capitulo 1

2410 Words
— Mandy, Mandy… ¡AMANDA DESPIERTA! — ! Joder! ¿Qué hora es? — Son las 5:45 dormilona, apúrate o llegarás tarde. — Me paré lo más rápido que pude y me metí a la ducha, no podía llegar tarde a clases, estaba en época de exámenes y los profesores se ponen más pesados para reprobarte por cualquier estúpido motivo, como llegar tarde a la prueba. Si se están preguntando quien me despertó de mi pesado sueño, esa fue Juliet o Jully como le digo de cariño. Es mi mejor amiga y mi roomie. De ese modo hemos logrado sobrevivir por cuatro años. Ella viene desde New Haven Connecticut, supuestamente sus tíos iban a ayudarla con sus estudios, pero igual que los míos solo se aprovecharon de ella y le robaron su casa. Ella quedó huérfana a los 17 y se mudó hasta Nebraska con la hermana de su madre y su marido alcohólico, al ser menor de edad, su tía fungió como Albacea y movió turbias influencias para quedarse con la casa que era de la madre de Jully. Vendió la casa y botó a Juliet a la calle sin un sólo centavo. Ambas compartimos mucho en común, somos huérfanas y tenemos tíos terribles. Desde el primer día que conocí a Jully se volvió mi inseparable amiga, es como si nos conociéramos de toda la vida. No compartimos clases juntas, ni siquiera vamos a la misma Universidad. Mientras yo estudio en el centro médico de la Universidad de Nebraska, ella estudia en la Universidad Bellevue, que está en la ciudad de Bellevue, a una hora de Lincoln. Está estudiando desarrollo de software y sistemas computacionales. Ha creado algunas apps y juegos, gracias a eso ha ganado algunos dólares extra al mes. Nos conocimos porque ambas buscábamos un apartamento barato para rentar y habíamos coincidido en el horario de la cita para ver la casa, y como ambas estábamos interesadas, decidimos ser roomie´s. Otra cosa que me gusta de ella, son sus ojos. Mientras los míos son café claro y a veces oscuros, ella tiene heterocromía. Su ojo derecho es café mientras que el izquierdo es azul y contrasta muy bien con su piel blanca y su cabello castaño corto y ondulado. Es muy popular con los chicos, su actual novio se llama Roger O'Neill, es un chico moreno de ascendencia Afro por su madre y americano por su padre, de cabello bastante corto y con unos sorprendentes ojos grises. Sin duda la naturaleza los dotó de una belleza exótica. ¿Y yo?... bueno... popular no soy. Sinceramente, nunca he tenido novio, ningún chico se me ha acercado y yo tengo pavor de acercarme a uno y ser olímpicamente rechazada, así que basándome en eso, supongo que atractiva no soy. Como ya dije, mis ojos son cafés, aunque creo que dependiendo de la estación en la que estemos mis ojos son más claros o más oscuros incluso llegando a verse negros. No soy muy alta, pero tampoco soy minion. Mido 1.65, soy delgada... bastante flacucha debería decir, a veces suelo usar ropa bastante holgada, mi cabello es chocolate, largo a la cintura y ondulado, tengo pestañas largas y labios gruesos, mi nariz no es ni grande ni chica, considero tenerla en buena proporción con mi cara. No es que esté urgida por tener un novio, sin embargo, a veces si llega a inquietarme la idea de que a mis casi 23, ningún chico me haya invitado a salir. Aunque tengo una teoría. Así como Jully es mi mejor amiga, también tengo a mi antítesis, Miranda Connor. Una rubia tonta de ojos azules que lamentablemente conozco desde secundaria. Siempre le he caído mal y no sé el motivo. Desde la secundaría, en clase de biología cuando el profesor preguntó lo que queríamos ser y porque, ella aprovechó para volver mi sueño una pesadilla y eso me sigue persiguiendo. Yo estaba emocionada contando que me gustaba la hematología y que quería ser química fármaco bióloga, algo normal y sano. Pero ella comenzó a esparcir el rumor de que yo era una rara que tenía una fijación por la sangre, que tuvieran cuidado conmigo y cosas así. Dejaba animales muertos en mi casillero y siempre pasaba en el momento "oportuno" para decir frente a todos los que fueran pasando, que tuvieran cuidado con "la rara". "No se acerquen a la rara. Miren como dejo a esa rata sin una gota de sangre...de seguro eso les pasará a ustedes si se juntan con ella", eran cosas que solía decir. Si, mi vida escolar fue bastante solitaria, solo tuve un amigo, pero fue breve. Su nombre era Anthony Hills, fue un chico de intercambio de Canadá. Era un chico gótico que obviamente por como lucía nadie quería tratar. Fue mi primer amigo y mi primer amor platónico, pero nunca tuve el valor de decirle que me gustaba y al final, regresó a Canadá. Me pongo nostálgica al recordar a Anthony, aún chateábamos por r************* hasta hace unos años, hace tres años me enteré de que tenía leucemia y hace dos años falleció. Nuevamente, la muerte se llevó a alguien que era importante en mi vida. Pero volviendo al tema de Miranda. Estoy segura de que algún estúpido chisme habrá inventado ya sobre mí aquí en la Universidad. Es como un lastre del que no te puedes deshacer. Es como si hubiera decidido estudiar lo mismo que yo solo para seguir atormentándome por la eternidad. *********** Mi día fue bastante aburrido, presenté tres exámenes hoy, lo que parece excesivo por la cantidad de información que debí estudiar, pero confío en que aprobaré los tres satisfactoriamente. Estoy muy emocionada porque este es mi último parcial, solo me queda entregar el borrador de mi tesis y hacer mi servicio social y al fin podré buscar un trabajo en laboratorio, lo que de verdad me apasiona. Al principio quise ser hematóloga, pero de solo pensar en que debía estudiar 10 años, me hizo cambiar de opinión y ser solo una laboratorista, estudiando solo 4 años y un año de servicio social. La mitad del tiempo. Quiero trabajar en el banco de sangre, se que a algunos les parecerá raro, pero para mi es fascinante analizar cada muestra y congelar los paquetes de sangre apta para donación es regalar un poco de tu vida a otra persona que lo necesita. ************** Hoy a las 4 tengo una entrevista en el hospital Merrick para meter mi solicitud de pasantía, si todo sale bien, aquí haré mi servicio social y eso me emociona. El laboratorio de este hospital tiene los mejores equipos de todo el país. Estaba en un cibercafé, sacando copias de mis documentos escolares para presentarlos en mi entrevista, cuando sentí un escalofrío muy familiar. Significaba problemas. Nunca he entendido cómo es que puedo sentir que algo va mal, jamás le he preguntado a otra persona si le sucede lo mismo y es algo normal o solo me sucede a mi y eso me hace aun mas bicho raro de lo que ya soy. Miré atentamente en todas direcciones, pero todos los presentes parecían normales, nadie se veía sospechoso. Entonces observé a un chico de entre unos 15-16 años, que estaba saliendo de uno de los cubículos del fondo, se veía visiblemente enfermo, tenía los labios azules y estaba a punto de desplomarse. Quise caminar lo más rápido posible para evitar su caída, pero era imposible llegar tan rápido hasta donde él estaba. Antes de que el tocara el suelo, unas manos sostuvieron su cabeza para evitar que se golpeara al caer. El joven comenzó a convulsionar, yo me acerque y le quite la bufanda que tenía en el cuello para que no se ahorcara. Se un poco de primeros auxilios, así que tomé el pulso y escuche su respiración. Parecía que no podía respirar bien, como si algo le hubiera causado un shock anafiláctico. Yo siempre cargo mi inyector de adrenalina por si algo me da alergia, así que lo use en él sin pensarlo. Al cabo de un par de minutos, su respiración se normalizó y el color estaba volviendo a sus labios, me sentí aliviada. Una de las encargadas del lugar, había llamado al 911 y una ambulancia ya estaba de camino. Entonces note a la persona que también había auxiliado al joven. Este le estaba revisando el cuello, los brazos y detrás de la nuca. Se me hizo extraño — ¿Qué hace?— Le pregunté en voz baja para no causar polémica con las demás personas presentes —Busco alguna mordida o piquete que haya podido causarle esto al chico— Su voz me era familiar El sujeto tenía un sombrero café que le cubría el rostro y usaba una gabardina café, bastante larga que cubría prácticamente hasta sus pies. Intente por curiosidad ver la cara del sujeto, pero este siempre se movía en dirección contraria a mi. Como si me estuviera evitando, aunque quizá solo eran ideas mías. Después de un momento, pareció encontrar alguna marca en la piel detrás de su nuca, solo que él ya había inspeccionado ahí antes y juraría que no había nada hace un momento. Me acerqué para ver mejor. Eran marcas de varios dientes, la marca era similar al del logotipo de los Mercedes Benz. Eso me dejó intrigada, ¿Qué hacía un Hirudo officinalis en el cuello del chico? Para que entiendan mejor de lo que hablo, me refería a una sanguijuela de uso médico. A uno grande... bastante más grande, lo que sonaba aterrador y asqueroso. Iba a decirle algo al tipo de gabardina, pero los paramédicos llegaron en ese momento y nos apartaron para poder subir al chico a una camilla. En un instante de distracción, el sujeto ya no estaba, así que era la única a la que los paramédicos hicieron preguntas. Les dije que no lo conocía, pero que parecía tener una reacción anafiláctica y que le había inyectado adrenalina. Me agradecieron por haberle salvado la vida y se lo llevaron. Mire el reloj de pared del ciber café. Faltaban 15 minutos para las 4. Debía darme prisa, lo peor que puedo hacer, es llegar tarde a mi entrevista. ************ Estaba sumamente nerviosa, no sabia que tipo de gente seria esta con la que tendría que tratar, solo esperaba que no fuera alguien odioso. Una señora de al menos unos 40 años me habló, creo que es la asistente de recursos humanos, es de bonita figura, cabello corto n***o con flequillo, ojos marrones. Me hizo tomar asiento frente a su escritorio y me comenzó a bombardear con preguntas acerca del porque decidí estudiar esa carrera, que es lo que esperaba obtener, entre otras cosas. Trate de responder a sus preguntas lo más honestamente posible. Después de alrededor de 40 minutos de entrevista, el teléfono de su oficina sonó y ella se disculpó un momento para atender la llamada. — ¿Diga?, oh, querido, justo a ti te estaba buscando. ¿Dónde te has metido?...Bien, ¿Recuerdas que pediste un becario para el área de banco de sangre?, creo que acabo de encontrar a la candidata perfecta. ¿Qué te parece si te entrevistas con ella personalmente?...Bien, acá te esperamos.— Colgó La señora que tenía frente a mi, me dedicó una sonrisa. — Acabo de hablar con el Hematólogo encargado del banco de sangre. Él había solicitado un becario para su área, alguien que pueda dividir los paquetes y concentrados sanguíneos para transfusiones. Por lo regular, a los becarios no les gusta casi el banco de sangre, prefieren más trabajo de campo como estar en flebotomía y análisis de muestras. Claro, tendrás que rotar por todas las demás áreas de laboratorio para completar satisfactoriamente tu servicio social, pero donde más pasaras el tiempo será con el hematólogo. Es un tipo bastante excéntrico y estricto, muy disciplinado, perfeccionista y con poca paciencia. Puede llegar a ser gruñón, pero es muy buena persona cuando ya lo conoces. Ya lo verás tú misma. — Dijo ********* Me impacientaba la incertidumbre, ya eran cerca de las 6 de la tarde y tenía que ir a mi trabajo y el hematólogo no llegaba. La señorita que me atendió me dio un recorrido por las instalaciones del laboratorio en sus diferentes subáreas. Era increíble, me emociona trabajar aquí. Estaba a punto de despedirme, ya que debía ir a trabajar, cuando una voz detrás de mí, interrumpió. — Disculpen mi retraso, tuve que tomar muestras de un chico que al parecer fue víctima de una broma de mal gusto con una sanguijuela, sin saber que era alérgico al compuesto de la saliva del animal. — Decía la voz masculina, tratando de justificar su tardanza, mi corazón latía a toda velocidad dentro de mi pecho...conocía esa voz “Tienes algo que llama al peligro” Voltee a verlo, sin parecer que mi reacción fuese brusca, trague saliva al verlo y mis ojos estaban como platos, solo espero que la asistente de recursos humanos y él no hayan notado mi reacción. ¡No podía creerlo! ¡¿Qué demonios estaba pasando?! Era él...el chico de mis extraños sueños, y de aquellos recuerdos de mi infancia/adolescencia. El castaño claro de pelo largo, alto y fornido, de cara cuadrada, mentón partido y ojos chocolate estaba frente a mi. Ahora estaba perfectamente peinado con una coleta y unos gruesos anteojos cubrían sus ojos, pero estaba segura que era él. Ya sé que suena bastante loco, sobre todo porque su rostro no ha envejecido. Diablos ¿me estaré volviendo loca? Miró a la asistente de RH y luego a mi — ¿Así que esta es la nueva becaria? — Así es doctor, solo si usted lo autoriza, claro está. — Cindy, ¿Podrías dejarme a solas un momento con la becaria? quiero ponerla a prueba— Dijo dedicándole una sonrisa de lado. Ese chico podía doblegar a las mujeres con su mirada, y su sonrisa. Cindy salió de la habitación sin chistar ni mirarme. El castaño se acercó a mí de una manera peligrosamente incómoda y que podía malinterpretarse para cualquiera que entrara al banco de sangre en ese momento. Yo di un paso atrás. Él también se detuvo, me observo y esbozo una gran sonrisa que me dejo ver no solo su blanca dentadura, si no la peculiaridad de sus dientes caninos...tan largos como los colmillos de un vampiro. — Encantado de conocerte Amanda Sullivan, mi nombre es Nathan Gray.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD