En cuanto a la madre de Giulia, esta era bastante cabezota, es decir, que no le gustaba que le dijeran qué hacer, mucho menos en su propia casa, por muy descabellado que fuera su deseo.
Una persona que siempre estuvo acostumbrada a la vida lujosa no tenía idea sobre lo que era el recato, ya que siempre se salía con la suya, una característica que heredaría la más odiada de sus hijas.
La mujer de cabellos cortos color platino al ras de su cuello, miraba muy interesada una revista de modas acerca de lo que debía o no usarse en el feng shui para tener suerte ese año, ya que de pronto se interesó en eso de las energías, así que su casa no quedaría por fuera en cuanto a buenas vibras.
Lo cierto era que todo el servicio estaba ya harto de mover objetos de un lado al otro sin siquiera mayor mi
