestible otra vez. —Sal un momento, te voy a señalar la zona donde puedes caminar o correr, debes hacer ejercicio si quieres aprender a sobrevivir, el moverse rápido es clave donde sea que vivas, y no solo por un rato debes hacerlo todo el tiempo así que ganar resistencia es primordial, además debes cargar con esto —dijo Aldren después de terminar su comida alcanzando a David un cristal pequeño—, te ayudara en tu entrenamiento, y recuerda enfócate en mantener tu energía dentro de ti. Aldren se levantó de su silla esperando que David lo siguiera, este se apresuró a comer lo más rápido posible levantándose rápido casi tambaleando. Afuera de la cabaña Aldren señalo hasta que parte de su terreno era una zona libre de trampas y solo era su espacio personal, no era muy extenso un poco más extenso que un parque pequeño, era lo suficientemente grande como para correr un rato dando vueltas, hacer ejercicio o hasta pasear un rato. —Ya en la mañana harás tus primeros avances en lo físico, hoy te ayudare con el libro y luego lo que vas a cocinar mañana, no me voy a repetir así que pon atención mocoso —diciendo esto Aldren vio su libro con David señalando el significado de las palabras que no conocía, y luego le explico que iba a cocinar el día siguiente, David no entendió del todo lo de la cocina, pero no se preocupó demasiado. —«¿Qué tan mal podría salir?» —pensó antes de meterse en sus pieles de animal, que la verdad estaban muy cómodas, no se tardó mucho en dormir una vez todo estuvo apagado y en silencio. La noche en ese bosque montañoso helado no fue muy diferente de otros que había habido hasta la fecha, pero para David suponía el comienzo de su transformación una noche especial donde por fin se sentía seguro después de un tiempo donde solo sentía miedo y desesperanza, jamás olvidaría como se dejó llevar y babeo toda su cara por ello. Un sonido estridente levanto a David en la mañana de golpe, era un cuerno de algún animal que el desconocía y tocado por Aldren a todo pulmón. —¡Levántate mocoso, la vida no espera a nadie y menos te voy a esperar yo! —grito Aldren a David que se levantó con la cara llena de saliva sobresaltado por el ruido, Aldren pudo aguantar la risa al verlo, pero soltó un pequeño quejido que David no pudo escuchar. —Saldré a cazar, debes hacer lo que te dije, cuando crea que estas listo te llevare conmigo y te enseñare a sobrevivir como prometí —Entendido señor hare lo mejor que pueda todo lo que me dijo Cuando Aldren se marchó con su armadura puesta, las armas en su cinto, una mochila de cuero, y el arco con las flechas en su espalda, David tuvo la cabaña para sí mismo otra vez, se tomó su tiempo en levantarse y hacer las cosas, aunque se había recuperado muy rápido aún se sentía adolorido y por ende quería tomarse su tiempo en hacer todo. Trato de cocinar como le había dicho Aldren, pero ni entendía cómo funcionaba la cocina que el tenia, para ser francos tampoco entendía las cocinas de su tiempo ya que jamás había cocinado nada en su vida, así que solo le toco experimentar a ver que salía. Buscando solo logro encontrar algo como una palanca que iba de izquierda a derecha, al pasarla no vio fuego ni nada inusual, pero luego de un corto periodo de tiempo escucho como se activaba la hornilla y se ponía caliente, suspiro al descifrar eso, pero los ingredientes era otro cantar. —«¿Acaso no come arroz? ¿Qué son estas verduras? ¿Cómo me dijo que mezclara estas hierbas?» —David estaba muy dubitativo con el tema, no sabía muy bien que hacer, así que decidió solo seguir su instinto. Una elección no muy buena ya que no corto las presas como debía, no puso todos los condimentos que debería, cuando los cocino no puso las verduras que debía, además que la cocción no estaba al punto. Todo esto fue verificado después cuando por suerte probo lo que había hecho y supo que no estaba para nada bueno, así que trato de arreglarlo, quedando mejor, pero de todas formas no tan bueno. —Espero que al menos sea comestible —dijo David para luego reír sobre ello, se encogió de hombros decidiendo dar por cerrado esa sección de cocina sintiéndose bien a pesar de todo, ya que era la primera vez que hacía comida y aunque no le saliera del todo bien era un logro que se sentía orgulloso de haber completado. Salió afuera de la cabaña llena de nieve y se dispuso a caminar por la zona segura señalada por Aldren, poco a poco se iba sintiendo mejor así que decidió acelerar un poco el paso hasta trotar, el viento helado que corría le hacía sentir bien, y además su corazón palpitando con más fuerza le hacía sentirse cada vez más revitalizado, así que decidió correr a toda máquina. Jamás se había exigido en los deportes de ningún tipo, por su tamaño no lo escogían para participar en grupos de deportes y solo los hacía por el curso de su escuela, además cuando lo intento se dio cuenta que no era muy bueno, pero eso era porque los demás chicos habían practicado esos deportes desde muy pequeños además de que tenían instructores privados. Él se desanimó sin intentarlo más y dejo ese lado de su vida ahí, pero si lo hubiera intentado se hubiera dado cuenta de su peculiaridad, su cuerpo se mantenía fresco, aun después de mucho ejercicio de exigirse de gran manera su cuerpo no se calentaba demasiado o se enfriaba demasiado, esto le hubiera permitía mantener un mayor ritmo en sus ejercicios, tanto que hubiera superado a muchos solo desde el inicio en deportes de larga duración. David no tuvo ni idea de esto, solo corrió y corrió, sin realmente sentir que se sobre exigía, hasta que su respiración no pudo más y tuvo que parar de golpe, el problema fue que todo el cansancio acumulado le llego de golpe y como le faltaba oxigeno vomito.
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