El sol se estaba poniendo, tiñendo el cielo de un rojo intenso. Ivana caminaba por el parque, sintiendo el peso de sus pensamientos. La conversación con Clara había sido un pequeño paso, pero aún había una montaña de emociones por escalar.
La traición seguía latente, y aunque había un atisbo de esperanza, la incertidumbre la mantenía en un estado de confusión constante. Al llegar a casa, encontró a Fernando y Beatriz en la sala, discutiendo en voz baja.
La tensión en el aire era palpable. Ivana se sentó en la mesa, tratando de leer las expresiones de sus familiares. Fernando levantó la vista y, con un tono serio, dijo:
- Ivana, necesitamos hablar sobre lo que ha estado pasando. - Ivana sintió un nudo en el estómago.
- ¿Sobre qué? - preguntó, intentando mantener la calma.
- Sobre Clara y lo que sucedió con la prensa,- Beatriz intervino, su voz suave pero firme.
- No podemos ignorarlo. La situación está afectando a toda la familia.
- Lo sé,- respondió Ivana, sintiéndose atrapada.
- Pero no es tan simple. Clara es mi amiga, y aunque me haya traicionado, todavía siento algo por ella. - Fernando frunció el ceño.
- No se trata solo de tus sentimientos. Se trata de la lealtad a la familia, y lo que Clara hizo puso en peligro todo lo que hemos construido. - Ivana se sintió acorralada.
- ¿Qué quieren que haga? ¿Que simplemente la expulse de mi vida? Eso no es posible. La amistad no se borra de un día para otro. - Beatriz la miró con preocupación.
- No estamos diciendo que la borres, pero necesitas ser consciente de las consecuencias. Las acciones tienen repercusiones, y esto está afectando tu relación con nosotros. - Ivana respiró hondo, sintiendo que la frustración comenzaba a burbujear.
- No puedo seguir viviendo con este dolor. Necesito tiempo para procesar todo esto. - Fernando se acercó, su tono más conciliador.
- Entendemos que es difícil, pero necesitamos que tomes una decisión. No podemos seguir así, en un limbo. Es hora de que te enfrentes a la realidad. - La presión en su pecho aumentó.
- ¿Y qué quieren que haga? ¿Que me aleje de Clara por completo? ¿Que la expulse de mi vida? - La rabia comenzó a asomarse en su voz.
- Tal vez sea lo mejor,- Beatriz sugirió, su mirada suave pero decidida.
- ¿Lo mejor para quién? - Ivana estalló.
- ¿Para ustedes? ¿Para la familia? ¿O para mí? Porque yo no sé si eso es lo que realmente quiero. - La tensión en la habitación se intensificó, y el silencio se volvió insoportable.
Ivana sintió que las lágrimas amenazaban con derramarse.
- No puedo seguir sintiéndome así,- dijo, su voz quebrándose.
- No sé qué hacer. - Fernando se sentó, intentando calmar la situación.
- Lo último que queremos es que te sientas sola. Pero necesitas elegir. No podemos permitir que esto continúe afectando a todos. - Ivana se sintió perdida.
La lucha entre su lealtad a su familia y su dolor por Clara la estaba desgastando.
- No puedo tomar una decisión ahora. Necesito tiempo.
- ¿Entonces qué? - Fernando preguntó, su tono comenzando a ser impaciente.
- ¿Vas a seguir en esta situación indefinidamente? ¿Vas a seguir permitiendo que Clara te manipule? .
- No es así,- Ivana respondió, sintiendo que la rabia se apoderaba de ella.
- Clara no me está manipulando. Me está pidiendo perdón, y estoy tratando de entender si puedo perdonarla.
- ¿Y si no puedes? - Beatriz interrumpió.
- ¿Y si continúas con este dolor y resentimiento? Eso no es bueno para ti ni para nosotros. - Ivana sintió que su mundo se desmoronaba.
- No sé si puedo seguir adelante sin Clara, pero tampoco sé si puedo seguir adelante con ella en mi vida. Es una lucha constante.
- Entonces, ¿qué quieres hacer? - Fernando preguntó, su tono más conciliador.
- ¿Quieres seguir en esta confusión, o prefieres tomar una decisión? - Ivana se sintió abrumada.
- No sé. Estoy atrapada entre dos mundos, y no sé cómo salir de esto. - La tensión aumentó, y el silencio se volvió insoportable.
Finalmente, Beatriz rompió el silencio:
- Ivana, si no puedes tomar una decisión, tal vez sea mejor que te alejes de Clara por un tiempo. Necesitas espacio para pensar.
- ¿Alejarme de ella? - Ivana preguntó, sintiendo que su corazón se caía.
- ¿Eso es lo que quieren? ¿Que la expulse de mi vida? .
- Es lo que creemos que necesitas,- Fernando intervino.
- Este ciclo de dolor y confusión no es saludable para ti. Necesitas una pausa. - Ivana sintió que el aire se le escapaba.
- ¿Y qué pasa si eso no es lo que quiero? ¿Y si quiero seguir intentando? ¿Qué pasa si quiero luchar por nuestra amistad? .
- Eso es algo que debes decidir,- Beatriz dijo, su voz suave.
- Pero no podemos permitir que esto continúe afectando a nuestra familia. Necesitas tomar una decisión pronto. - La presión en el pecho de Ivana aumentó.
- No puedo tomar una decisión ahora. Estoy demasiado herida. - Fernando se levantó, frustrado.
- Entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a seguir permitiendo que esto te consuma? Necesitamos saber si estás con nosotros o con ella. - Ivana sintió que su mundo se desmoronaba.
- No puedo hacer esto,- murmuró, sintiendo que las lágrimas comenzaban a caer.
- No puedo elegir entre ustedes y Clara. No debería tener que hacerlo. - Fernando la miró con dureza.
- Entiende que esto no es solo sobre ti. Es sobre la familia. Y si no puedes decidir, tal vez debas considerar lo que realmente quieres _ Ivana sintió que su corazón se rompía.
- No puedo seguir así,- dijo, su voz temblando.
- No sé qué hacer.
- Tal vez debas irte por un tiempo,- sugirió Beatriz, su voz llena de tristeza.
- Necesitas espacio para pensar. Tal vez una pausa te ayude a aclarar tus ideas.
- ¿Una pausa? - Ivana preguntó, sintiéndose perdida.
- ¿Significa que me están echando? .
- Es un tiempo de reflexión. Solo para que puedas pensar sin la presión de la familia y de Clara,- Fernando explicó, su tono más suave.
Ivana sintió que el mundo se le caía encima.
- No puedo creer que esto esté sucediendo. No quiero irme, pero tampoco quiero perder a Clara.
- Entendemos que es difícil,- Beatriz dijo, su voz llena de empatía.
- Pero a veces, alejarse es necesario para encontrar claridad. - Ivana sintió que las lágrimas fluían libremente.
- No sé si puedo hacerlo. Me siento tan perdida. - Fernando se acercó, intentando consolarla.
- Te apoyaremos en lo que decidas, pero necesitas tomar una decisión. No podemos seguir en este limbo. - La presión era insoportable. Finalmente, Ivana asintió, sintiéndose derrotada.
- Está bien. Si eso es lo que necesito, lo haré. Pero no sé si eso resolverá algo.
- Es un paso hacia la sanación,- Beatriz dijo, su voz suave.
- Y recuerda que siempre estaremos aquí para ti. - Ivana se sintió vacía, pero también un poco aliviada.
- Lo haré. Necesito tiempo para pensar. - La noche se volvió oscura, y mientras Ivana se retiraba a su habitación, sintió que una parte de ella se rompía.
La expulsión no solo la alejaba de Clara, sino que también la dejaba sin rumbo, atrapada en un mar de emociones contradictorias.
Los días siguientes fueron un torbellino de confusión y dolor. Ivana intentó distraerse, pero la ausencia de Clara era abrumadora. Se sentía sola, y cada rincón de la casa le recordaba momentos compartidos con su amiga. La risa, las charlas profundas, los sueños que habían construido juntas; todo parecía un eco lejano.
Fernando y Beatriz, aunque comprensivos, estaban preocupados. Intentaban animarla, pero Ivana se sentía atrapada en su propio mundo de tristeza. La presión de tener que decidir la mantenía en un estado constante de ansiedad.
Una tarde, mientras trataba de leer un libro, su mente divagó hacia Clara. ¿Cómo estaría? ¿La estaría echando de menos tanto como ella? La idea de que su amiga estuviera sufriendo la golpeó con fuerza.