capitulo 13
1039 Words
Ivana miró por la ventana mientras las primeras luces del amanecer iluminaban su habitación. La brisa fresca de la mañana se colaba por las rendijas, trayendo consigo un aroma a tierra mojada que la llenaba de una extraña mezcla de esperanza y ansiedad. Era un nuevo día, un nuevo comienzo, y aunque sabía que su vida había tomado un rumbo inesperado, también sentía que había llegado el momento de adaptarse a su nueva realidad. Después de la conversación con Dante y Clara, Ivana había decidido que lo mejor era tomarse un tiempo para reflexionar sobre lo que realmente quería.
Había acordado con Dante que tendrían un espacio para evaluar sus sentimientos, y eso le daba una sensación de libertad, aunque también de incertidumbre. Se levantó de la cama y se preparó un café. Mientras el aroma del café llenaba la cocina, su mente se llenaba de pensamientos sobre lo que había dejado atrás y lo que podría estar por venir.
La relación con Clara había reavivado viejos sentimientos, pero también había traído consigo una carga emocional que no podía ignorar. A medida que pasaban los días, Ivana comenzó a salir más con Clara. Se encontraron en cafés, pasearon por el parque y redescubrieron la ciudad que habían compartido en el pasado.
Cada encuentro era una mezcla de risas y momentos de tensión, como si ambas estuvieran caminando sobre una cuerda floja, temerosas de caer. Una tarde, mientras caminaban por el parque, Clara se detuvo y miró a Ivana a los ojos.
- Siento que estamos en un punto crucial,- dijo, su voz seria.
- No quiero presionarte, pero necesito saber cómo te sientes realmente.- Ivana sintió que el corazón le latía con fuerza.
- Es complicado,- admitió
. - Disfruto de nuestro tiempo juntas, pero también me siento culpable. No quiero lastimar a Dante.
- Entiendo tus preocupaciones,- respondió Clara, su expresión comprensiva.
- Pero también creo que mereces ser feliz. No puedes vivir por el bien de los demás.- Ivana tomó un respiro profundo y se sintió vulnerable.
- Lo sé, pero hay tanto en juego. No quiero perder a Dante, y no sé si estoy lista para dar un paso más contigo.- Clara asintió, aunque su expresión mostraba una mezcla de tristeza y comprensión.
- Solo quiero que sepas que estoy aquí, sin importar lo que decidas.- Con el tiempo, Ivana comenzó a sentir que la presión de la situación se aliviaba.
Había momentos en los que se reía con Clara, momentos en los que se sentía completamente viva.
Pero también había momentos de duda, de miedo. Se preguntaba si estaba haciendo lo correcto, si su decisión de explorar sus sentimientos por Clara la llevaría a un lugar de felicidad o de dolor. Un día, mientras estaba en casa, recibió un mensaje de Dante.
- ¿Podemos hablar? Hay algo que necesito decirte.- El corazón de Ivana se aceleró.
Sabía que esa conversación era inevitable, pero no estaba segura de cómo se sentiría al respecto. Se reunió con Dante en su lugar favorito, un pequeño café que solían visitar juntos. Cuando llegó, lo encontró sentado en una mesa, su expresión seria.
- Gracias por venir,- dijo él, levantando la vista de su taza.
- Claro, Dante. ¿Qué pasa?- preguntó Ivana, sintiendo que la tensión en el aire era palpable.
- Quería hablar sobre nuestra relación,- comenzó él, su voz firme.
- He estado pensando mucho en lo que dijiste. Y aunque quiero que seas feliz, también me doy cuenta de que necesito ser honesto contigo sobre cómo me siento.- Ivana lo miró fijamente, sintiendo que su corazón latía con fuerza.
- ¿Qué quieres decir?.
- Creo que necesitamos redefinir lo que tenemos. No quiero que te sientas atrapada, pero tampoco quiero perderte. Quizás podríamos intentar ser amigos primero, sin etiquetas,- sugirió Dante, su expresión vulnerable. Ivana sintió un torrente de emociones.
- Eso suena difícil, pero también puede ser lo que necesitamos. Quiero que ambos seamos felices.- Dante sonrió, aunque había tristeza en sus ojos.
- Es un paso, al menos. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que pase.- Esa conversación dejó a Ivana con una sensación de alivio, pero también de responsabilidad.
Sabía que debía ser honesta con Clara sobre lo que había hablado con Dante. Cuando se encontraron esa noche, Ivana decidió abrirse.
- Clara, necesito contarte algo,- dijo Ivana, sintiendo que el peso de la verdad la oprimía.
- Hablé con Dante, y hemos decidido intentar ser amigos. Quiero que sepas que estoy dispuesta a explorar lo que hay entre nosotras, pero no quiero que esto afecte nuestra amistad.- Clara la miró a los ojos y sonrió.
- Eso es un gran paso, Ivana. Me alegra que ambos estén buscando lo que realmente quieren.- A medida que avanzaban en su relación, Ivana comenzó a enfrentarse a sus miedos y dudas.
A veces, se despertaba en medio de la noche, sintiéndose abrumada por la incertidumbre. Pero también había momentos de claridad, momentos en los que se sentía fuerte y empoderada por sus decisiones.
Un fin de semana, Clara la invitó a un pequeño festival de música en el parque. Ivana, que había estado ansiosa por salir y disfrutar de nuevas experiencias, aceptó de inmediato.
La emoción de la música y las luces la envolvió, y pronto se encontró riendo y bailando junto a Clara. Mientras se movían al ritmo de la música, Ivana sintió que sus dudas comenzaban a desvanecerse.
En ese momento, todo parecía posible. Se miraron a los ojos y Clara sonrió, su rostro iluminado por las luces del festival.
- Esto es increíble,- dijo Clara, tomando la mano de Ivana.
- Me alegra que hayas venido.-
- Yo también,- respondió Ivana, sintiendo que el miedo que había estado cargando empezaba a desvanecerse.
Sin embargo, a medida que la noche avanzaba, Ivana no pudo evitar sentir una punzada de preocupación. ¿Qué pasaría si esto se volvía demasiado serio? ¿Y si lastimaba a Dante en el proceso? Cuando regresaron a casa, Ivana se sentó a reflexionar sobre lo que había ocurrido.
Había disfrutado de la noche, pero también sabía que debía ser honesta con Clara sobre sus sentimientos.
- Clara,- comenzó Ivana, sintiéndose vulnerable.
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