Capítulo 5

3445 Words
(5) Lo que empezó como una reunión bastante incómoda, pasó a ser una muy buena tarde. No podía creer que la risa de mi padre pudiera llenar mi corazón de una felicidad pura y simple. Sentir el calor de sus ojos de nuevo mirándome, haciéndome sentir cubierta por un manto familiar que hace tiempo que no sentía. Y al ver la manera en que mi padre amaba a Demian y ver cómo se lograban entender uno al otro, me hacía muy feliz, ya que Demian no era una persona demasiado fácil de persuadir. La sonrisa de mi cara salió aún más cuando mi padre sostuvo a Sissi entre sus viejos y cansados brazos. Y cuando la niña lo miró directamente a los ojo, una sonrisa salió de su pequeña boca, riéndose con ternura, algo que no hacía con frecuencia, como con Demian y yo.  Yo misma sabía que Sissi era una persona muy sensible al estar con las personas, y claramente sabía que al recibir una sonrisa de mi hija, era una bendición para esa persona que lograba darle confianza a alguien tan persuasiva como ella. Mi padre nos comenta varías veces lo hermosa que ella es, y justamente al ver la imagen de ese viejo anciano cargando a una pequeña, me hizo recordar cuando me sostenía entre sus brazos, cuando yo era tan solo una niña. Después miro a Demian y su sonrisa no se remueve de su boca ni por un segundo mientras mira a mi padre y a mí bebe, pero desgraciadamente hay algo que me ahoga, tanto que me hace sentir muy mal. Ya era algo tarde para seguir en este lugar, así que de la nada me levanté de mi asiento, y sin previo aviso llamo la atención de este par. -Es tarde, tenemos que ir a casa. Muchas gracias.-Le dije a mi padre mientras estoy sosteniendo a Sissi en mis brazos, cubriéndola con su pequeña manta de color rosa. Demian por su parte se levanta después de mí, luciendo algo incómodo y sin entender mi forma tan extraña de comportarme. -Entiendo.-Dijo mi padre mirando hacia el suelo, algo decepcionado al ver mí reacción.-Me alegra que hayan venido hoy. Me has hecho el hombre más feliz en esta tierra.-Yo no puedo evitar tratar de mirarlo, aún que quería seguir enojada e ignorarlo, pero ver su cara me hacía querer llorar e hincarme ante sus pies, cediendo ante lo que me pide con facilidad, pero mi orgullo era tan grande como mi cabeza, así que me contuve. -A mí también.-Le dije algo seca tratando de lucir muy ajena a cualquier sentimiento hacia él. Así que camino algunos pasos hacia la entrada del lugar, para después escuchar la voz ronca de mí padre, que me dejó completamente perpetua. -Alice.-Me quedó intacta en mí lugar por algunos segundos, para después voltear a verlo y escucharlo.-Trata de perdonarme.-Yo lo miró sin aliento mientras mis mejillas se ponen algo rojizas y mi nariz empieza a chorrear.  Pero no podía detenerme, así que seguí mi camino hacia la puerta Demian se queda unos minutos en la casa, quizás tratando de disculparme con mi padre, mientras yo solo caminaba por el gran jardín para llegar al auto. Y cuando llegó a está, pongo a Sissi en su pequeña silla, después cierro la puerta para sentarme en el lado co-piloto. Demian no tardó mucho en volver hacia el auto, para subirse después de mí y prende el auto al instante. Después de algunos minutos de silencio, ya estamos en dirección hacia la casa, entre la obscuridad de la noche sobre la carretera. Los dos permanecemos en silencio, mientras los dos estamos pensando en lo sucedido. Estoy algo enojada y feliz al mismo tiempo, era como un síntoma de bipolaridad repentina. En realidad había pasado la mejor tarde de mi vida. Por un momento sentí como si fuera parte de una familia otra vez, sentí una vez más como mi corazón estaba cubierto por una sabana paternal que me hacía sentir segura, y de la nada, deje de sentir frío. Deje de sentir miedo, el mismo miedo que había sentido al haber sido vendida por mis padres. Sentía que no podía pensar en nada más, que en el hecho de que ellos me habían dejado a mi suerte con un extraño. Perdonar era una palabra que quizás no podría decir en años, hasta que yo misma pudiera sanar. Mis lágrimas salen de repente mientras la lluvia cae sobre las ventanas del auto, tratando de que Demian no se dé cuenta de que lo estoy haciendo. Él siempre trata de mantener la mirada bien puesta en la carretera, para poder evitar algún accidente, así que él no se da cuenta.  * Cuando llegamos a casa, salgo con rapidez del auto, para abrir la puerta trasera en dónde se encontraba mi hija. Ella se encontraba dormida, así que la tomé entre mis brazos y rápidamente la llevé hacía la casa. De inmediato Christina, Taylor y Lana me reciben con mucha educación. -Buenas noches señora Volkova.-Dijeron las tres muy formales mientras que mi estado de humor no era algo que pudiera controlar, así que las ignore. -¿Quiere qué llevemos a la niña a su habitación?-Me pregunta Taylor, acercándose a mí ya con los brazos abiertos, esperando que le entregará a mi hija como si fuera un bolso o algo parecido. -No, yo la llevaré a su habitación.-Le respondí con arrogancia, no quería que ellas estuvieran al lado de mi hija.-Pueden retirarse.-Dije con algo de hostilidad. Después solo oigo cerrar la puerta de la entrada, suponiendo que era Demian, quién había entrado al lugar. Así que con agilidad se pone enfrente de mí, de inmediato me sorprendí al verlo tan cerca de mí. Laura por su parte no tarda en llegar, ya con su pijama que iba muy acorde con su uniforme que usa a diario. -¿Cómo les fue?-Preguntó con mucho interés mientras sus manos se junta, mostrando algo de esperanza. Yo de inmediato miro a Demian con algo de enojo. -¿Lo sabías?-Le pregunté a Laura mientras ella frunce un poco su ceño, estaba avergonzada de haber dicho el plan que todos sabían menos yo. -¿Saber qué?-Me pregunta como si no supiera nada, intentando hacerse la disimulada. -¡Tú sabías que iríamos a ver mi padre!-La acuse de haber sido parte de este plan. -No pensé que fuera un secreto.-Ella de inmediato miró a Demian, mientras yo sólo negaba una y otra con la cabeza, para después decir: -¿Cómo es posible qué todos en esta casa se hayan enterado de esto menos yo?-Pregunté en voz alta mientras trataba de no sentirme excluida.- ¿Cómo es posible que pudieras seguir hablando con las personas qué me regalaron?-Tenía que decirlo, era algo que me estaba quemando por dentro, a pesar de que las cosas habían sido aclaradas hoy, era algo que aún seguía sintiendo por dentro. Así que camine muy enojada hacía la habitación de Sissi. Y cuando llegue a está, la deposite en su cuna mientras la cubrí con sus mantas color rosadas, para que no tenga frío por la noche. Después le regaló un beso y le digo que la amo, como todas las noches. Mi amor por mi bebé era algo que no podía negar nunca, incluso si ella cometiera los mismo errores que mis padres, yo la perdonaría a ella sin ningún problema. Después salgo de su cuarto para ir a mi habitación, dándome cuenta que Demian ya estaba en está. Él se estaba cambiaba de ropa para ponerse su pijama de rayas azules, mientras que yo me quito el vestido que traía puesto y lo dejó caer al suelo sin pensarlo. -¡No puedo entenderlo Demian!-Dije de la nada, sacándome el sostén y mis bragas, sorprendiendo al mismo Demian, quién quizás estaba esperando que yo le ignorara toda la noche. -Alice, tienes que perdonarlo.-Su voz es bastante fuerte y clara, era como si fuera una orden, en vez de una petición o un comentario. -No lo haré, pero...-Él no me deja terminar, demostrando que él siempre tiene que ser él que lleva los pantalones en la relación. -¿Pero?-Ahora tengo su atención, mientras alza una de sus cejas. Sus ojos avellana cubren mi cuerpo mientras me amenaza con está. -Voy a cuidar de él.-Le confesé suspirando profundamente enfrente de él. Era tan inesperado, tanto que ni siquiera yo me lo podía creer. Él por su parte sonríe orgulloso de mí decisión, así que me sostiene entre sus brazos y me aferra a su cuerpo con tanta fuerza, que casi me quedo sin aliento. -No lo hago porqué ya lo haya perdonado Demian.-Le aclaro que esa no era la razón por la que había cambiado de opinión.-Lo hago porque soy una buena persona y él necesita de mí. -Estoy tan orgulloso pequeña.-Me da un beso pequeño en los labios, mientras sus palabras llegan al fondo de mi corazón, haciéndome sentir tan bien con mi decisión. -Pero no he terminado.-Trato de no terminar esta conversación tan importante con ese "final feliz" tan básico. -¡Deja de pelear!-Me pide mientras trata de besarme aún más, pero no puede ya que yo solo sigo insistiendo.- Aún que tú quieras pelear, yo quiero hacerte el amor en este mismo momento.-Me confiesa mientras pone sus manos grandes en mis caderas, mientras empiezo a sentir como muchas partes de mí cuerpo están palpitando. Me siento atraída a su aroma, hacía su hombría y virilidad. -Dime, ¿aparte de mi padre hablas con Ross?-Pregunté tratando de persuadirlo de la tensión s****l que se estaba formando entre nosotros. -¿Por qué supones eso?-Me pregunta con su aliento caliente, mientas que su boca está a algunos centímetros de la mía. -Se mudó a Londres y no me sorprende que esté viviendo en un departamento tuyo.-Lo acuso mientras él me mira inseguro y nervioso.-¿¡Cómo es posible Demian!?-Le grité con tanta fuerza que mis cuerdas vocales y quizás las ventanas, tuvieron un daño colateral. -Es algo que no me pesa.-Se suponía que él dijera que no, pero él fue bastante honesto conmigo, no tenía por qué enojarme ya que lo más importante en un matrimonio es la honestidad, pero en este momento la honestidad me importaba un carajo. -¡A mí sí!-De inmediato exprese mi inconformidad mientras apretaba mi quijada con fuerza. -Deja de pelear.-Trata de tranquilizarme mientras pone sus manos sobre mis hombros, mientras me mira con ese algo que me hacía sentir tan atraída a él, pero no debía, tenía que estar enojada con él. -Yo quiero gritar. ¡Eres un bastardo! ¿Cómo puedes seguir pagándole la vida a esa mujer?-Con mi padre lo podía tolerar, ya que él estaba enfermo y también había sido engañado por la loca de mi madre. Pero esto era demasiado, no había ni siquiera alguna excusa para poder explicar está traición que él me ha hecho. -Alice, no tengo que explicarte nada. Puedo hacer lo que quiera con mi dinero.-Su respuesta tan despreocupada me hace sentir aún más enojada. ¿Quién demonios cree qué es? -¡Métetelo en culo entonces!-Le grité salvajemente, tomando mi pijama de la cama mientras me dirijo al baño con rapidez. Después cierro con seguro, mientras escucho los golpes en la puerta como un recuerdo de los viejos tiempo, en los que Demian me gritaba como una bestia. Los tiempos en las que él amenazaba con romper la puerta por capricho, pero ya nada era igual. Lavo mis dientes con tranquilidad, cepillo mi cabello y me pongo el pijama, mientras que no puedo dejar que la bestia me hunda completamente. Me sentía explotar, como si un ente maligno se metiera en mi cuerpo y actuará insensiblemente. Así que golpeé mi cabeza algunas veces contra el lavamanos, para después tomar la decisión de que no fue Demian él que tuvo la culpa de esto, si no que fue la culpa de Rose. Ella sabe que puede manipular a Demian por el simple hecho de que yo soy su hija. Parece que mis hormonas están a mil por hora, así que decido salir. Demian ya está exhausto, así que con sus lentes de leer checa sus emails mientras descansa en la cama. Después me mira sin ganas, para regresar su mirada a su computadora mientras yo me siento mal, así que me siento enfrente de él, haciendo que la tapa de la portátil se callera un poco. -Tapas todos mis mensajes.-Dijo con mucha seriedad, mientras no le hacía nada de gracia que yo estuviera enfrente de él, después de iniciar una pelea. -Lo lamento.-Suspire profundamente mientras pasó mi manos por mi pijama de seda color amarillo, pellizcando la tela con muchos nervios. -No quiero hablar ahora Alice, así que quita tu culo de mi computadora.-Su voz de indiferencia me mata completamente, era como tener una la bala atravesada sobre el hombro o corazón, haciéndote daño con cualquier movimiento que hagas. -No lo haré hasta que me perdones.-Yo era decidida y realmente quería que me perdonará. Quizás había actuado como una completa idiota, ya que Demian tendrá sus razones al ayudar a mi madre. -Bien, no lo hagas.-Dice cerrando su computadora. -¡Hey!-Le respondí algo molesta, para después tomarme de la cintura y levantarme bruscamente para ponerme en otra parte, que no fuera al lado de él.-¡Hey!-Le dije enojada mientras suspiraba profundamente. Tener su perdón sería una tarea muy difícil de hacer. -No jugaré a esto.-Me comenta tomando algunas almohadas y algunas sábanas. -¡Actúas como una niñita en este mismo momento!-Le reclamó con sinceridad. La verdad es que al principio no solía hablarle así a Demian, pero mientras más estamos juntos, hay mucha más confianza en decir todo lo que pensamos, sin reprimirnos el uno al otro. Quizás decirle que era una niña no era mi mejor insulto, pero era solo mi forma de herir su hombría de alguna manera. -Tómalo como quieras, no aguantaré tus berrinches.-Dijo sin más mientras que ni siquiera quiere mirarme. -¡Yo fui la que aguantó tus berrinches durante más tiempo!-Le grité con fuerza, mientras él camina hacia puerta con las sabanas arrastrando sin preocupación, para después salir. Tal vez yo tenía la culpa, tampoco esperaba que él perdone mis errores de una vez, así que suspiré culpable por haberlo hecho. Después tomo mi celular y me acomodo en la cama. Notando que no se ha llevado su celular, así que le mandó un mensaje, tratando de calmar las aguas. "¿Seguirás con este estúpido juego?" -Yo solo espero algunos minutos y él ya ha leído mi mensaje, pero no me responde, así que le mandó otro mensaje: "Bien, espero que el sillón este cómodo" -Textie con los dedos bien duros, mientras dejo mi celular en la mesita de madera que estaba al lado de la cama. Después doy vueltas entre las grandes sabanas, intentando dormir. Confieso que la cama es fría sin él y sin sus brazos sosteniéndome fuertemente. Después mi celular suena unos segundos después, sonrió esperando que fuera Demian arrepintiéndose, pero lamentablemente no era él, sino que era Kyle. Así que resopló decepcionada para abrir su mensaje y leerlo: "Parece que me has olvidado"-Y pone un emoticón de cara triste. "¿Podría olvidarme de mi mejor amigo?"-Le envió de inmediato, tratando de que no se sienta pequeño. "Yo digo que sí"- Y puso dos emoticones más. ¿Será que tras de esos emoticones, hay sentimientos de verdad? "Jamás."-Ahora yo le envió un corazón. Era la primera vez que ocupaba emoticones a pesar de ser más joven que él. "¿Desayuna mañana conmigo entonces?" -Yo lo pienso bastante, pero de todos modos Demian no quiere hablar conmigo. "Bien. ¿Puedo llevar a Sissi conmigo?"-Sabía que sin ella no iría a ninguna parte, aunque sabía que él amaba a mi hija como si fuera suya. "¡Amo a Sissi!" -Y puso más emoticones de felicidad. ¡Ya lo sabía! "Nos vemos a las once, en nuestro café favorito" La petición de Kyle de ir a desayunar suena bastante bien. Necesito salir con un amigo, es bastante exhausto pelear con Demian cada minuto del día y aparte necesito decirle a Kyle lo de mi padre y la decisión de cuidarlo durante su enfermedad, sin contarle del enorme enojo que tengo con Demian, al saber que tiene contacto aún con mis padres. ¿Será que todos me guardan algún secreto? La noche transcurre lentamente, parece que las horas se hacen años  mientras puedo escuchar como el reloj tintinea cada vez más alto. Trato de encontrar una posición para poder dormir, pero necesito a Demian encima de mí para poder dormir. Miro el reloj y las tres de la mañana marca el reloj. Así que me levantó desesperada de la cama, tomo mi bata y me cubro por completo. Caminando lentamente hacía la sala mientras el suelo está  muy frío, pero mi desesperación es mayor. Desde las escaleras, veo como la luz del televisor está prendida, visualizando a Demian acostado encima del sillón completamente rendido, mientras unas copas de whisky en la pequeña mesa están adornando un momento de cansancio. Camino con pasos de gato hacía Demian, viendo la perfecta cara que tiene y sus facciones de una estatua hecha con las medidas perfectas me hace erizar. Lentamente paso mis manos por sus pies encima de la sabana, pasando mis manos amoldando con mis dedos su cuerpo bien ejercitado. Sus ojos se abren de inmediato, pero él no hace nada. Solo me mira atentamente mientras yo sigo con mi toque, recorro mis manos por su m*****o hasta llegar a su estómago moldeado sus abdominales. Después recorro con mis manos su pecho y como él sigue sin decir nada, yo sigo y sigo. Saco la sabana de su cuerpo, mientras él me mira atento; la sabana cae al suelo y lentamente me quito la bata dejándola caer al suelo. Él me mira discretamente, para después mirarme otra vez atento muy atento. Paso mi mano por encima de su pantalón, sobando su m*****o con mi palma, pero él sigue sin hacer nada. Su cara está en blanco mientras me sacó el pijama, quedando completamente desnuda mientras él me mira de abajo para arriba. Después paso mis labios por su cuello, dejando un camino hacia llegar a su boca, y cuando llegó esta, está se encuentra rígida, sin ninguna intención de abrirse. La fuerza de su boca me hace sentir un poco nerviosa, pero logró meter mi lengua en la suya, mientras él la recibe pero sus ojos siguen abiertos, como si no sintiera nada. Le sonrió mientras sigo pasando mis manos por su m*****o, él suspira algo aturdido, para quitarse la playera desganado. ¡Aún no me rindo! Pasó mis manos por todo su cuerpo y besó su cuello con tanta pasión, mientras él solo pone sus manos en mi espalda mientras yo hago todo. Después pongo mi boca sobre la suya y trato de apretarla con la mía, tratando que una vez más él me besé. Ahora en este mismo momento su lujuria no está, esa lujuria con la que me ata todas la noche, se ha esfumado y estoy a punto de rendirme. Bajo sus pantalones juntó sus calzoncillos,  dejándolo desnudo. Y mientras me le encino, tomo su mano y la llevó hacia mis pechos, mientras lo ayudó a masajearme lentamente, pero en su cara no hay nada. No expresa absolutamente nada en está, sintiéndome algo decepcionada. Después me acerco a él, llevando uno de mis pechos a su boca, él no hace más que abrir la boca y succionarla por algunos minutos, para después soltarla. Paso besos por todo su cuerpo, desde su cuello hasta llegar a su m*****o, y cuando me encuentro con él, lo meto a mi boca, succiono y lo lamo varias veces. Demian saca algunos gemido ahogados, pero supongo que no fue suficiente, ya que todo se siente muy forzado. -¡Detente! Me correré en ti.-Me toma de los hombros, mientras sus mejillas están rojas. Es su primer movimiento durante la noche y eso me hacía mal. Él me lleva hacia su cara, donde me besa secamente y me acomoda encima de él, para meter su m*****o dentro de mí. Me mueve varias veces y siento como el placer corre por mi cuerpo, pero no siento nada de parte de él. Después se sale de mí, me toma y me pone abajo, abre mis piernas tanto como puedo abrirlas, después vuelve a introducirse dentro de mí, sacudiéndome varias veces mientras no puedo dejar de gemir, y aunque él no exprese nada, antes de terminar, me toma de nuevo y me da vuelta, mientras mi cara está siendo asfixiada con el sillón.  Él levanta mi trasero y me penetras de esa manera, no puedo negar que es doloroso, pero es demasiado placentero. Al poco tiempo los dos llegamos al clímax, él cae al lado mío mientras yo me sujeto a él. Pero él no hace nada más que dejar salir aire caliente de su boca. -¿Me has perdonado?-Le preguntó no muy segura, aunque sabía que esto no era forma de disculparse con alguien. Estaba actuando con alguna parte de mi cuerpo, menos con mi corazón o cerebro. -Sí.-Murmuró mientras de la nada se levanta del sillón y se pone una sábana encima de su cuerpo. -¿A dónde vas?-Le preguntó algo nervioso mientras que su indiferencia me agobia constantemente. -Al baño.-Me contestó sin mirarme, mientras se retira del lugar. Yo solo escondo mi cabeza entre una de las almohadas del sillón, sintiéndome como una idiota.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD