(29)
*A la mañana siguiente.
Lentamente abro los ojos mientras aún no puedo ver claramente, hasta que mi mirada se acostumbra a la luz del lugar, pero la sorpresa fue que me encontraba acostada en una cama.
¿Una cama? ¿En dónde demonios estoy? ¿Estoy viva? ¿El jet no se calló?
Así que empiezo a mirar hacia mí alrededor, parecía ser una habitación con colores azules claros. Pero después veo que una puerta de vidrio se entrecierra mientras una de las cortinas de la ventana de al lado, volaba entre la habitación y en lo que había allá afuera.
Me levanto de la cama para darme cuenta que puedo ver una playa. Una arena tan blanca como el talco, mientras que la agua cristalina del mar hace que mi respiración se entrecorte. Era tan bello que no podía describir lo hermoso que era con palabras
